Leopoldo David Bernabeu Lopez

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Y tres meses después «Los Misterios de la Incertidumbre» avanza inexorablemente abriéndose camino a través de las dudas, las sombras y las tinieblas que perturban el subconsciente del que espera encontrar entre las descripciones de la palabra éxito, algo que vaya más allá del simple regocijo que entraña ver como la obra navega entre las manos de amigos y curiosos.

El triunfo es como la felicidad, no se busca porque él solo te encuentra. Solo es necesario entender la trayectoria que a ambos conduce. Llega cuando comprendes que es el placer de poder presentar la obra en lugares emblemáticos, gracias a la bonhomia de quienes aprecian el gremio, el verdadero premio que da sentido al esfuerzo y refuerza la autoestima.

No se puede obligar a leer a quien no gusta, aunque algunos sintamos la obligación de transmitir la satisfacción infinita que produce este incomparable éxtasis.

Maria Vargas Llosa fue mi cómplice el pasado día 14 de abril en la Casa del Fester de Benidorm, y Gabeiel Miró consistió que invadiera la intimidad el pasado día 8 de mayo de su Casa Museo en Polop.

La 1a Jornada Literaria de Alfaz del Pi, de la mano de Maribel Torres, y la IX Feria del Libro celebrada en la plaza del Sol de La Nucia, han sido cómplices también del caminar de esta novela que ya vive desde hace tres meses y avanza fuerte hacia la pubertad, rodeada de los mensajes y reseñas de todos los que la han disfrutado, consiguiendo que el sueño del escritor se esté cumpliendo: mejorar la vida de quienes la leen al menos durante el tiempo en el que la leen.

No se puede ni se debe pedir más.