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Un estudio muestra que la cuarta dosis de la vacuna contra la COVID multiplica por cinco la cantidad de anticuerpos

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Archivo - Arxiu - Una infermera amb una vacuna contra la Covid-19
Una enfermera prepara una inyección de la vacuna contra la COVID.

La variante ómicron del coronavirus se propaga imparable por el planeta y, en apenas unas semanas, ha desbocado los casos de COVID-19 hasta niveles nunca antes vistos. Para frenar el avance de la pandemia, Israel aprobó el pasado domingo la aplicación de la cuarta dosis de la vacuna contra la enfermedad a mayores de 60 años, sanitarios y pacientes inmunodeprimidos. Ahora, un estudio llevado a cabo en este país ha demostrado que este refuerzo multiplica por cinco la cantidad de anticuerpos.

Israel se ha convertido este viernes en el primer país en empezar a inocular una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a los mayores de sesenta años, con el presidente israelí, [Isaac] Herzog, como uno de los primeros en recibir esta nueva dosis.

Herzog ha dicho antes de recibir la dosis que éstas suponen un paso importante [para] la solidaridad social en el Estado de Israel y se ha mostrado orgulloso de que su país haya sido el primero del mundo en adoptar esta decisión.

Estoy orgulloso de que seamos el primer país en vacunar con una tercera dosis, ha manifestado.

Un día después de que el primer ministro israelí, La Fali Benet, anunciara que daba luz verde a la recomendación en este sentido por parte del Ministerio de Sanidad en medio de un aumento de los casos.

El ex primer ministro Benjamín Netanyahu, quien durante las últimas semanas había abogado por aprobar la medida sobre la tercera dosis [Ha] criticado que el Gobierno haya perdido un tiempo precioso en aprobar esta medida.

Israel aprueba la cuarta dosis para mayores de 60 años y personal sanitario

Así lo reveló el primer ministró israelí, Naftali Bennett, tras una visita al hospital donde se ha llevado a cabo el estudio, el Centro Médico Sheba. «Sabemos con un alto grado de certeza que, a la semana de haberla recibido, la cuarta dosis es segura«, explicó el mandatario. Y añadió: «La segunda noticia es que, en ese tiempo, quintuplica el número de anticuerpos en la persona vacunada».

«Lo más probable es que esto signifique un aumento significativo de la protección contra la infección, la hospitalización y los síntomas (graves)», agregó.

El Centro Médico Sheba comenzó los ensayos el pasado 27 de diciembre con la administración de la cuarto dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID a 154 miembros del personal sanitario cuyo nivel de anticuerpos había caído ampliamente desde que recibieron el tercer pinchazo. 

Para controlar su evolución, se practicaron una prueba serológica y la repitieron una semana más tarde, donde vieron que la cantidad de anticuerpos se había multiplicado por cinco.

Algunos voluntarios presentaron efectos secundarios de carácter leves, similares a los provocado por la tercera dosis de la vacuna, entre los que se encuentran dolor, fiebre y cefaleas, según ha informado el hospital.

Ahora, otro grupo de sanitarios se prepara para recibir su cuarta inyección de la vacuna de Moderna.

Israel ha jugado desde hace meses un papel líder en el estudio de los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID, al haber sido uno de los primeros países en inocularlas. Ahora, está administrando la cuarta dosis a mayores de 60 años, sanitarios y pacientes inmunodeprimidos.

Sin embargo, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha criticado este viernes a los países que están procediendo a administrar una cuarta dosis de la vacuna contra la COVID-19 y ha pedido «acabar con la desigualdad del año pasado».