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Australia se une a Canadá, México, Alemania, Reino Unido, España y Corea del Sur para cancelar viajes a Estados Unidos y optar por viajes más fáciles: la verdad oculta a simple vista.
Lunes, junio 9, 2025

Australia ahora se une firmemente a Canadá, México, Alemania, el Reino Unido, España y Corea del Sur en un creciente movimiento para cancelar viajes a Estados Unidos. El cambio es contundente, deliberado e imposible de ignorar. Estos países no solo están reduciendo los viajes, sino que están eligiendo destinos más fáciles, seguros y acogedores. Y Estados Unidos, que antes era el sueño, ahora es el desvío.
Australia se está alejando. Canadá se está ensimismando. México está desviando sus rutas. Alemania, el Reino Unido, España y Corea del Sur siguen el ejemplo. La dinámica de los viajes está cambiando rápidamente.
¿Pero por qué ahora? ¿Por qué de golpe?
La verdad está a la vista de todos. Está en los titulares. Está en los aeropuertos. Está en las conversaciones ansiosas de los viajeros que reconsideran sus planes.
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Y ahora se está convirtiendo en un patrón global.
Esto no es solo una pausa. Es una declaración contundente. Una que podría transformar el turismo mundial y dejar a Estados Unidos luchando por recuperar la confianza que está perdiendo rápidamente.
Por qué los australianos cancelan viajes a Estados Unidos y eligen destinos más seguros y sencillos en 2025
El romance de Australia con los viajes estadounidenses se desvanece rápidamente. Estados Unidos, que antes era un destino predilecto para los turistas australianos, ahora enfrenta una importante recesión. Se están reprogramando vuelos. Se están modificando itinerarios. Y el dinero destinado a viajes se está redirigiendo hacia países que se sienten más seguros, más amigables y más predecibles.
Australia ahora se está uniendo a Canadá y México en una creciente ola de retirada de viajeros de los EE. UU., y el impacto en la industria turística de Estados Unidos se está volviendo rápidamente innegable.
Un cambio impulsado por el miedo, la frustración y la fricción
Las señales de alerta se han acumulado durante meses. En foros de viajes, chats grupales y agencias de viajes, los australianos expresan las mismas preocupaciones. Entrar a Estados Unidos parece una apuesta arriesgada. El proceso de visado es estresante. Las experiencias en la frontera son impredecibles. Y las políticas recientes han creado un clima de ansiedad y vacilación.
Además, los viajeros australianos están muy bien informados. Observan las noticias internacionales, siguen los cambios políticos y estudian el trato que reciben los turistas. Y lo que ven salir de Estados Unidos en 2025 los está desalentando.
Controles aeroportuarios agresivos. Se habla de aranceles y disputas comerciales. Titulares cargados de tensión cultural. Todo suma. La percepción es clara: visitar Estados Unidos ya no se siente como unas vacaciones, sino como un riesgo.
Un sentimiento compartido en toda América del Norte
Esto no ocurre de forma aislada. Los viajeros canadienses y mexicanos están reduciendo sus viajes a Estados Unidos por muchas de las mismas razones. Ya sea por la retórica agresiva o el aumento de los costos, el cambio es visible. Y ahora, Australia, un actor importante en el turismo internacional, está siguiendo el ejemplo.
Para Estados Unidos, esta tendencia llegó en el peor momento. Justo cuando la industria estaba volviendo a los niveles prepandemia, los viajes internacionales se están estancando. Un mercado a la vez.
Las cifras revelan una rápida caída
Según las previsiones del sector para principios de 2025, los viajes al extranjero desde Australia hacia EE. UU. se han reducido casi un 18 %. Esta disminución es drástica, sobre todo teniendo en cuenta que los australianos se encontraban entre los turistas internacionales con mayor gasto en Estados Unidos.
Las aerolíneas han comenzado a ajustar sus rutas. Las agencias de viajes están viendo una reducción en las consultas. Y las cadenas hoteleras en ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Orlando reportan menos reservas de visitantes australianos en comparación con años anteriores.
