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Abrir en navegador  Encarni Bao AguirreViernes 14 de julio de 2023Agradecidos y decepcionadosBuenas tardes, ManuelEn vísperas de ver humilladas en la cumbre de la OTAN las aspiraciones de los ucranianos a recibir la ansiada invitación para entrar en la Alianza Atántica (cuando termine la guerra), por momentos dio la impresión de que Volodímir Zelenski tiene la capacidad de multiplicarse. De buena mañana abordó una lancha y llegó a la isla de las Serpientes, los apenas 0,17 kilómetros cuadrados en el mar Negro que desde el comienzo de la invasión rusa se convirtieron en símbolo de la resistencia a la agresión. Kiev perdió el islote que, según las leyendas, acoge la tumba de Aquiles, y lo recuperó cuatro meses después. Y el presidente homenajeó a los caídos en su breve y arriesgada visita.Poco después, el mismo sábado, Zelenski comenzó a cosechar los frutos de su encuentro con Recep Tayyip Erdogan. El líder turco soltó a varios combatientes que resistieron hasta el final en la acería de Azovstal. Ya en territorio ucraniano, al comandante Denis Prokopenko le preguntaron si regresaría al frente. «Desde luego, para eso hemos vuelto», respondió. Según Rusia, Erdogan incumplía un supuesto acuerdo para mantener a estos prisioneros hasta el final de la guerra. Pero el presidente de Turquía está en racha y parece que ve débil a Putin. Y estaba trazando planes a varias bandas para reactivar la paralizada agenda de acceso a la Unión Europea y desbloquear la venta de F-16 de EE UU a cambio de levantar el veto a la entrada de Suecia en la OTAN.El tuitSe había especulado con que el presidente ucraniano se ausentaría de la cumbre de la OTAN si no veía cumplidas su expectativas. Pero el martes confirmó que estaría en Vilna. Y camino de la capital lituana, y conocedor de que la cosa no iba bien, emitió un tuit que a punto estuvo de dar al traste con el futuro de Ucrania en la Alianza Atlántica. «Recibimos señales de que se está discutiendo cierta redacción (del comunicado del encuentro) sin Ucrania. Parece que no hay disposición ni para invitar a Ucrania a la OTAN ni para convertirlo en miembro. Eso significa que se está dejando una ventana de oportunidad para negociar la pertenencia de Ucrania a la OTAN en las conversaciones con Rusia. La incertidumbre es debilidad». Volodímir Zelenski.Un mensaje tan contundente pudo molestar, pero en absoluto alteró los planes de los grandes países de la Alianza que, con EE UU y Alemania en cabeza, resolvieron demorar la invitación formal a los ucranianos. A los únicos que están haciendo aquello para lo que se fundó la OTAN. «Los aliados acuerdan decidir que decidirán cuando estén de acuerdo», ironizaba el analista de política internacional David Cadier. «EE UU es el patrocinador más importante y el mayor freno de las ambiciones de Ucrania», resumía Gideon Rachman, comentarista jefe de Internacional de ‘Financial Times’.47 veces graciasEl Volodímir Zelenski que llegó al plenario de la cumbre de Vilna ya no era el del tuit incendiario. Había medido sus fuerzas y había perdido. Hasta Emmanuel Macron soltaba a su paso misiles de largo alcance, pero de invitación a la OTAN, nada. Todos se disputaban darle la mano en su camino hacia la estrella de la reunión, Joe Biden. En ese momento, rodeado de hombres que le aventajan en estatura física, al icono verde oliva se le vio más pequeño pero igual de extasiado que siempre por verse en presencia del líder del mundo libre. En el tuit que siguió a su encuentro cara a cara con el presidente de EE UU, Zelenski ya era el que gusta a Occidente. La reunión «duró el doble de lo planeado. Y fue tan significativa como se necesitaba. De no ser por el protocolo que mandó parar, habríamos hablado incluso más tiempo». Zelenski y Biden. AFPAgradecidos los quiere WallaceEl ministro británico de Defensa, Ben Wallace, tampoco escatimó esta semana reproches a Ucrania. Dice este hombre, que ha llegado a sonar para secretario general de la OTAN: «Nos guste o no, la gente quiere ver un poco de gratitud» por parte de Kiev. Los ucranianos, explica, «acostumbran a tratar a los aliados como si fuéramos un almacén de Amazon». El director ejecutivo del Centro para la Estrategia económica de Ucrania, Hlib Vishlinski, no tardó en responderle: «Amazon entrega al día siguiente, no cuando miles ya han muerto y los destrozos alcanzan billones».Zelenski tomó nota y en su discurso ante la cumbre de la Alianza dio 47 veces las gracias por el apoyo de los aliados.De camino a casa, sangraba por la herida. «Si hubiera habido una invitación, habría sido perfecto». Se simplifican algunos trámites, pero no hay calendario para la homologación atlántica. Y Putin sin duda toma nota de la conveniencia de mantener la guerra, siquiera a fuego lento y entre purga y purga dentro de su propio ejército. |
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