Los buenos datos que está cosechando el segmento hotelero se ha topado de pleno con el preocupante mensaje de turismofobia. El empresario de Benidorm se muestra optimista respecto a los resultados, pero saca su lado más crítico ante una coyuntura en la que la inacción de las administraciones sale a relucir y eso va desde las comunicaciones, las suspensiones de licencias o el Imserso. Como alternativa, pedagogía y datos.

Ana Jover
Alicante31 AGO 2025
¿Cómo acaba la temporada de verano o cómo va a acabar?
Muy bien. En líneas generales, la Comunitat Valenciana acaba en cifras muy similar al año pasado, en algún punto incluso superior. La única ciudad que se deja un cierto margen negativo es València. Desde la dana no ha habido manera de recuperar la tendencia natural de la ciudad. Es algo que nos empieza a preocupar porque incluso septiembre y octubre ya vemos que el ritmo de ventas es menor del que debería.
En ámbito internacional, ¿se está dando la deseada diversificación?
Sí, el trabajo que se está haciendo está dando sus frutos. Hemos crecido muchísimo en el norte de Europa, pero también en el Este. Ahora vemos cada vez más vuelos de Bulgaria, Rumanía y Polonia, sobre todo. En cuanto al británico, hay que tener en cuenta que más del 90 % se divide entre Benidorm y Calp, bueno y también en el sur, donde hay bastantes residentes.
¿Es el momento de reabrir el debate de la tasa turística?
No, en absoluto. Le pongo el ejemplo de València ciudad, que es, quizás, donde más se expuso el tema porque la quería el exalcalde Ribó. En Fallas, si no me equivoco, cada día visitan las fiestas un millón de personas. En València, hay 22.000 habitaciones, así que pongamos que son triples: llegan unas 66.000 personas. ¿Se les va a cobrar la tasa turística a esas y no al resto del millón? No es una tasa turística, es un impuesto a los hoteles. Creo que este gobierno lo tiene más que claro. Si un día cambia el gobierno, esperemos convencerlos de que esto es un gran error.
València no termina de recuperarse tras la dana. ¿Van a proponer alguna iniciativa? ¿Promoción?
Es un camino. En breve, nos van a entregar un estudio demoscópico que encargamos a Llorente y Cuenca sobre la percepción de la marca. La dana y todo lo que ha ocurrido después ha afectado. Ver continuamente València de manera negativa en todos los informativos, en todos los sitios, nos está arrastrando. Le diría que veo al Ayuntamiento de València muy acomplejado, como que les cuesta manejar el fenómeno turístico. Están siempre sobreanalizando y sobrevalorando electoralmente cualquier medida y están inseguros. Si no se dan cuenta del daño que se le hace a la ciudad, pues apague y vámonos. Por eso necesitamos datos y estudios para pactar con ellos un plan de choque para la ciudad.
¿Comparten con Aptur que las suspensiones de licencias son injustificadas?
Sí. Por un lado, valoramos positivamente que una ciudad, por un fenómeno turístico, pida un tiempo muerto para reflexionar y tomar medidas. Sin embargo, se están sobrerreaccionando a partir de ciertas noticias. Se actúa de manera muy electoralista y se opta por parches; pero estos solo valen para un tiempo. Luego, si no actúas, te explota en la cara y creemos que es lo que va a ocurrir. En ningún momento, ni en Valencia, ni en Alicante han hablado con nosotros y es llamativo, porque cuando les interesa, sí lo hacen.
¿Cómo son las relaciones con el Consell?
Muy buenas. Hemos tenido la suerte de encadenar muchos gobiernos con una interlocución muy buena, aunque la traición de la tasa turística, fue una «ganivetà».
¿Y con el Gobierno central?
Depende del área. Con Turismo, la interlocución y la colaboración es buena. Con el Ministerio de Malestar Social, fatal y con Trabajo, mal, aunque la interlocución corresponde más a la CEV.
¿Afecta el factor de ola de calor y otros fenómenos climatológicos?
No me gusta nunca hablar en positivo del cambio climático y las olas de calor, porque son algo negativo, pero es verdad que a nuestro negocio redunda positivamente. Quiero decir que si hay una ola de calor no se da solo en l’Alfás o Torrevieja. Afecta a media España. De todas maneras, no le afecta igual al turista que a los que estamos trabajando. En ese sentido, somos como un refugio climático.
