
JUAN CARLOS VILLENA
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Álex Mumbrú durante un partido en la Fonteta / Miguel Ángel Polo Hola Manuel El técnico del Valencia Basket ha liderado en silencio la reacción del conjunto taronja mientras que la alero australiana ha roto su contrato de mutuo acuerdo con el clubEl calendario enloquecido del mundo del baloncesto en Europa impide hacer ningún análisis que no vaya más allá del último partido que se acaba de disputar. Lo que pasó ayer parece que nos lleve a la memoria de meses atrás… pero realmente sucedió ayer. La última semana del Valencia Basket ha estado marcada por dos nombres propios; Álex Mumbrú y Rebecca Allen. Por dos motivos bien distintos pero que nos llevan a varios meses atrás para poder entender la foto del presente. La derrota del equipo masculino en Málaga frente al Unicaja por 102-86 pone fin a una racha de seis victoria seguidas del Valencia Basket pero no a la importancia de esos triunfos, que han dejado al equipo dentro de la Copa del Rey de Badalona y luchando por el Top 8 de la Euroliga. Algo que parecía una quimera no hace tanto, donde el técnico catalán ha ido compareciendo en casa entre la indiferencia y los silbidos.Cuando Allen disputó el segundo partido de la pasada final de la Liga Femenina en la Fonteta nadie podía imaginar que ese iba a ser, de momento, su último encuentro con la camiseta taronja. Ya no ha vuelto a pisar Valencia desde entonces. Lo que parecía un viaje a Australia que iba a provocar que se perdiera la pretemporada y, como mucho, el arranque por el descanso después del Mundial se ha convertido en un viaje de no retorno. Con pocas explicaciones por parte de la Federación Australiana desde un golpe en las costillas contra Serbia que derivó en fractura y neumotórax. La gran perjudicada de todo esto ha sido la ciudadana Rebecca Allen. No la jugadora, la persona. Los neumólogos consultados por LAS PROVINCIAS para intentar comprender la lesión de Allen advierten del peligro para su salud, y su integridad, que hubiera supuesto subirse a un avión sin saber que tenía un neumotórax. Si apareció en un informe médico fue a raíz de un estudio que pidió el Valencia Basket, no su federación. Da para analizar y cabrearse mucho. Ahora, lo más importante es que la jugadora se cure de su lesión. El futuro, quien sabe, le puede dar una segunda oportunidad en la Fonteta.Ese futuro, quien sabe, algún día le brindará una ovación a Álex Mumbrú. De momento, ese reto no está desbloqueado. Es cierto que esa realidad tiene muchas lecturas. No todas tienen que ver con la racha de derrotas del Valencia Basket, puestro que esa indiferencia como gran muestra de cariño viene desde el día de la presentación. Después, en las primeras derrotas sufrió pitos incluso en la presentación. Para sus jugadores, aplausos. También en las derrotas. Todo es lícito, faltaría más. El preguntarse los motivos de todo esto, también. Una explicación puede encontrarse en la idea que se hizo un sector de la afición de que Pedro Martínez iba a ser el sustituto de Peñarroya. Tampoco se ha explicado muy bien esa historia… pero parece que Mumbrú no es culpable de que eso no se diera.El vestuario, tal y como desveló este periódico en un informe, señalan al catalán como la clave de haber encontrado la tecla. Eso no asegura nada para el final de temporada, puesto que a estas alturas no sabemos si el Valencia Basket acabará consiguiendo los objetivos deportivos, pero si en algún momento se acaba la plaga de lesiones, será el momento de comprobar hasta dónde puede llegar el equipo taronja. El refuerzo de Shannon Evans es la última pieza que debe integrarse. Sin olvidar a los que ya están. Uno de ellos es Guillem Ferrando. Sin minutos en la última semana y con una declaración reciente de dejar claro que cree que merece la oportunidad de vestir la camiseta taronja. Aquello de que vivimos en una sociedad donde se valora más lo de fuera que lo de casa. Nunca olvidemos las raíces y más en una semana donde se van a celebrar los 25 años de la histórica Copa del Rey del Pamesa. |
Categorías:Benidorm
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