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Abrir en navegador Encarni Bao AguirreViernes 23 de junio de 2023Que no cunda el pánicoBuenas tardes, ManuelEn el día 505 de la guerra en Ucrania, Volodímir Zelenski traslada su temor a que Rusia esté preparando un «ataque terrorista» contra la central nuclear de Zaporiyia. La operación, añade, incluiría «fuga de radiación». «Comparto la información con todo el mundo», explica el presidente ucraniano, que pide a los gobiernos aliados y al G-7 que impidan por todos los medios que una situación tal pueda llegar a producirse.Cuando los ciudadanos ya están agotando las existencias de tabletas de yodo en las farmacias, el Ministerio de Sanidad alerta de que su ingesta descontrolada es peligrosa. «¡Que no cunda el pánico!», exhorta el departamento en un país que padeció Chernóbil. Y que sabe, como el resto del mundo, que los invasores se hicieron con el control de la instalación atómica el 4 de marzo de 2022. Ya ocurrió con la presa de Kajovka: los rusos se apoderaron de ella hace diez meses y todavía pretenden que se investigue quién la hizo saltar por los aires.Las sucesivas visitas de la Organización Internacional para la Energía Atómica han descartado un peligro inminente de siniestro en Zaporiyia y, a la vez, recomendado el establecimiento de una zona de seguridad en torno a la central. Una reclamación de la que el Kremlin no quiere ni hablar. El regreso a la actualidad de la amenaza nuclear ha dado la oportunidad a Putin de recordar, una vez más, que el único que lanzó la bomba atómica fue EE UU «contra un Japón derrotado» y para especular con que Stalin, en 1945, aunque hubiese podido, no habría hecho tal cosa. De lo que trama él mismo, en 2023, nada dice.EL ARTÍCULO 5Un posible escape nuclear en Zaporiyia ha propiciado una iniciativa bipartidista en Estados Unidos, sabido es que no abundan. Anoche, los senadores Lindsey Graham (republicano) y Richard Blumenthal (demócrata) presentaron una resolución que declara que el uso de armas nucleares en la central ucraniana por parte de Rusia constituiría un ataque a la OTAN que requeriría invocar el famoso artículo 5. Es decir, que Occidente entrara en guerra con los rusos ya sin ucranianos interpuestos. La próxima cumbre de la Alianza Atlántica, prevista para los días 11 y 12 de julio, va calentándose. Y hay tantos asuntos pendientes… ¿Cuándo podría producirse la entrada de Ucrania? ¿Algún candidato idóneo que nos libre, a partir de septiembre, de Jens Stoltenberg? ¿Algún avance en el veto de Turquía y Hungría al ingreso de Suecia? Londres ha acogido esta semana la conferencia para la reconstrucción de Ucrania. ReutersPLANES DE RECONSTRUCCIÓNA la vez que se celebraba en Londres la segunda conferencia de donantes de Ucrania, centrada en la atracción del capital privado para una reconstrucción del país que debe planearse desde ahora, Kiev recuerda que una tarea esencial es privar a Rusia de los recursos para continuar con la invasión. En febrero de 2022, cuando comenzó la actual fase de ocupación de Ucrania, se anunciaron rápidas salidas de empresas occidentales de territorio ruso. Pero, según la Escuela de Economía de Kiev (KSE), la mayoría sigue allí. De 1.361 compañías con filiales en el país de Putin a 24-2-22, un 17% (241) abandonó Rusia por completo. Y las que quedan generaron 136.000 millones de ingresos el año pasado. «Business as usual», reprocha la fundadora de B4Ukraine, Natalya Popovych. «O ayudan a la reconstrucción o son parte de la destrucción».La cervecera danesa Carlsberg acaba de anunciar que sale finalmente de Rusia, donde tenía 8.400 trabajadores. Y en Estocolmo no se encuentra un Toblerone, después de que la ciudad se uniera al boicot escandinavo a Mondelez (Oreo, Philadelphia…) por negarse a dejar el mercado ruso.EL SERIAL DE PRIGOZHINNo pasa un día sin el correspondiente vídeo de Evgueni Prigozhin. En su última entrega, el jefe de Wagner desmiente el manoseado mito del Kremlin a la hora de justificar la invasión: que Ucrania había atacado el Donbás ocupado durante los últimos ocho años y se proponía avanzar contra territorio ruso amparada por la OTAN. Por si queda alguien que siga dando crédito a la narrativa de Moscú, el líder mercenario explica que el ataque inicial en Kiev buscaba un cambio de régimen para colocar como presidente títere al oligarca Medvechuk.Dado que Medvechuk es íntimo de Putin (el presidente es padrino de su hija), los observadores de la conducta de Prigozhin, que los hay, se regocijan al considerar que explora los límites del líder del Kremlin. Evita nombrar al jefe y concentra su ira en el Ministerio de Defensa y en su titular, Serguéi Shoigu. Lejos de cuestionar el sistema, aspiraría a heredarlo.Síguenos en nuestras redes Has recibido esta newsletter editorial como usuario de LASPROVINCIAS.ES. Si deseas dejar de recibir esta newsletter en tu cuenta de correo electrónico maesbatercerapagina3@gmail.com, puedes darte de baja utilizando el siguiente enlace: Baja.Puedes modificar tus preferencias en cuanto a la recepción de newsletters en tu área de usuario, a la que puedes acceder desde aquí.Puedes activar o desactivar el envío de otro tipo de comunicaciones a través del área de usuario, accediendo desde aquí.En caso de querer ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación y portabilidad, puedes hacerlo remitiendo un correo electrónico a la siguiente dirección protecciondedatos@lasprovincias.es. 