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SANIDAD | Tensión sanitaria en verano

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Daniel Guindo
Miércoles 12 de julio de 2023Tensión sanitaria en veranoHola ManuelCierre de camas hospitalarias, déficit de médicos, suspensión de operaciones y pruebas, un tercio de la plantilla de vacaciones y calor, mucho calorCambios estivalesUn tercio de los profesionales de la sanidad pública valenciana, aproximadamente, está ya disfrutando de sus merecidas vacaciones. También se están cerrando cerca de 700 camas en la veintena de hospitales de la Comunitat para poder asumir la reducción del personal ( apenas uno de cada tres cuenta con sustituto estival) y, de paso, dar una mano de pintura a las estancias o retocar pequeños desperfectos. Todo ello (menos profesionales trabajando y menos camas donde albergar pacientes) ha derivado en un descenso de la actividad quirúrgica y de la realización de pruebas diagnósticas, situación que todavía se acentuará más en agosto, el mes de las vacaciones estivales por excelencia. Además, la ola de calor que se está instalando en la Comunitat tampoco ayuda puesto que la Conselleria de Sanidad no ha podido completar todavía su plan de renovación de infraestructuras, especialmente las relacionadas con la climatización, y pacientes de hospitales como el del Arnau o de centros de salud como el de Buñol sufren una temperatura varios grados por encima de lo recomendado.Y en agosto no parece que vayan a mejorar las cosas. Habrá más médicos, enfermeros, celadores y demás profesionales de vacaciones, más camas cerradas (cerca de 900) y casi con total seguridad un número mayor de turistas en la Comunitat. De nuevo arranca otro verano en el que el ritmo en los quirófanos se reduce a su mínima expresión (agosto es, con diferencia, el mes que menos operaciones no urgentes se realizan) y las esperas en los servicios de Urgencias o para tener cita con el médico de familia pueden eternizarse.Además, y en esta ocasión, el verano y sus habituales complicaciones están demasiado cerca de dos compromisos electorales. Primero fueron los comicios autonómicos del 28 de mayo , que determinaron un vuelco al frente de la Generalitat, por lo que mientras el PSPV está en funciones (Miguel Mínguez ya se ha despedido de los compañeros de los medios de comunicación), el PP aún no ha anunciado públicamente quién será el máximo responsable del departamento autonómico (aunque esperemos que no tarde demasiado). Esto implica que la línea que separa la responsabilidad de unos y otros será delgada en pocas semanas. A ello hay que sumar la convocatoria del 23 de julio en la que los españoles elegirán al próximo presidente del Gobierno. Pese a ser nacionales, las fuerzas políticas autonómicas también están inmersas en plena campaña electoral mientras tratan de acomodarse a sus nuevos cometidos.Los enfermos, mientras tanto, siguen a la espera. Por ejemplo, a ser atendido por el fisioterapeuta ( hasta nueve meses de espera en algunas zonas de Valencia), o de que llegue un SAMU con médico, puesto que aún algunos de estos vehículos acude a servicios si el preceptivo personal facultativo ; por no hablar de esa prueba diagnóstica o intervención quirúrgica que se retrasa. Los profesionales, mientras cubren al compañero que se ha ido de vacaciones, tratan de calmar los ánimos de una población enrabietada (las agresiones a las enfermeras se han duplicado en los últimos ocho años) y que cada vez frecuenta más las consultas.Cosa de lenguas. Y una maldad. ¿Aquellos que ponen el grito en el cielo cuando el médico no les atiende en valenciano, qué harán cuando su sustituto, posiblemente, proceda de Venezuela u otro país latinoamericano? ¿No les importará que se use el castellano o acudirán a presentar la habitual e inservible queja?

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