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Abrir en navegador Encarni Bao AguirreLunes 13 de octubre de 2025 Demasiado tarde, demasiado rápidoBuenas tardes:El plan acordado por Estados Unidos e Israel para terminar con la destrucción de Gaza ha visto cumplido hoy uno de los objetivos que esgrimía Benjamín Netanyahu para prolongar durante dos años la ofensiva contra la Franja: la recuperación de los rehenes que permanecían en manos de Hamás. La veintena de secuestrados que lograron sobrevivir están ya con sus familias y todo el país se siente reconfortado. La recuperación de los restos de los fallecidos llevará más tiempo. Los casi 2.000 presos palestinos que Tel Aviv acordó excarcelar a cambio recobran la libertad en otro clima, sin que sus familias puedan celebrarlo o hacer declaraciones a los medios. En la mayoría de los casos, salen de prisión y encuentran un escenario apocalíptico.El llamado ‘plan de paz’ de Donald Trump ha desatascado a toda prisa un capítulo muy sensible. Resulta inevitable preguntarse si el presidente de EE UU, que se declara empeñado en terminar con todas las guerras, reales o imaginarias, no pudo acometer antes una iniciativa que, según mediadores en las negociaciones, no obstaculizaba tanto la milicia palestina como el primer ministro israelí. La alegría de esta jornada pronto dejará paso a los verdaderos desafíos: el desarme de Hamás, la retirada efectiva del ejército hebreo y el futuro de Gaza y sus habitantes. Y retos tan inmediatos como la atención a los miles de gazatíes que vagan entre ruinas, buscan con las manos los cadáveres de familiares entre los escombros de las que fueron sus casas. La ayuda de la ONU por fin va entrando, aunque todavía de forma insuficiente. ‘El pacificador’Donald Trump vive hoy una jornada a la medida de su ego. Llegó a Tel Aviv cuando los rehenes ya estaban libres. Recibió las ovaciones del Parlamento israelí, al que obsequió con un discurso de 65 minutos. «No es solo el fin de una guerra, sino el amanecer histórico de un nuevo Oriente Próximo», «El alto el fuego es un triunfo increíble para Israel y para el mundo», el presidente prodigó a su auditorio frases de este tenor. Hubo también momentos estupefacientes, como cuando pidió al presidente Isaac Herzog «el perdón» para Netanyahu por los casos de corrupción que investiga al justicia de su país.Una vez más, Trump dio acceso a su limusina a un acusado de crímenes de guerra. Lo hizo con Vladímir Putin en Alaska, y tuvo la misma deferencia con el primer ministro hebreo. Se supone que en el trayecto entre el aeropuerto Ben Gurión y el Parlamento, Trump animó a Netanyahu a acudir a la cumbre que, horas después en Egipto, acogió la firma de ‘la paz’. Incluso se anunció su presencia en Sharm-el-Sheij, que habría resultado muy incómoda para varios de los asistentes. El avión del presidente turco demoró el aterrizaje hasta que se supo que el ‘premier’ hebreo no podía perderse la festividad de Simchat Torah que comienza esta noche. Ni soportar la acometida de sus socios ultras en el Gobierno por compatir escenario con el presidente palestino, Mahmud Abás.Sí acudió a Sharm-el-Sheij el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Y eso que es enemigo de mezclar deporte y política. Trump con Infantino, el presidente de la FIFA.Acceso a Gaza yaA la entrada de los camiones de la ONU debe acompañar, lo antes posible, el libre acceso a Gaza de los medios internacionales. El asesinato la noche del domingo del periodista palestino Saleh Aljafarawi recuerda que más de 250 informadores han perdido la vida durante la ofensiva de Israel contra la Franja. Y, ahora más que nunca, la situación de sus habitantes necesita testigos.Aljafarawi fue secuestrado, golpeado y finalmente víctima de siete disparos que algunas fuentes atribuyen a milicias rivales de Hamás. No pudo abrazar a su hermano Naji, liberado hoy de una cárcel israelí. La inseguridad en Gaza y los episodios de enfrentamiento civil plantean otro serio desafío, para las fuerzas todavía ocupantes y para el diseño de la administración futura.Vuelta a UcraniaDonald Trump encuentra tiempo estos días para Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano habría logrado interesarle en su exitosa campaña contra instalaciones energéticas en Rusia, que ha llevado al país invasor a adoptar recortes de combustible e incluso a importar gasolina. Parece que el viernes se verán de nuevo en la Casa Blanca, con la reclamación de misiles Tomahawk por parte de Kiev en la agenda. Ucrania los quiere y Trump no acaba de decidirse. Lo que es peor, parece que baraja recabar la opinión de Putin. Algo así como ‘o paras la guerra o le doy los proyectiles a Zelenski». En el