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Encarni Bao AguirreViernes 23 de junio de 2023Que no cunda el pánicoBuenas tardes, ManuelEn el día 505 de la guerra en Ucrania, Volodímir Zelenski traslada su temor a que Rusia esté preparando un «ataque terrorista» contra la central nuclear de Zaporiyia. La operación, añade, incluiría «fuga de radiación». «Comparto la información con todo el mundo», explica el presidente ucraniano, que pide a los gobiernos aliados y al G-7 que impidan por todos los medios que una situación tal pueda llegar a producirse.Cuando los ciudadanos ya están agotando las existencias de tabletas de yodo en las farmacias, el Ministerio de Sanidad alerta de que su ingesta descontrolada es peligrosa. «¡Que no cunda el pánico!», exhorta el departamento en un país que padeció Chernóbil. Y que sabe, como el resto del mundo, que los invasores se hicieron con el control de la instalación atómica el 4 de marzo de 2022. Ya ocurrió con la presa de Kajovka: los rusos se apoderaron de ella hace diez meses y todavía pretenden que se investigue quién la hizo saltar por los aires.Las sucesivas visitas de la Organización Internacional para la Energía Atómica han descartado un peligro inminente de siniestro en Zaporiyia y, a la vez, recomendado el establecimiento de una zona de seguridad en torno a la central. Una reclamación de la que el Kremlin no quiere ni hablar. El regreso a la actualidad de la amenaza nuclear ha dado la oportunidad a Putin de recordar, una vez más, que el único que lanzó la bomba atómica fue EE UU «contra un Japón derrotado» y para especular con que Stalin, en 1945, aunque hubiese podido, no habría hecho tal cosa. De lo que trama él mismo, en 2023, nada dice.EL ARTÍCULO 5Un posible escape nuclear en Zaporiyia ha propiciado una iniciativa bipartidista en Estados Unidos, sabido es que no abundan. Anoche, los senadores Lindsey Graham (republicano) y Richard Blumenthal (demócrata) presentaron una resolución que declara que el uso de armas nucleares en la central ucraniana por parte de Rusia constituiría un ataque a la OTAN que requeriría invocar el famoso artículo 5. Es decir, que Occidente entrara en guerra con los rusos ya sin ucranianos interpuestos. La próxima cumbre de la Alianza Atlántica, prevista para los días 11 y 12 de julio, va calentándose. Y hay tantos asuntos pendientes… ¿Cuándo podría producirse la entrada de Ucrania? ¿Algún candidato idóneo que nos libre, a partir de septiembre, de Jens Stoltenberg? ¿Algún avance en el veto de Turquía y Hungría al ingreso de Suecia?
Londres ha acogido esta semana la conferencia para la reconstrucción de Ucrania. ReutersPLANES DE RECONSTRUCCIÓNA la vez que se celebraba en Londres la segunda conferencia de donantes de Ucrania, centrada en la atracción del capital privado para una reconstrucción del país que debe planearse desde ahora, Kiev recuerda que una tarea esencial es privar a Rusia de los recursos para continuar con la invasión. En febrero de 2022, cuando comenzó la actual fase de ocupación de Ucrania, se anunciaron rápidas salidas de empresas occidentales de territorio ruso. Pero, según la Escuela de Economía de Kiev (KSE), la mayoría sigue allí. De 1.361 compañías con filiales en el país de Putin a 24-2-22, un 17% (241) abandonó Rusia por completo. Y las que quedan generaron 136.000 millones de ingresos el año pasado. «Business as usual», reprocha la fundadora de B4Ukraine, Natalya Popovych. «O ayudan a la reconstrucción o son parte de la destrucción».La cervecera danesa Carlsberg acaba de anunciar que sale finalmente de Rusia, donde tenía 8.400 trabajadores. Y en Estocolmo no se encuentra un Toblerone, después de que la ciudad se uniera al boicot escandinavo a Mondelez (Oreo, Philadelphia…) por negarse a dejar el mercado ruso.EL SERIAL DE PRIGOZHINNo pasa un día sin el correspondiente vídeo de Evgueni Prigozhin. En su última entrega, el jefe de Wagner desmiente el manoseado mito del Kremlin a la hora de justificar la invasión: que Ucrania había atacado el Donbás ocupado durante los últimos ocho años y se proponía avanzar contra territorio ruso amparada por la OTAN. Por si queda alguien que siga dando crédito a la narrativa de Moscú, el líder mercenario explica que el ataque inicial en Kiev buscaba un cambio de régimen para colocar como presidente títere al oligarca Medvechuk.Dado que Medvechuk es íntimo de Putin (el presidente es padrino de su hija), los observadores de la conducta de Prigozhin, que los hay, se regocijan al considerar que explora los límites del líder del Kremlin. Evita nombrar al jefe y concentra su ira en el Ministerio de Defensa y en su titular, Serguéi Shoigu. Lejos de cuestionar el sistema, aspiraría a heredarlo.Síguenos en nuestras redes











