La democracia española es joven, apenas 40 años de rodaje. Ha gobernado el Centro, la Izquierda y la Derecha. Ha habido altenancia en el poder. Se ha gobernado con mayorías absolutas y con pactos. Hemos pasado de un país centralizado a uno de los más descentralizados del mundo. Hemos votado muchísimas veces en elecciones locales, autonómicas, nacionales y europeas. Nuestra democracia es homologable a la de cualquier país democrático.
Sin embargo, estamos en un momento crucial en la vida española, donde básicamente tenemos unos problemas que hay que atajar de una vez y para siempre. Y son:
1. El problema sangrante del paro de casi 6 millones de españoles
2. Deriva independentista de algunas comunidades autónomas
3. Desprestigio de nuestra clase política y altos niveles de corrupción.
4. Reforma de la Constitución y Leyes Electorales que profundicen en la garantía de derechos y deberes de los ciudadanos y en una sociedad más participativa y democrática.
5. Elaboracíon de leyes báscas y fundamentales, a nivel estatal, que dejen de ser de quita y pon, y estar al albur del partido que gobierne. Ejemplo: Ley de Educación.
Estos 5 puntos por citar los que considero más importantes.
Las perspectivas electorales augurán una fragmentacion del voto, tanto por la izquierda, como por la derecha. Esto conducirá a una gobernabilidad difícil. Va siendo hora de que nuestros políticos den la talla de verdad, que piensen más en sus electores y sus problemas, que en sus partidos y en sus propios intereses. Por eso no estaría de más, en España, hacer algo distinto a lo hecho hasta ahora. Por ello propongo que después de las elecciones generales se cree un gobierno de coalición entre los dos grandes partidos PP y PSOE, y por qué no, un gran gobierno de concentración, que saque a España, a sus 47 millones de habitantes, del atolladero en el que se encuentra. Al menos durante una legislatura
A grandes males, grandes remedios: GRANDES POLÍTICAS, GRANDES POLÍTICOS.

Francisco Javier Reverte Lledó