Benidorm

Desconozco la solución pero sí cual es el problema

Desconozco la solución pero sí cual es el problema

 28/09/2025  Noticias

Leopoldo Bernabeu

Llegó a la secretaría general de su partido tras un demostrado pucherazo. Nos mintió cuando dijo que no gobernaría con Podemos y hoy el karma le anuncia que ellos serán su tumba. Pactó con los asesinos de sus compañeros aunque lo negó más veces que Pedro a Jesús antes de ser crucificado. Aprobó la ley que ha permitido poner en la calle a miles de violadores y compró después en el chino las pulseras que debían proteger a las mujeres maltratadas. No ha construido ni una sola de las cientos de miles de viviendas públicas que ha prometido. Controla la Fiscalía General, la Abogacía del Estado y el Tribunal Constitucional. Ha colonizado organismos, instituciones y empresas públicas. Indultado primero y amnistiado después a los delincuentes que dieron un golpe de Estado en Cataluña. Desprotegido la seguridad jurídica de la vivienda consiguiendo crear el mayor caos que se vive hoy en España….

Nos hace falta mucha reflexión y para conseguirla hace falta tiempo, también bastante. Sin tiempo para la reflexión no hay paz, y sin paz, sin la necesaria tranquilidad, es improbable que concluyamos en nada que no sea precipitado. No es improbable, es seguro. No es un juego de palabras, es parte de una sibilina estrategia tan bien organizada que, además de reflexión, tiempo y paz, nos avisa que es necesaria la experiencia que nos dan los años para poder llegar a captarla primero, y entenderla después. No se me ocurre mejor manera de resumir mi momento de inspiración para concluir que los españoles estamos, como el que no quiere la cosa, enrocados en la rueda del ratón, discutiendo unos contra otros, sin pararnos un instante para concluir que, a pesar de ese sin vivir, no cambia nada. Que de eso se trata, que discutamos sin parar, que nos olvidemos que la vida puede ser mucho más sencilla, feliz y entretenida. Alguien dijo, no hace demasiado tiempo, que interesaba generar tensión. ¿Recuerdas aquel micrófono abierto?.

Si digo que Pedro Sánchez es un psicópata, lo normal es que algunos de los que me leen, deduzcan que soy un maldecuado facha que falta el respeto a nuestro presidente del Gobierno. Si digo que la psicopatía es un trastorno de la personalidad caracterizado por una anomalía de orden psicológico en el que las funciones perceptivas y mentales no se ven mayormente afectadas, pero se advierten alteraciones graves de la conducta social de la persona, acabo de decir lo mismo sin que suene tan grosero, concluyendo algunos de esos malpensados que algo de razón existe.

Si tuviera dotes de gran literato no me haría falta subrayar que la última de mis intenciones es contribuir a polarizar todavía más la situación social que vive mi país, pero no lo soy. Además siento la obligación, después de dedicar mis habituales horas diarias a repasar la actualidad, que no cambia absolutamente nada, algo que ya he dicho. Un psicópata no siente la presión que se genera a su alrededor. Cualquiera de nosotros, en la situación personal de Pedro Sánchez, habría dimitido o fallecido de un infarto de miocardio. Es agobiante el calvario que se cuece a su alrededor. En él, apuesto lo que quieran, hasta el demacrado aspecto físico forma parte del espectáculo. Su estrategia sigue adelante con paso firme mientras la oposición, parte de la prensa y un alto porcentaje de ciudadanos, creen que está planteándose la posibilidad de adelantar elecciones y poner fin a este agónico episodio que está viviendo España. Ni de broma. No sólo no se lo ha planteado nunca, tampoco cuando nos endilgó sus sublimes cartas de amor, sino que ahora además, no puede. Es consciente, un psicópata no es ningún retrasado, que su única posibilidad de no acabar en un banquillo o exiliado en algún remoto país, es mantenerse en el poder a toda costa.

No sólo es que no tenemos presupuestos generales ni están a la vista los siguientes, lo que supondría la anomalía de un tercer año sin cuentas públicas, sino que continuamos sin cumplir la sentencia del Supremo que obliga a distribuir a los menas hacinados en Canarias al tiempo que siguen llegando a razón de 200 inmigrantes más a diario, y permitiendo que los independentistas catalanes, esos que le sirven de respirador artificial, insulten a los andaluces por el mero hecho de haber rebajado impuestos a sus ciudadanos, al igual que han hecho para madrileños y valencianos. Pero claro, ¿qué es eso de bajar impuestos en un país cuyo principal mérito es la confiscación fiscal y la esquilmación del contribuyente?. Llevamos varios años recaudando cifras históricas y aun así la deuda no deja de aumentar. El día que se cierre ese mismo grifo que ya da síntomas de agotamiento, veremos por donde salimos.

Nada le afecta, téngalo por seguro. Acaba de dar contratos a Indra, empresa sospechosa de haber manipulado el voto por correo en las últimas elecciones generales y cuyo presidente dio el salto a Telefónica para poder controlar nuestra principal tecnológica, para fabricar carros de combate sin ninguna experiencia. Le da igual todo, créame. Quiere controlar lo que decimos, lo que votamos y, si todo se le complica, el poder militar. Llegó al poder tras una moción de censura para defendernos de los corruptos. Hoy dirige el ejecutivo con más causas de corrupción de la democracia, ejerce una presión sobre la judicatura similar a países bajo dictadura, machaca al poder mediático que no le sigue la cuerda y sigue adormeciendo al pueblo con subvenciones sin freno y que cada día sea más amplio el club de “dame pan y dime tonto”. Sinceramente, no sé donde está la solución, lo que no me impide ver donde está el problema. Estamos en manos de un psicópata.