BENIDORM

De toda la Costa Blanca,

Benidorm es capital.

Sus playas son las mejores

de todo el mundo mundial.

Por su clima y diversiones

es destino principal

de millones de turistas:

“Benidorm, oh la la la”.

Con sus “gogós”, y sus bailes

para el que quiera ligar.

Solo tiene dos museos

(antiguamente hubo más):

Boca del Calvari es uno,

en la calle principal,

más bien para exposiciones

de manera temporal;

L’Hort de Colón es el otro,

unos metros más allá.

Y varios Espais de l’Art

por toda nuestra ciudad.

Y por si esto fuera poco,

una isla allá en el mar,

que es la de los periodistas

que alguien comenzó a llamar;

varios templos secundarios

y una iglesia parroquial,

con la Virgen del Sufragio

como patrona inmortal,

rescatada de las aguas 

después de una tempestad.

Destaca la zona antigua,  

donde en la parte central

está la Punta Canfali,

un mirador singular          

(hay noticias de un castillo     

de la etapa medieval)

que separa las dos playas

y la entrañable Mal Pas.

Serra Gelada a la izquierda

la cruz como pedestal,

con toda la zona “guiri”,

el barrio internacional.

Por la derecha encontramos

la cala de Finestrat

y hacia el interior tenemos

una montaña especial

con un corte propinado

por la espada de Roldán

que, por amor de una moza,

la roca hizo saltar:

es la isla que avistamos

en medio de la alta mar.

Benidorm tiene vestigios   

romanos, en El Tossal,

y Tanit, cartaginesa,

reliquia de la ciudad.