Al principio de este mes de agosto, por sus datos, parecía que se evitaba la expresión «lleno técnico». ¿Es una impresión equivocada?
Desde un punto de vista comunicativo, lo que queremos hacer es incidir en muchos más indicadores más allá del del puro y duro de la ocupación, que es el tradicional. El éxito depende de otros factores. Es el caso de la productividad o la creación de empleo. Creemos que la gente se lleva a engaños, porque cuando hablas de plena ocupación, hay que tener en cuenta, por ejemplo, que Alicante apenas tiene 10 000 plazas hoteleras. Luego, no estamos hablando ni mucho menos de una masificación.
¿Está superada la pandemia?
Sí, los últimos créditos ICO se han acabado de pagar ahora. Hablamos que este, el 2025, sería el primero a cuenta del propio sector, si bien es verdad que no tenemos más rentabilidad que teníamos antes de la pandemia, pero prácticamente hemos recuperado los márgenes que teníamos antes. Aún así hay aumentos preocupantes de costes sobre todo en temas fiscales.
La planta hotelera ha mejorado y ya prácticamente no quedan hoteles de 3 estrellas, caso de Benidrom. ¿Los precios seguirán subiendo?
Casi con toda seguridad, porque la demanda va a crecer. La oferta de plazas no lo hace, al menos en España, donde hay menos planta hotelera que en 2019.
Si es así, ¿dónde tiene cabida el turista joven?
Los jóvenes lo tienen muy mal en este país; pero no para viajar, sino para comprarse una casa, o planificar una vida. Son circunstancias que nos superan. Creemos que hay tipologías de alojamiento que deberíamos de impulsar, como son los hostels, donde se da una normativa muy mala. Esta modalidad no se ha desarrollado prácticamente, cuando en Europa es un producto muy extendido que la gente joven lo usa mucho. Además, es un producto con el que se puede, de una manera legal, combatir la oferta ilegal que algunas plataformas han explotado.
Para cerrar 2025, ¿con qué previsiones se trabaja?
Es un año de récord seguro, pero lo que ocurre con esta palabra es la que gente obvia que al final de septiembre cierran muchos hoteles. Es que Gandía, con la playa que tiene, en octubre está todo muerto y en el sur de la provincia en muchos casos es lo mismo.
¿Muchos?
Sí, sí, muchísimos, demasiados, por eso nuestra pelea, por ejemplo, con programas como el Imserso, que vemos cómo se lo quieren cargar. Se piensa en Benidorm, por perjuicios, pero el Imserso tiene sentido en Peñíscola, Guardamar, l’Alfàs del Pi, Gandia, entre otros.
Hosbec es muy crítico con el programa, ¿qué queda del turismo social?
La labor social la hacemos los hoteles, no el ministerio. Esa es la gravedad del tema.
¿En qué sentido?
Pues porque lo financiamos nosotros. En ese Ministerio, hay un problema cultural grave: hacen viajes para los mayores, pero no saben de viajes y en vez de escuchar y colaborar con las agencias de viaje, con los transportistas, con los hoteleros y hacer un programa sostenible, hacen lo que a ellos les parece. Igual con buena intención, pero claro, desde la ignorancia. Lo que al final están consiguiendo es que el programa vaya a menos y van a acabar con el programa.
Pero, ¿están participando los hoteles de, por ejemplo, Guardamar, porque Benidorm cada vez lo hace menos según sus datos?
Benidorm antes era el 80 % del programa de toda la Comunitat Valenciana, pero ahora ni de lejos. El gran fracaso del Imserso es que hay hoteles que prefieran cerrar que trabajar con ellos. La filosofía del programa es la contraria. El problema es que el interlocutor político que tenemos no escucha. Solo hay dos posibles soluciones: o crece el presupuesto o aumentar la aportación del usuario. Se puede hacer en función de la renta. El Estado solo pone el 25 % del presupuesto y es el que manda. Pero también ocurre que ni los mayores ni los empresarios hoteleros estamos en el electorado, probablemente, de Sumar. Somos el enemigo y ahí se equivocan. Igual hay que hacer un Imserso para los jóvenes, que ahí sí creo que tiene electorado Sumar.
¿Se puede separar la crisis de la vivienda de ese mensaje de turismofobia?
