R. PAGÉS
El Ayuntamiento de Benidorm, por medio de su alcalde Agustín Navarro, ha instado al Protectorado del Registro de Fundaciones de la Comunidad Valenciana a que inicie los trámites pertinentes para que el legado de Emilio Ruzafa Roig, quien fuera el último alcalde republicano de la ciudad, vuelva a manos públicas. El primer edil, como patrono de la Fundación que debería haberse creado para gestionar los bienes de Emilio Ruzafa -según dejó recogido en su testamento-, ha remitido un escrito al Registro de Fundaciones después de un auto del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Benidorm, con fecha de 27 de octubre de 2009. Este auto declara como herederos a diez sobrinos del ex edil republicano, quienes, según indicó ayer el concejal de Patrimonio, Jaime Llinares, promovieron la resolución de dicho auto por inactividad de la fundación, pues la misma nunca ha llegado a constituirse, y se «han apropiado» del legado.
Entre los bienes de esta fundación, según manifestó ayer Llinares, estaría una finca sita en la partida Armanello, bienes inmobiliarios por valor de 299.388,07 euros y más de 85.000 euros en metálico, depositados en una entidad bancaria de Benidorm.Última voluntad

Los hechos se remontan al 1 de diciembre de 1976, cuando Emilio Ruzafa Roig dejó como última voluntad en su testamento la creación de una fundación «destinada a residencia para ancianos pobres, vecinos de Benidorm, de uno y otro sexo, bajo el nombre de Ruzafa», y que se constituiría en la finca propiedad del ex alcalde de la partida de Armanello. El testamento, en su cláusula undécima, explica que la misma debería crearse «después del fallecimiento de Carola y Anita Chapuli Ruzafa», usufructuarias de sus bienes, y designa como patronos al «alcalde que sea de esta villa o un concejal del ayuntamiento; médico titular o jefe de la Policía Local de Sanidad; titular de la Jefatura de Línea de la Guardia Civil, comandante de Marina de Benidorm y notario o notarios» de la ciudad. Asimismo, en la siguiente cláusula Ruzafa estipula que la fundación será heredera «de todos sus bienes, derechos y acciones» y se «sufragará con dichos bienes o frutos».Trece años de inactividad

A pesar de que la última voluntad de Ruzafa Roig era crear una fundación con su nombre, de la que se debería haber encargado su sobrino Manuel Chapuli Ruzafa como albacea del testamento, lo cierto es que la misma nunca llegó a constituirse. El concejal de Patrimonio recordó ayer que la última de las dos usufructuarias de dichos bienes falleció el 11 de enero de 1997, fecha a partir de la cual deberían haberse iniciado los trámites para dar curso legal a la misma.
Llinares manifestó que la voluntad de Ruzafa de crear esta fundación fue trasladada en su día al Ministerio de Educación, que abrió un expediente administrativo y se remitió al Protectorado de Fundaciones de la Comunidad «sin que conste ninguna actuación por su parte». También criticó la «inactividad de los gobiernos municipales del PP» y dijo que existen tres informes de la Secretaría General del Ayuntamiento de 1997, 1998 y 2002, en los que se instaba a la constitución de la misma, a pesar de los cuales «ninguno de los últimos alcaldes del PP dio ningún paso» para ello.
El concejal señaló también ayer que el auto dictado por el juzgado y que nombra herederos a los familiares de Emilio Ruzafa, «va en contra de lo que disponía el testamento» y, además, «es manifiestamente contrario a los intereses generales». Por todo ello, y en condición de patrono de esa futura fundación, el alcalde reclama que sea el Protectorado del Registro de Fundaciones, como órgano competente, quien recupere el legado de Emilio Ruzafa y proceda a «constituir o a liquidar la misma».