Benidorm

LAS ENTREVISTAS DE PALAZÓN

Entrevista a Carles Llorca Stratton

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Carles nos habla de su madre, fotógrafa americana en Benidorm, y de su padre, benidormense, marino y escritor

P: Buenos días, Carles. En diciembre pasado asistí a la presentación del libro “Tres americanas en Benidorm: Carol Baldwin, Kate W. Stratton y Patty Stratton”. En ese libro se da buena cuenta de la labor fotográfica que llevaron a cabo de 1958 a 1970. En esta entrevista me gustaría que me hablaras de una de ellas en particular, de tu madre, pero también de tu padre, un prohombre de Benidorm, y de ti mismo. ¿Te parece bien?

R: De acuerdo. Adelante.

P: En primer lugar, Carles, háblame de ti, de tu infancia, tus estudios, tu trabajo, tus aficiones y de tus contactos con la gente de Benidorm.

R: Me veo como un nativo de la huerta del Armanello. De allí vienen mis primeros recuerdos: los olores de los algarrobos, de los corrales con sus animales, de los juegos cuando el agua bajaba por la acequia. Y el frío tremendo que hacía antes en las mañanas de invierno cuando íbamos andando al Lope de Vega. También los veranos cuando navegaba con mi padre. La tierra y el mar de mi pueblo las tengo muy adentro, también la de California, donde también estuve muy joven. Después estudié bachiller en La Vila y en la universidad de València. Con el tiempo mi hermana Cati y yo asumimos la dirección del Camping Armanello y a partir del año 90 empecé a trabajar en la Sanidad Pública, y ahí sigo, ahora en el Hospital Comarcal. Mis aficiones son una clara herencia de mis padres: la lectura, la música y la fotografía. También me gusta escribir. Hace 22 años que ya no vivo en Benidorm, pero mantengo el contacto con personas queridas.

P: Has resumido muy bien tu historial. Ahora, si no te importa, ¿puedes resumirme la trayectoria de tu madre en Benidorm? ¿Cómo llegó a nuestra ciudad y por qué se dedicó a la fotografía?

R: Mi madre nació en Berkeley, California, en una familia de tradición culta, universitaria por los dos lados. Ella estudió literatura inglesa, pero pronto empezó a trabajar y también a hacer viajes por Europa. No era una entusiasta del sistema de valores de su país y decidió quedarse por aquí. Trabajó un tiempo de secretaria en Madrid para un militar americano de la base de Torrejón y allí conoció a un señor que participaba en la construcción de la base de Aitana. Él le recomendó que viniera a Benidorm a conocer a “Carlos”, y así ocurrió. Se conocieron y se casaron.

Su afición a la fotografía empezó en uno de sus viajes a Europa en los primeros años 50. Su hermano Jan, que era piloto y muy viajero, le dio una modesta cámara y le dijo: “haz fotos y enséñanoslas cuando vuelvas”. Tengo algunas de esas fotos de lugares como Noruega, Alemania, Italia y vas viendo como poco a poco su habilidad para el encuadre y el momento oportuno iba mejorando, de manera que cuando llegó a España ya era una experta. En parte por este aprendizaje viene el éxito de sus célebres fotos en color del Benidorm de los años 50. Poco a poco fue montando su laboratorio en casa. Primero hacía blanco y negro, después aprendió a revelar en color. Hizo fotografía familiar, político-social y artística, con diversas exposiciones en España y Estados Unidos.

R: Bonitos recuerdos. ¿Me puedes hablar ahora de tu padre, Carles Llorca i Timoner, industrial, escritor, marino?

R: Mi padre nació en Cádiz, de familia benidormera. Era de una personalidad singular: inquieto, intenso, activo siempre. A la vez muy realista y muy idealista, aunque parezca contradictorio. Su vocación era el mar, era un marino nato. De hecho, hizo estudios de piloto y trabajó en la marina mercante unos años. Pero la desgracia de que su padre muriera joven y al poco tiempo su hermano, le obligó dejar la mar para estar con su madre y su abuela llevando el hostal (el Mare Nostrum) y la finca que tenían en el Armanello. Entonces entró en el Ayuntamiento como concejal, fundó la academia Lope De Vega (más tarde colegio), una imprenta, un vivero, y finalmente el Cámping Armanello. También daba clases de náutica. Tuvo tres épocas en política: la primera del 55 al 60, en un Benidorm que comenzaba a desarrollarse como destino turístico y todo estaba por hacer, siendo Pedro Zaragoza alcalde. Del 70 al 75, cuando se presentó a elecciones “por el tercio familiar” para ayudar a su amigo y alcalde Jaime Barceló. Fue el más votado por muy poco, pero fue concejal de urbanismo. Defendió la no-urbanización del barranco de l’Aigüera (se pretendía levantar un hotel en el lecho del barranco sin permiso y por vía de hechos consumados, y encima a los pocos meses de la riada del 71, que tanto daño hizo). ¿Alguien se imagina ahora Benidorm sin ese espacio verde? También cerró el “Paseo de la Carretera” al tráfico, cosa tampoco muy bien recibida en su momento. Después tuvo una tercera época durante la transición en la que participó en la asociación de vecinos l’Illa y en diversas actividades políticas, ya como militante de la izquierda valencianista. Y también se dedicó a escribir (ya lo había hecho como articulista y como autor de teatro cuando fue profesor), sobre todo cuentos de ambiente marinero (El Capità Caliu i altres contes mariners). Dejó una novela inacabada. También fue presidente del Club Náutico en los años 60. Una de sus acciones fue nombrar socios honorarios a los pescadores para evitar que se les desplazara de un espacio que había sido de su uso durante siglos.

