La Diferencia Como Fortaleza: mis aprendizajes siendo extranjera
🌍 Llevo 24 años siendo extranjera, un viaje que comenzó al aceptar una oferta de trabajo que me llevó a mudarme de México a España. Me motivaba el sentido de aventura y la ilusión de conocer otro continente. Y como diría mi padre, fue una aventura de «búsqueda sistemática de problemas y la solución de los mismos». Además de los desafíos naturales de estar en un lugar desconocido, donde hasta las cosas más simples son distintas (recuerdo mi confusión la primera vez que intenté comprar un queso fresco en el supermercado!), también hay otros aprendizajes.
Me acostumbré a ser siempre la diferente. Además de ser «la mexicana», era en muchos contextos la más joven (ese dulce tiempo ya pasó!), y la única mujer. Durante este tiempo he aprendido que ser diferente también ofrece oportunidades únicas para el crecimiento y la innovación. Hoy me gustaría contarte más de estas oportunidades y cómo me han ayudado a tener una perspectiva fresca que me ha permitido trabajar en más de 10 países y con personas de todo el mundo.
En mi experiencia, la «diferencia» actúa como una lente a través de la cual vemos el mundo. En el mundo de los negocios, ser el «otro» puede darte la entrada a preguntar «¿Por qué?» y «¿Cómo podría ser esto mejor?», preguntas que tienen el potencial de desencadenar un cambio significativo.
Esto también ha conectado con mi profesión de Orquestadora de Ecosistemas. El caso más claro en mi carrera fue cuando trabajé ayudando a conectar con Nordic Future Innovation a los países nórdicos. ¿Qué valor podía aportar una mexicana viviendo en Bilbao para un grupo de personas de Noruega, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Suecia? La respuesta la he ido entendiendo con el tiempo: Desde luego que sumada al «auctoritas» que da el conocimiento y experiencia en el área de conocimiento, pude servir de punto neutral para tender los puentes por los que fluyera el conocimiento y el valor. Al no tener «el peso histórico» local, pude cuestionar y explorar nuevas posibilidades sin las barreras que enfrentan aquellos más arraigados en esas culturas.
Y esto lo he visto continuamente. Una amiga con formación en marketing, trabajando en un fondo de inversión, descubrió que su falta de familiaridad con el sector le permitía cuestionar y aportar nuevas ideas que modificaban la estrategia de fondo promoviendo la innovación.
Conclusión: La diferencia no solo es una barrera, sino una puerta hacia nuevas oportunidades. Nuestras diferencias son activos que, si se utilizan sabiamente, pueden conducir a soluciones innovadoras y éxito en diversas áreas.
¿Cómo tus propias diferencias te han proporcionado perspectivas únicas en tu carrera? Compárteme más y sigamos la conversación.
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