| LAS PROVINCIAS <info@comunicacion.lasprovincias.es Encarni Bao Aguirre Viernes 16 de junio de 2023El orgullo del tercer mundo Buenas tardes, Manuel La misión africana de supuesta mediación para poner fin a la guerra en Ucrania se ha tomado su tiempo para echar a andar pero por fin está en marcha. Parece que los líderes de seis países del continente, capitaneados por el presidente sudafricano, Ciryl Ramaphoosa, mantienen su plan inicial de empezar por Ucrania y reunirse hoy con Volodímir Zelenski y continuar viaje mañana hacia San Petersburgo, donde verían a Vladímir Putin.El más absoluto escepticismo rodea este llamado viaje «del camino hacia la paz», por la casi imposibilidad de que produzca algún resultado positivo. Al estilo de China, sus impulsores no han condenado la invasión rusa de Ucrania y, como gran parte del llamado Sur global, tampoco ocultan su simpatías o su dependencia de Moscú. Y eso que el Kremlin sigue dificultando el desarrollo del plan para exportar el cereal ucraniano a los mercados que lo necesitan para evitar la hambruna. Y conseguir la llegada de estos alimentos es, lógicamente, uno de los objetivos de la iniciativa que reúne a Sudáfrica, Egipto, Senegal, Zambia, Uganda y Congo.Espectáculo en PoloniaDesde el comienzo de la guerra en Ucrania, hace ya 478 días, las visitas de líderes internacionales a Kiev parten de la localidad fronteriza polaca de Rzeszow, donde el dirigente de turno toma el tren nocturno hacia la capital ucraniana. La misión africana decidió innovar y aterrizó en Varsovia. Y aquí empezó un ‘show’ que todavía trae cola, porque en el aparato viajaba un centenar de miembros de seguridad del presidente sudafricano que, según Polonia, «no tenían permiso para portar armas», por lo que no se les permitió desembarcar. Ramaphoosa llegó a Rzeszow en ‘jet’ privado y siguió en tren hasta Kiev. En Varsovia, en el avión oficial, se quedaron los guardaespaldas, por lo que la delegación sudafricana acusó a las autoridades polacas de «racismo» y de «poner en peligro la seguridad» del ilustre visitante. La delegación africana, en el tren de Polonia a Kiev.No terminaron aquí los sobresaltos de la comitiva africana. Su llegada a Ucrania coincidió con un bombardeo ruso , la bienvenida que el invasor ya dispensó en su momento al secretario general de la ONU, António Guterres. Algunas fuentes sostienen que los visitantes tuvieron que buscar refugio después de pasar por la localidad mártir de Bucha. Cabe esperar que Putin se muestre más hospitalario hoy en San Petersburgo, donde estos días asombra al mundo con su foro económico anual. El jefe del Kremlin se esfuerza en lisonjear a su invitado estrella, el presidente de Emiratos y su corte de empresas, ahora que las occidentales han tenido que despedirse del territorio ruso. Pero no hay crimen sin castigo y Putin amenaza: «Decimos adiós a esas compañías. Lo que hagamos con sus activos después es asunto nuestro», declara al tiempo que da poderes para comprar estos bienes a precio de derribo mediante un decreto confidencial, según ‘Financial Times’.Ucrania y la OTANLa preparación de la próxima cumbre de la OTAN, señalada para los días 11 y 12 de julio en la capital lituana, ocupa estos días a los aliados, especialmente al secretario general. Jens Stoltenberg se enfrenta a la complicada coyuntura de responder, por un lado, al apremio de Ucrania para obtener un compromiso de entrada en la Alianza, reclamación que respaldan los países más orientales de Europa pero no otros como Alemania o Francia, porque supondría que la organización defensiva acogería a un país en guerra con Rusia y, en virtud de la asistencia a la que obliga el Artículo 5 del Tratado, todos sus miembros se verían en idéntica situación.Stoltenberg, al que a este paso no habrá modo de sustituir en septiembre cuando en teoría cese como secretario general, buscó el consejo de la Casa Blanca. Según la web Politico, Joe Biden estaría «abierto» a prescindir de algunos procesos preliminares para el acceso de Ucrania, una suerte de «allanar el camino» pero sin invitación formal ni calendario. Esta «señal clara» de que los ucranianos serán algún día miembros de la Alianza sería lo máximo que obtendría Kiev en Vilna. Sus aliados dirían a los ucranianos «que se están acercando». El problema es que así llevan años y la oposición rusa (ahora más fuerte y sangrienta que nunca) ha bastado hasta ahora para impedirlo.Toda la asistencia militar que necesite. Eso parece que conseguirá el presidente ucraniano, al que se espera en persona en Vilna. Necesitará de todas sus dotes artísticas para disimular su decepción.«En caso desastre nuclear lo peor se lo llevará la zona ocupada» |
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La delegación africana, en el tren de Polonia a Kiev.No terminaron aquí los sobresaltos de la comitiva africana. Su llegada a Ucrania 










