Los 40 y
Eran todo cadáveres, eliminados por Pedro Sánchez, Ayuso y el suicidio asistido. Pero ahora hay una esperanza para ellos. A partir de hoy

Actualizado Viernes, 14 noviembre 2025 – 00:01
Todos eran cadáveres. Ilusos que creían saber lo que era el poder y resulta que el poder es para profesionales. A Podemos se lo comió Pedro Sánchez con su beso de Conde don Julián, a Pablo Iglesias lo remató Ayuso en su órdago electoral; a Errejón, la testosterona; a Yolanda Díaz la devoró la intrascendencia y a Irene Montero… a Irene Montero, ella misma. Pero Zohran Mamdani los va a resucitar con mando a distancia, como el Rey de la Noche de Juego de Tronos.
Su victoria en Nueva York es lo que necesitaba la izquierda europea, que cuando se agota mira hacia la América para copiarla como si fuera una fábrica china. Nuestros políticos replican sin pudor un eslógan, una consigna y si hace falta hasta un virus. En política, pensamos que un Big Mac sabe igual en Manhattan que en Chamberí, cuando no es así. La agenda Mamdani combina medidas radicales con un discurso sobre el genocidio de Gaza.
Para empezar, este hombre tiene frescura (su anuncio para los hispanos es de alguien con sentido del humor, cualidad poco habitual en el progresismo patrio) y presenta complejidades que aquí se nos escapan. Él es musulmán, sí, pero de la minoría chiíta (pobre María Barranco), y aunque ataque a Netanyahu nada tiene contra los judíos. Sus orígenes familiares, que van de Uganda a la India, le hacen aún más neoyorquino, cuando aquí eso sería una rémora sospechosa, porque no hay nada más neoyorquino que ser ecuménico y él lo es.
Trump es excesivo y Mamdani también. Eso es lo que pide el mundo de hoy.: volantazos y mucho gas.
La nueva esperanza roja apostó su campaña al problema de la vivienda, que es lo que hay que hacer, porque es lo que interesa a los jóvenes, sean del Barrio del Pilar, Poble Nou o Queens. En España el único que se ha enterado de eso es Gabriel Rufián, que saca el tema en cada comparecencia. Los demás aún no se han dado cuenta de que el precio de los pisos enterrará gobiernos autonómicos y nacionales del signo que sean.
A Mamdani lo van a imitar hasta el paroxismo sin que se sepa todavía si va a ser un buen alcalde. Somos así. Se lo querrán apropiar todos, de los comunistas a los independentistas, pasando por el mismo Sánchez, que pronto buscará forzar una foto con él en un ascensor. Alguno le va a copiar hasta la corbata fina.
En Reino Unido, donde primero llega la influencia americana, el líder de los Verdes, Zack Polanski, ya se proclama aspirante a clon. En España, pronto también se abrazará el mamdanismo. En las próximas elecciones escucharemos propuestas con aroma a Pacto de Varsovia acogidas con entusiasmo por esa juventud que aún no se ha pasado a Vox en su hartazgo de la ortodoxia. Como Mamdani, se venderá al pueblo la congelación de los alquileres, los viajes en autobús y cuidado infantil gratuitos y la subida de los impuestos a los ricos.
Cuando se creía que la aparición mariana era Rosalía resulta que es este hombre entusiasta. América mola. Cosas de la fe. No sería de extrañar que en Canal Red algún cortetulio grité marcialmente las 4EMEs como si fuera una consigna loca de comunista afgano: «¡Menos Motomami, más Mamdani!».
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