Abrir en navegador El Alero Juan Carlos VillenaLunes 15 de mayo de 2023Historia recienteValencia vuelve a ilusionarse por el baloncesto femeninoUna semana después de la gesta de la primera Liga del conjunto taronja el análisis ganador debe ser el de que no pare un crecimiento imparable desde 2014. Lo debe hacer, además, con la desafección con el equipo masculino que hasta la última jornada no sabrá si disputa el playoffHola ManuelHa pasado sólo una semana desde que el Valencia Basket conquistara la gloria en Salamanca al ganar su primera Liga Femenina pero la ilusión del basket valenciano no es que se haya parado con ello sino que sueña a lo grande. Valencia vuelve a ilusionarse con el baloncesto femenino y eso es algo que vale mucho más que cien títulos. La hace, la realidad es la que es, en un contexto donde el equipo masculino, en otra temporada con demasiado desgaste… y demasiadas derrotas, vuelve a evidenciar un desapego evidente. El último símbolo fue lo ocurrido en la derrota del pasado viernes contra un Real Madrid a medio gas. Esa impotencia es la crea la desafección con un equipo que hasta la última jornada de la Liga Endesa, el miércoles 24 de mayo, no sabrá si disputa el playoff. Ese dato, siendo un equipo esta temporada de Euroliga, lo dice absolutamente todo.La ilusión creciente por el baloncesto femenino en Valencia, encarnado por el conjunto taronja que rozó los 7.000 espectadores en su último partido en la Fonteta, es algo lógico si analizamos que está basado en una historia que se ha ido transmitiendo de generación en generación, pero con un esquema curioso que lo hace único en el mundo. La leyenda de este deporte en su vertiente femenina se escribe en Valencia con los renglones del esfuerzo de todas las personas que se negaron a que desapareciera. No existe ninguna narrativa en España que hable de tres clubes campeones, sin nada que ver entre ellos, que sigan un legado común. El Dorna, el Ros Casares y ahora el Valencia Basket no comparten palmarés, aunque debe ser un orgullo para la sociedad valenciana que sumen a día de hoy 15 Ligas, pero hay aficionados y aficionadas que han animado a los tres equipos y que han transmitido esa pasión en su familia.El hito colosal de la primera Liga del Valencia Basket debe permitir poner el pause en un mundo enloquecido por las prisas. El presente taronja no sería posible si no hubiera existido antes un Ros Casares, del mismo modo que del club acerero nadie hubiera sabido si Godella no hubiera mutado en la resistencia. En el verano de 1996, José Ramón Guimaraens decidió llevar el Dona a Getafe. Más de un centenar de niñas se quedaron con una camiseta a defender que ya no significaba nada. El teatro Capitolio selló ese mismo verano, en una reunión histórica, la determinación de un pueblo que se negó a perder a su santo y seña. Por aquella lucha de personas como Dolores Escamilla, Paco Herrero o Mariano Domingo se acabó fundando el Popular Basquet Godella.La situación de 2012, con la desaparición del Ros Casares tras ganar la Euroliga y su octava Liga Femenina, era mucho más dramática que la de 1996 en Godella. En aquel verano no hubo una asamblea ni tampoco una movilización en Valencia. No hubo nada. Siendo sinceros, aquella muerte deportiva del Ros Casares se llevó en silencio, en muchos casos de bastante vergüenza ajena, y las 150 niñas que se quedaron sin estructura lo hicieron en la soledad del pabellón de La Malvarrosa, defendiendo una camiseta durante dos temporadas de una entidad, el Ros Casares, que ya no existía como tal. Aquel club que dejó Godella por Valencia buscando más notoriedad, y que fue muy bien recibido por las autoridades, de repente pasó a ser invisible.Junio de 2014 era la fecha de caducidad de ese sueño y es ahí donde volvió a surgir el hilo conductor de la militancia del baloncesto femenino. Paco Argalla llamó a Manolo Real para buscar una solución. Con la idea de la ‘Ciudad del Basket’, lo que terminó siendo L’Alqueria, ya rondando en la Fonteta, se presentó al Valencia Basket la opción de rescatar ese legado de cantera dejado a su suerte. Paco Raga, director general, y Toni Muedra, deportivo, tuvieron claro que era una apuesta ganadora. Así lo trasladaron al mecenas Juan Roig, que aprobó el inicio del femenino dentro de la estructura del Valencia Basket.![]() |
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