El declive no solo es inconveniente, sino también financieramente devastador.
Surge un nuevo patrón de viajes en Australia
Mientras Estados Unidos lucha por mantener el interés, otras regiones prosperan. Japón, Corea del Sur, Italia, Grecia y Portugal están experimentando un aumento en el número de turistas australianos. ¿Por qué? La respuesta es simple: facilidad, confianza y hospitalidad.
Japón, por ejemplo, rompió récords de visitantes con australianos en 2024 y está en camino de superarlos nuevamente en 2025. El país fomenta activamente los viajes a ciudades menos conocidas, creando experiencias que se sienten personales, inmersivas y libres de estrés.
Mientras tanto, los destinos europeos están aprovechando el declive de Estados Unidos ofreciendo profundidad cultural, acceso sin visa y una infraestructura de viajes optimizada.
Los hábitos turísticos de Australia están cambiando hacia lo que parece confiable, cálido y acogedor, y Estados Unidos se está quedando atrás.
Las aerolíneas y los operadores turísticos sienten la presión
Las consecuencias de este cambio se están extendiendo a los sectores de la aviación y la hostelería. Las aerolíneas que dependen de los pasajeros australianos de larga distancia están ajustando sus expectativas. Los asesores de viajes están modificando su discurso. Y las oficinas de turismo estadounidenses se esfuerzan por contener la narrativa.
Campañas como «Visita EE. UU.» están fracasando en Australia. En cambio, los viajeros se ven atraídos por influencers digitales, ofertas de viajes locales en Europa y Asia, y una creciente conciencia de que el viaje a EE. UU. que alguna vez soñaron podría ya no valer la pena, ni la preocupación.
El control fronterizo y la ansiedad por las visas en el centro
¿Uno de los mayores impedimentos? El propio proceso de entrada. Los australianos son cada vez más recelosos de las experiencias impredecibles en la aduana. Historias de denegaciones de entrada, inspecciones estrictas e interrogatorios severos han forjado una reputación difícil de eliminar.
En cambio, destinos como Canadá y el Reino Unido ofrecen llegadas más fluidas y tiempos de espera más cortos. Estos detalles son importantes, especialmente para familias, viajeros mayores y aventureros en solitario que valoran la tranquilidad.
Los viajeros no solo buscan un destino. Quieren sentirse respetados al llegar. Esa sensación de bienvenida, antes asociada a los viajes estadounidenses, se está desvaneciendo rápidamente.
Las consecuencias del turismo en las ciudades de EE. UU.
El impacto ya está afectando a las ciudades estadounidenses que dependen del dólar internacional. Nueva York, Los Ángeles y Miami están viendo una reducción en el gasto de los australianos. Las atracciones, museos y comercios que antes dependían del tráfico peatonal australiano están experimentando una brecha en sus ingresos.
Peor aún, no se trata solo de un mercado único. Con la retirada de canadienses, mexicanos y ahora australianos, la tendencia es global. Señala algo más profundo: la imagen de Estados Unidos como un país favorable a los viajeros está siendo cuestionada.
A menos que se revierta esta situación, esto podría convertirse en la nueva norma, no sólo una caída temporaria.
¿Que viene despues?
Aún hay tiempo para reconstruir la relación. Pero requerirá esfuerzo. Flexibilizar las políticas de entrada, impulsar la diplomacia internacional y reenfocarse en la hospitalidad podría ayudar a restaurar la confianza.
Los líderes turísticos de EE. UU. deben escuchar atentamente. Deben comprender que la confianza, una vez rota, es difícil de recuperar. Especialmente cuando los viajeros tienen más opciones que nunca.
Hasta que la experiencia mejore (en la aduana, en los aeropuertos y dentro del intercambio cultural más amplio), Australia, al igual que sus vecinos norteamericanos, seguirá eligiendo caminos diferentes.
La industria turística estadounidense debe responder con un cambio real, o corre el riesgo de ver desaparecer sus mercados más leales, un vuelo a la vez.
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