Imagen de archivo del puerto de Tánger Med.EP
Tánger Med refuerza su posición en el Estrecho y se consolida como socio preferente de EE. UU. en el tráfico transatlántico
Los barcos que hasta hace pocos meses descargaban en Algeciras, ahora cruzan el Estrecho para atracar en Tánger Med. El traslado por parte de Maersk de su servicio MECL –que conecta la India, Pakistán y Oriente Próximo con la costa este de Estados Unidos– supone un golpe estratégico para España. La ruta movía unos 750.000 contenedores al año y reforzaba el papel de Algeciras como uno de los grandes hubs del Mediterráneo occidental.
El cambio llega tras un episodio que ha tensado al máximo la relación entre Madrid y Washington. En noviembre de 2024, el Gobierno español denegó el atraque en Algeciras de dos buques estadounidenses –el Maersk Denver y el Maersk Seletar– sospechosos de transportar armamento con destino a Israel. La decisión respondió a las denuncias de Izquierda Unida y Sumar, pese a que la naviera aseguró que los barcos cumplían con las normativas internacionales y no llevaban material bélico.
La Comisión Federal Marítima de Estados Unidos (FMC) abrió en diciembre una investigación para determinar si esta actuación vulnera los principios de no discriminación en el comercio marítimo. La comisionada Rebecca F. Dye explicó en julio ante el Subcomité de Guardia Costera y Transporte Marítimo de la Cámara de Representantes que «la FMC inició una investigación en diciembre de 2024 debido a informes de que el Gobierno de España había negado la entrada al puerto a buques con bandera estadounidense que participaban en el Programa de Seguridad Marítima». Este programa mantiene una flota comercial disponible para operaciones militares y humanitarias del Departamento de Defensa.
En caso de sanciones, las multas podrían alcanzar los 2,3 millones de dólares por viaje afectado, y Washington podría restringir el acceso de buques españoles a sus puertos. Un escenario que coincide con la decisión de Maersk de cruzar la ruta a la orilla marroquí.
La pérdida de esta ruta se produce en un contexto de roces crecientes entre el Ejecutivo español y la Casa Blanca. A la tensión por el veto a los buques se suman la negativa a adquirir aviones de combate F-35 de fabricación estadounidense y la polémica adjudicación de contratos a Huawei pese a las advertencias de Estados Unidos y la Unión Europea.
También pesan las reglas medioambientales europeas. Desde enero de 2024, la normativa ETS obliga a los buques que operan en puertos comunitarios a pagar por sus emisiones de CO₂. Aunque Maersk insiste en que su decisión responde a una optimización de tiempos, expertos señalan que Tánger Med, libre de las tasas ETS y dotado de infraestructuras de última generación, es un competidor cada vez más atractivo.
Tánger Med, socio preferente de Washington
El 17 de junio de 2025, Marruecos y Estados Unidos firmaron una Declaración de Principios que incorpora el puerto marroquí a la Iniciativa de Seguridad de Contenedores (CSI), junto a enclaves como Marsella o Gioia Tauro. «Estos puertos se unirán así a la prestigiosa red de puertos mediterráneos que ya cuentan con la designación CSI, entre ellos Algeciras (España)», destacó entonces la embajada estadounidense en Marruecos.
La entrada de Tánger Med en esta red no solo incrementa su tráfico de mercancías, sino que supone un respaldo político de Washington. Para Marruecos, es la confirmación de que su estrategia de inversión portuaria funciona; para España, la constatación de que su posición en el Estrecho ya no es incuestionable.
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Impacto estratégico
El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, ha reconocido una «prudente preocupación» por la pérdida de conectividad con Estados Unidos, aunque confía en mantener a otras navieras y rutas clave. Sin embargo, el traslado de una línea de esta magnitud envía una señal clara al sector: Marruecos ofrece hoy a sus socios internacionales ventajas competitivas que España no puede garantizar.
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