Pirueta del PNV a lo Vox: de presumir de un ‘lehendakari’ Hassan o Popescu a señalar la nacionalidad de los delincuentes

Los nacionalistas endurecen su discurso en seguridad apuntando a los extranjeros

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Josean IzarraVitoria

Vitoria

Actualizado Viernes

• País Vasco La Ertzaintza publica el origen de sus detenidos: el 64% son extranjeros

El consejero de Seguridad Bingen Zupiria -un político de la máxima confianza del ex presidente del PNVAndoni Ortuzar– tendrá que aclarar por escrito en breve por qué la Ertzaintza ha decidido ser la primera policía española que identifica el origen de los delincuentes. Su respuesta al expediente de oficio abierto por la defensora del Pueblo Vasco en funciones, Inés Ibáñez de Maeztu (PSOE vasco), concretará las explicaciones que durante el último mes ha ofrecido Zupiria para explicar por qué el PNV ha acabado aplicando una exigencia de Vox. Y lo hace para evitar que la única parlamentaria del partido de Santiago Abascal utilizara los datos que el Gobierno vasco le aporta. Una justificación que, sin embargo, no oculta la pirueta política de un PNV que el pasado abril veía en los migrantes a sucesores de su propio liderazgo y que ahora les sitúa en el foco del debate sobre el incremento de la inseguridad en Euskadi.

«El presidente del actual Euzkadi Buru Batzar (la dirección del PNV) se apellida Esteban Bravo. No sé quién será él o la siguiente y si se apellidará Agirregomezkorta, Martínez o García. O puede que Hassan, Diop o Iriarte. O quizá Popescu, pero su única patria será Euskadi», proclamó Aitor Esteban el pasado 20 de abril en la plaza Nueva de Bilbao. En su primera intervención como presidente del PNV, Esteban lanzó un guiño al papel de los extranjeros residentes en Euskadi que rivales políticos como el PP vasco y Vox utilizaron para cuestionar la «pérdida de identidad» del partido creado por Sabino Arana en 1895. Seis meses después, el PNV justifica en aras de la «transparencia» que la Policía vasca incluya en sus comunicaciones y estadísticas el origen de detenidos e investigados, presiona al gobierno de Pedro Sánchez para que «aborde el fenómeno de la multirreincidencia» y sus alcaldes de San Sebastián y Bilbao han reclamado a la Policía Nacional que sus policías locales accedan al historial de los delincuentes.

La mano dura contra la delincuencia -sin diferenciar entonces entre nacionalidades- la exhibió Imanol Pradales cuando aspiraba a ser lehendakari bajo la presión en las encuestas de EH Bildu. «Vamos a reforzar la seguridad en este país con mas prevención y también con tolerancia cero hacia el delincuente», se comprometió Pradales en plena campaña electoral durante un acto en Bilbao, la ciudad vasca en la que la inseguridad ya es el problema que más preocupa a sus ciudadanos. Su victoria por la mínima ante Bildu en las urnas (por 29.000 votos) y la renovación del pacto con el PSOE vasco le abrieron a Pradales las puertas de Ajuria Enea.

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El lehendakari confío en Zupiria -consejero de Cultura con Urkullu– el Departamento de Seguridad con el objetivo urgente de alcanzar una paz sindical y comenzar la readecuación de la Ertzaintza para combatir la inseguridad. Una realidad que cala en todos los sectores de la población. Pradales ha visto en los sondeos de su gabinete como estudios sociológicos reflejan que en febrero de 2024 la inseguridad era la quinta preocupación. En julio de 2025, ya era la cuarta, duplicando los registros. Solo la falta de vivienda, la sanidad y el paro preocupan más a los vascos.

Con el incremento cuantitativo de los delitos, el PNV aparcó el argumentario de que la inseguridad era una «percepción» social para asumirla como prioridad. El consejero Zupiria acusó a los «extranjeros sin arraigo» por llevar armas blancas y advirtió de que hay 1.500 migrantes en esta situación de desamparo. Volcado desde el mes de julio en una ronda de reuniones por ciudades y comarcas para conocer de primera mano la realidad, el jefe político de la Policía vasca ya no oculta nada sobre la delincuencia en Euskadi.