P: Tanto tu madre como tu madre, ¿tuvieron algún reconocimiento público, una medalla, una distinción, un homenaje?

R: Mi madre si: ha tenido exposiciones de su obra, se han editado libros con sus fotos. Hay una entrevista con ella en youtube del programa de radio “Gent de Benidorm”. El ayuntamiento compró sus fotos de la exposición de 1988 “Benidorm fa trenta anys” y se expusieron de nuevo en l’Hort de Colón en 2016. Es de agradecer el apoyo del Ayuntamiento para la edición del libro “Tres fotógrafas americanas en Benidorm” en diciembre pasado.

En cambio, mi padre Carles no ha tenido apenas reconocimiento. Hubo un intento de poner su nombre a una de las puertas del parque de l’Aigüera, pero no prosperó. Sus antiguos alumnos del Lope también intentaron hacerle un homenaje, pero él declinó. Era su carácter. Parece ser que tampoco ninguno de sus libros aparecen en el catálogo de la Biblioteca Municipal, siendo un autor de Benidorm. Pero eso a él no le hubiera importado. Me consta, en cambio, que le dolió que se dijera que él “había dividido al pueblo”, con motivo de la gran polémica con el tema de l’Aigüera. El solo quería que se cumpliera la ley y hacer lo que pensaba que era mejor para el futuro de la ciudad, algunos no pensaban igual y nos lo hicieron saber de una manera bastante “drástica”. Sí es cierto que el periódico Canfali de Maesba hizo un número especial tras su fallecimiento en 1996 y un grupo de amigos organizaron una exposición itinerante en su recuerdo “A Carles Llorca dels seus amics”. Se pudo ver en Denia, Benidorm (con discursos maravillosos de Bea Farach y Rafael Alemany) y en Alacant. También hay información sobre mi padre en el “Diccionari de Benidorm”, y hay obras suyas que se pueden leer en la web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, sección Antoni Miró.

P: Pues esto ha sido todo. Gracias por tus declaraciones, Carles, que servirán para que nuestros lectores recuerden a estas personas que contribuyeron al engrandecimiento de Benidorm. Si piensas que hemos dejado en el tintero algo importante, estamos a tiempo de rescatarlo.

R: Gracias a ti. Y sí, siempre se quedan cosas por decir, pero eso es motivo, no para una entrevista, sino para un libro.

COMENTARIO DE MAESBA

LAS LAGUNAS DE LA ENTREVISTA

En primer lugar deseo dar las gracias a Palazón por hacer esta entrevista, aunque con lagunas, que me ha hecho emocionarme antes las vivencias que viví, junto a CARLOS y JAIME «El del Alone».No es mi deseo molestar a Palazón por su desconocimiento del entrevistado, SON LOS RIESGOS DEL PERIOPDISTA.

Carlos Llorca fue un gran trabajador de lo publico. Fue creador, junto con al actual dueño, del LOPEZ de VEGA. Rompió la sociedad y se dedico a la vida publica, fue concejal con PEDRO ZARAGOZA y termino rompiendo con él.

Del barranco l’Aigüera tuvo un gran participación. Él se dedicaba a tocar el tema en los plenos, su mayor enemigo fue Valdobi. Yo era tocar el tema en mi periódico CANFaLI, esos artículos fueron denunciados por los fundadores de un edificio para hotel. Me procesaron 4 veces y yo, junto con CARLOS , erre que erre. Al final el gobernador mando paralizar la obra y derribar lo que estaba construido. A mi me suspendieron los procesamientos.

Junto con CARLOS estaba su inseparable amigo JAIME «EL DEL ALONE». En su bar ALONE solíamos reunirnos todos los días parta tomar el aperitivo. En frente esta el «BRISTO» que es donde acudían los concejales zaragocistas. Estos establecimientos cerraron y hoy hay en sus locales comerciales.

Recuerdo también cuando CARLOS construyo un «refugio» en la termino municipal de TARBENA. Yo subía, de ves en cuando, y descansa mirando al mar, dese su terraza se divisaba espléndidamente. Después de charlar y almorzar pasábamos ha hablar, mejor dicho, conspirar, contra aquellos ediles que pensaban que Benidorm era de ellos. Fue una lucha denodada con mucha ventaja de e ellos pero sacamos adelante el tema Aigüera limpiamente y, en honor la realidad, si no es por CARGOS, JAIME, «ALONE,»Y CANFALI-«MAESBA» HOY NO TENDRIAMOS EL PARQUE l’AIGÜERA, tal como esta, en Benidorm.

No me alargo mas ya que con mis 92 años tengo dudas de mas detalles sobre CARLOS LlORCA. Solo decir que llegamos a ser muy amigos y muchas noches pasamos horas hablan en el Armanello.

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