El germen viene ahí, de la comercialización online con las grandes plataformas que llegaron hace unos 15 años, donde se ha pasado de apenas 10 000 plazas a más de 440.000. Nosotros hemos crecido menos de un 5 %. Se ha descompensado. No obstante, el problema de la vivienda es mucho más profundo.
¿Qué se puede o pueden hacer?
A partir de la percepción, lo primero es la pedagogía y no meternos todos en el mismo saco. El turismo es muy amplio y hay mucha tipología. Si mira el inventario, es fácil ver que el problema está en los que operan ilegalmente.
¿Tan difícil es acabar con esa ilegalidad?
Pues parece ser que sí. De hecho, la Comunidad Valenciana hizo una normativa donde los ayuntamientos pueden pedir la competencia de inspección y sanción para que la Policía Local pueda actuar y solo Benidorm y Valencia han pedido esa competencia.
¿Hay problemas para fichar personal cualificado? ¿Se están mejorando los salarios?
Se ha hecho muchísimo esfuerzo. En líneas generales, la evolución de los últimos años es que el trabajador del sector está ganando poder adquisitivo con respecto al IPC. El problema que tenemos es que falta masa crítica, falta gente en España, no solo en el sector turístico, en todos. Se van jubilando. Por eso, pensamos que hay que tener una política de inmigración activa legal, por supuesto, la ilegal no es admisible en ningún caso, pero sí que deberíamos de empezar a pensar en importar trabajadores con formación o formándolos aquí.
Por último, sobre las ‘fake news’. ¿Se han visto afectados?
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Claro. Siempre hay serpientes de verano que intentamos controlar. En julio, se trató de vender la idea de que todo el turismo de borrachera de Magaluf se había trasladado a Benidorm. Es absolutamente mentira. Ahí el equipo de Visit Benidorm está muy pendiente de todo lo que sale y colaboramos mucho precisamente para controlar ese tipo esas noticias falsas.
«En otras zonas sí es más llamativa la caída del cliente nacional»
¿Creen en Hosbec que hay un peligro de que el aeropuerto de Alicante alcance su tope?
Ya hay momentos del año en que está muy saturado. Desde luego, a efectos de comunicaciones es un desastre. No sé si en Europa hay algún aeropuerto peor comunicado, porque taxis, autobuses … es surrealista. El Consell tiene que tomar medidas, porque estamos haciendo un ridículo monumental con el tema del transporte. Hacemos esfuerzos multimillonarios en promoción exterior, en pedirle a AENA segundas pistas y no somos capaces de poner taxis en la puerta, ni VTC, porque no sé a quién le da miedo decir las cosas como son. Respecto a AENA y la ampliación, es verdad que la segunda pista no es una necesidad a día de hoy y que se están haciendo trabajos de mejora; pero hay que empezar a poner ya esa segunda pista en un horizonte temporal razonable.
¿Y en cuanto al turista nacional, hay fuga?
No sabemos exactamente qué está pasando con el cliente nacional, porque tampoco los vuelos están carísimos y tampoco se estén yendo fuera de España. Por lo tanto, probablemente o viajan a casa de familiares o visitan amigos. Los últimos datos es que más del 60 % de los viajes y de los turistas no pasa por una recepción. No obstante, estamos en línea con el año pasado. No hay un descenso preocupante en la Comunitat Valenciana, ni muchísimo menos, pero es verdad que hay otras zonas de España donde sí es llamativo.
Cuándo oye las críticas por la dependencia de Alicante del sector servicios ¿Qué interpretación hace?
Insisto en la pedagogía. El turismo es un tren de muchos vagones. La cadena de valor turística es enorme. El vagón, la locomotora, es el alojamiento y las aerolíneas, pero hay muchos más. En esa locomotora, los salarios no tienen nada que ver, por suerte, del resto de vagones. Qué se imputa a los hoteles. ¿Solamente los camareros y las camareras de pisos? Porque tenemos ingenieros, directores de hotel, de marketing, arquitectos, interioristas … pero, en absoluto, tenemos malas condiciones laborales, todo es lo contrario.
Este se han acercado a la Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante (APHA). ¿Hay más cooperación?
No. Lo que se habló con APHA y con Luis Castillo es que ellos iban a pedir activamente que Hosbec entrara en el Patronato Turismo de Alicante, lo cual no ha hecho y nosotros íbamos a facilitarle la entrada en CEHAT, lo cual sí hemos hecho.
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