pasado, el Kremlin lograba atraer al estadounidense a su narrativa.Quizá esta vez la suerte de Moscú empiece a cambiar y Putin deba aflojar en la ‘guerra híbrida’ que mantiene en vilo a los países europeos y de la OTAN. Estonia cerró su paso fronterizo de Saatse el viernes después de la aparición de ‘hombrecitos verdes’ en el lado ruso. El triste recuerdo de las fuerzas invasoras sin distintivos que precedieron a la anexión de Crimea provocó un escalofrío. El ministro estonio de Exteriores trató de tranquilizar el domingo. Según Margus Tsahkna, una carretera de su país «cruza brevemente» al otro lado por «una anomalía histórica. El tráfico se detuvo el viernes «para evitar incidentes» y a largo plazo se dispondra una ruta alternativa. «Los rusos actúan con más visibilidad que antes pero la situación está bajo control». Ojalá. |
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‘El pacificador’Donald Trump vive hoy una jornada a la medida de su ego. Llegó a Tel Aviv cuando los rehenes ya estaban libres. Recibió las ovaciones del Parlamento israelí, al que obsequió con un discurso de 65 minutos. «No es solo el fin de una guerra, sino el amanecer histórico de un nuevo Oriente Próximo», «El alto el fuego es un triunfo increíble para Israel y para el mundo», el presidente prodigó a su auditorio frases de este tenor. Hubo también momentos estupefacientes, como cuando pidió al presidente Isaac Herzog «el perdón» para Netanyahu por los casos de corrupción que investiga al justicia de su país.Una vez más, Trump dio acceso a su limusina a un acusado de crímenes de guerra. Lo hizo con Vladímir Putin en Alaska, y tuvo la misma deferencia con el primer ministro hebreo. Se supone que en el trayecto entre el aeropuerto Ben Gurión y el Parlamento, Trump animó a Netanyahu a acudir a la cumbre que, horas después en Egipto, acogió la firma de ‘la paz’. Incluso se anunció su presencia en Sharm-el-Sheij, que habría resultado muy incómoda para varios de los asistentes. El avión del presidente turco demoró el aterrizaje hasta que se supo que el ‘premier’ hebreo no podía perderse la festividad de Simchat Torah que comienza esta noche. Ni soportar la acometida de sus socios ultras en el Gobierno por compatir escenario con el presidente palestino, Mahmud Abás.Sí acudió a Sharm-el-Sheij el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Y eso que es enemigo de mezclar deporte y política.
Trump con Infantino, el presidente de la FIFA.Acceso a Gaza yaA la entrada de los camiones de la ONU debe acompañar, lo antes posible, el libre acceso a Gaza de los medios internacionales. El asesinato la noche del domingo del periodista palestino Saleh Aljafarawi recuerda que más de 250 informadores han perdido la vida durante la ofensiva de Israel contra la Franja. Y, ahora más que nunca, la situación de sus habitantes necesita testigos.Aljafarawi fue secuestrado, golpeado y finalmente víctima de siete disparos que algunas fuentes atribuyen a milicias rivales de Hamás. No pudo abrazar a su hermano Naji, liberado hoy de una cárcel israelí. La inseguridad en Gaza y los episodios de enfrentamiento civil plantean otro serio desafío, para las fuerzas todavía ocupantes y para el diseño de la administración futura.Vuelta a UcraniaDonald Trump encuentra tiempo estos días para Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano habría logrado interesarle en su exitosa campaña contra instalaciones energéticas en Rusia, que ha llevado al país invasor a adoptar recortes de combustible e incluso a importar gasolina. Parece que el viernes se verán de nuevo en la Casa Blanca, con la reclamación de misiles Tomahawk por parte de Kiev en la agenda. Ucrania los quiere y Trump no acaba de decidirse. Lo que es peor, parece que baraja recabar la opinión de Putin. Algo así como ‘o paras la guerra o le doy los proyectiles a Zelenski». En el pasado, el Kremlin lograba atraer al estadounidense a su narrativa.Quizá esta vez la suerte de Moscú empiece a cambiar y Putin deba aflojar en la ‘guerra híbrida’ que mantiene en vilo a los países europeos y de la OTAN. Estonia cerró su paso fronterizo de Saatse el viernes después de la aparición de ‘hombrecitos verdes’ en el lado ruso. El triste recuerdo de las fuerzas invasoras sin distintivos que precedieron a la anexión de Crimea provocó un escalofrío. El ministro estonio de Exteriores trató de tranquilizar el domingo. Según Margus Tsahkna, una carretera de su país «cruza brevemente» al otro lado por «una anomalía histórica. El tráfico se detuvo el viernes «para evitar incidentes» y a largo plazo se dispondra una ruta alternativa. «Los rusos actúan con más visibilidad que antes pero la situación está bajo control». Ojalá.










