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¿No puedes verlo bien? pulsa aquí El aleroLunes 3 de abril de 2023  El Casademont Zaragoza celebra su primer título. | Foto: FEB El Valencia Basket necesita reflexionar tras la Copa de la Reina  JUAN CARLOS VILLENA Hola ManuelEl Casademont Zaragoza se lleva un título dejando sin efecto el vaticinio de que tras la irrupción de las taronja el siguiente equipo en ganar un título importante en España (Copa o Liga) que no fuera el Avenida o el Girona iba a ser el valencianoEl Casademont Zaragoza se proclamó, de forma merecida, campeón de la Copa de la Reina tras ganar en la final al Avenida por 55-51. El sufrido triunfo deja en el aire muchas reflexiones y algunas deben analizarse de forma interna en el Valencia Basket. Para que el equipo aragonés, liderado por la valenciana Vega Gimeno, tuviera opciones de disputar el partido para ganar su primer título antes eliminaron en semifinales a las taronja. Un batacazo, decepción o fracaso deportivo (cada cual que ponga el adjetivo que más le guste) puesto que cuando un equipo crece, con él debe hacerlo la exigencia. La entidad de la Fonteta, que se ha quedado a un paso de disputar la Final Four de la Euroleague Women en su primera participación, llegaba como favorito para la Copa de la Reina, gustara o no, al ser el líder de la Liga Femenina. Sí, con mucho desgaste, pero ante el Estudiantes y con el cuadro de semifinales sin los otros dos equipos de Euroliga, debía haber disputado la final. Al no ser así, a todo equipo grande se le debe suspender. Aprender a convivir con esa exigencia será clave.Cuando el Valencia Basket se asomó en 2021 a las primeras finales en España, perdiendo la Copa y la Liga contra Girona y Salamanca, la sensación general es que el siguiente equipo en ganar uno de los dos títulos nacionales más importantes y que no fueran ni catalanas ni castellanas. No ha sido así. Es cierto que las valencianas tienen una Supercopa de España, y otra europea además de la Eurocup, con sus banderas correspondientes en lo alto de la Fonteta, pero el Zaragoza ha logrado levantar antes una Copa de la Reina. Ese dato, objetivo, debe servir como motivación para intentar la revancha en la Liga.Existe una sensación que, con la pandemia, el proyecto del Valencia Basket se ha quedado algo estancado. Partiendo de la base de un nivel muy alto, tanto en inversión como en resultados, pero sin poner la guinda. Eso también vale para el respaldo. Si de algo puede presumir el equipo de Rubén Burgos es de tener a una afición fiel a sus espaldas, con una de las mejores asistencias cada jornada en la Liga Femenina. Algo que también ocurre en los desplazamientos. Ahora el reto es ver a la Fonteta como se ha visto al Príncipe Felipe en la Copa de la Reina. Lleno. Es cierto que la pandemia ha sido un contratiempo en citas decisivas pero también que en partidos importantes con aforo sin restricciones, nunca se han rozado las dos marcas que se han batido en Zaragoza, con 9.000 espectadores en la semifinal entre el Casademont y el Valencia Basket y 10.800 en la gran final. Otro reto deportivo.Los equipos, el masculino y el femenino, han firmado una semana para olvidar. En la Copa de la Reina, que ha llegado muy tarde en el calendario, al Valencia Basket le fallaron las piernas. En casos como el de Ouviña o Torrens es algo lógico por sus recientes lesiones pero se tendrá que analizar una planificación muy arriesgada donde se partía con una jugadora profesional menos en el juego interior (algo que se ha agravado con la lesión de Fam) y con Rebecca Allen fuera del equipo por su lesión en el Mundial. Por la australiana no ha venido ningún recambio que aporte sus puntos y su tiro exterior y eso ha sido clave en las derrotas ante el Schio y en la Copa. Los chicos, por su parte, certificaron en Belgrado y Kaunas que ya no tienen opciones para clasificarse para el Top 8 de la Euroliga. Su planificación deportiva también tuvo desde el primer momento sus riesgos. |
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