El Estado pierde 170 millones en Bolsa con Telefónica con el primer plan estratégico que impulsa desde que es el principal accionista
Sánchez muestra que su operación de entrada en el capital era de poder, porque las nuevas medidas del grupo van teóricamente contra su ideario
- 39 comentarios

Carlos SegoviaMadrid
Madrid
Actualizado Martes, 4 noviembre 2025 – 22:50
Había gran expectación por el primer plan estratégico de Telefónica desde que el Estado ha vuelto ser el primer accionista de la mano del Gobierno de Pedro Sánchez y, tras la presentación, batacazo.
Cayó en Bolsa un 13,12% -un desplome no visto desde los días de pandemia- e implicó una pérdida de valor de la propia participación del Estado en la operadora de 170 millones de euros. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) compró su 10% actual por 2.285 millones a un precio medio de 4,03 euros y ahora vale 2.115 millones al cerrar a 3,73 euros.
A la espera de evolución bursátil, se demuestra que la operación de Sánchez de entrar en Telefónica era de poder y presencia en una gran empresa del Ibex, más que la de definir su orientación industrial, porque buena parte de lo que encierra el plan va teóricamente contra el ideario de su Gobierno. Incluye recortes de personal, venta de filiales en países de habla hispana estratégicos para España, alto esfuerzo inversor para conseguir costosos derechos deportivos… Son más bien medidas atribuibles al sector privado de las que suele descalificar Yolanda Díaz.
Sin embargo, según el temerario presidente de Telefónica, Marc Murtra, -nombrado en Moncloa el pasado enero- son las medidas necesarias para sanear la operadora y prepararse en buenas condiciones para el baile de fusiones en Europa que da por seguro.
Tiene razón Murtra en que «a veces los mercados son muy ruidosos» y que no hay que mirar la Bolsa en una sola sesión, pero el hundimiento es suficiente como para sembrar dudas sobre si el plan es claro y acertado. Lo que desprende ahora el plan es que Telefónica que se empequeñece y no da seguridad sobre su rentabilidad futura al ligar sus dividendos a un nebuloso flujo de caja. Apuesta por una fusión hasta ahora ignota, no se define el futuro de negocios como el de Telefónica Tech y la deuda -que ya es más elevada que la de los competidores- aumenta.
El ejecutivo catalán había sorprendido gratamente a los mercados hasta ahora al tomar decisiones rentables de venta de filiales y no entrar en aventuras televisivas monclovitas, pero toda la revalorización del año se esfumó ayer y cerró un 7% por debajo que cuando aún era presidente su antecesor, el cesado José María Álvarez Pallete. Murtra presentó a Pallete ayer como un cobardica cortoplacista e irrealista. No lo mencionó expresamente, pero dijo que en la herencia recibida había «divergencia entre la visión estratégica y el contexto de negocio, aversión a tomar decisiones difíciles, gran complejidad organizativa y operativa, escasa flexibilidad financiera, lentitud en la ejecución, excesivo cortoplacismo y costes que crecen más rápido que los ingresos».
Murtra dice contar, en todo caso, no sólo con el apoyo del Gobierno y de la saudí STC -que entró a 3,75 euros-, sino de Criteria, que preside Isidro Fainé. Llamativo, porque éste anunció en la víspera que apuesta por empresas con buen dividendo para la obra social de la Caixa. ¿Encajará la Telefónica futura en ese perfil? La pregunta flota en los mercados. De momento, no ya Criteria, sino STC y la Sepi perderán 85 millones cada uno del dividendo previsible para 2026. Murtra pide paciencia.
Categorías:Uncategorized











