EL ALCALDE «AMENAZA» COBRARLES

Maesba

La Cultura en nuestra ciudad es casi una quimera. Solamente existe muy pocas asociaciones, entre esta TRAMONTANA, que nos da la oportunidad de tener, de vez en cuando, un acto cultural. Cuando lean la nota mas abajo verán que el alcalde les dijo que había concejales que se manifiestan que se debe de cobrar una TASA MUNICIPAL a las poquísimas agrupaciones que realizan  esa meritoria y desinteresada labor en pro actos culturales y que lo hacen por propia voluntad.

El alcalde les dejo caer la «píldora» de esa pretensión de «un edil» no dice su nombre, pero es vergonzoso que la primera autoridad local haya «amenazado» por hacer CULTURA en la ciudad. Por ultimo yo pediría al alcalde nos diese un concierto con su charamita y poder decir que es amante de la cultura.

Las razones del alcalde

El pasado martes (y trece) varios componentes del Grupo Tramontana fuimos recibidos por el alcalde de Benidorm, quien, por sus muchas ocupaciones, tardó en darnos una cita. Y lo comprendo. Nos quejamos de que, cuando organizamos actividades (teatro, recitales de folklore, exposiciones de pintura…) no viene a vernos, y sí lo hacía cuando era un simple concejal. Y nos dijo que no puede asistir a todo. Lo comprendo, y nuestra queja no tenía sentido. Le dijimos también que, desde hace un año, somos una Casa Originaria de Castilla-La Mancha y podemos oficialmente celebrar el Día de la Región (hace unos meses le enviamos el documento acreditativo). Su respuesta es que no puede haber dos casas originarias en una ciudad. ¿Tendrá, de nuevo, razón? Le hicimos saber (pues parece que lo ignoraba) que las entidades festeras han recibido una subvención para este año por parte de la Concejalía de Fiestas. Su razonamiento es que Fiestas sigue un plan económico diferente y dispone de más dinero y que Cultura no lo hace porque no está en esa línea y que no tiene dinero. Casi seguro que tiene razón, pero no comparto en absoluto su razonamiento. Cuando le dijimos (y él lo sabe) que ofrecemos multitud de actividades gratuitas para diversión y culturización del pueblo (y visitantes) y que no recibimos ningún tipo de gratificación económica, nos contestó -y no le falta la razón- que el ayuntamiento pone las instalaciones (auditorios, centros sociales, la calle) y un funcionario que nos acompaña, amén de las señoras de la limpieza del día siguiente. Y terminó diciendo que alguien de la corporación había propuesto que las entidades pagaran un tanto por utilizar los espacios públicos; y que algún día llegará. Llegados a este término, nos despedimos de nuestro alcalde y salimos escopeteados por si nos exigía dejar un depósito en metálico por proponer cultura.

Manuel Palazón Martí