Palazón Speckens

Cuando no se puede cumplir con la una ley…

    Hace un par de semanas, el alcalde de Benidorm pronunció una conferencia en la Casa del Fester para el Faro de Alejandría, con un título muy sugestivo: “Benidorm 2030”. La sala estaba llena a rebosar, sobre todo de concejales y simpatizantes del PP (¿cómo no?). A alguien le oí decir que aquello era un mitin triunfalista… Normal: el alcalde habló de todo lo bueno que ha llevado a cabo su gobierno; y de todo lo que puede hacer de aquí a 2030, como si fueran a continuar gobernando hasta entonces (yo pienso que sí, y que el PP sobrepasará esa fecha). Después de la charla, hubo un turno de preguntas, sabiamente contestadas por el conferenciante (todo el mundo sabe de su locuacidad y simpatía en el hablar). Ante la avalancha de preguntas, yo me dejé las mías en el tintero; y podía haberle hecho sugerencias y planteamientos, o quejas si se quiere, sobre una serie de temas referentes a la actualidad benidormense. Solamente cito una, que a continuación saco a colación: la limitación de velocidad en ciertas calles, en algunos tramos totalmente discutibles,  como en Beniardà o Vía Parque (30 km por hora), Ruzafa y Avenida del Mediterráneo (10 km por hora), etc. Son limitaciones que no se pueden cumplir, o que nadie las cumple; afortunadamente, creo que no hay radares que controlen esa limitación, pues las multas harían rebosar las arcas municipales.  Y, como decía Sancho Panza, gobernador de la ínsula Barataria, “cuando una ley no se puede cumplir lo mejor es abolirla”. ¿Oído, cocina?

Manuel Palazón