 El presidente ruso Putin se ha reunido este viernes con el homólogo de Turkmenistán, Berdymukhamedov. / Efe ENCARNI BAO AGUIRRE Buenas tardes, Manuel Andan en Rusia conmemorando los 350 años del nacimiento de Pedro el Grande, el zar fundador de San Petersburgo (la ciudad de Vladímir Putin, donde empezó todo) y el gobernante que trató de transformar a Rusia en una potencia europea. El presidente ruso no ha perdido la ocasión de compararse con él, e incluso de doblar la apuesta con manifestaciones imperialistas que traslucen su verdadero objetivo al atacar Ucrania: no ya conquistar territorios, sino restituir al país más grande del planeta lo que fue ‘suyo’ y tiene que volver a serlo.Las fanfarronadas del Kremlin se producen en una semana en la que el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, tuvo que renunciar a viajar a Serbia porque Montenegro, Macedonia del Norte y Bulgaria le cerraron su espacio aéreo. Los delirios de ‘Putin el Grande’ descienden a tierra en un vídeo de Twitter que muestra al líder saliendo del servicio: cuatro acompañantes lo preceden y se despliegan a la espera de la aparición de Putin, al que siguen todavía dos colaboradores más. UCRANIA LLAMA A LA PUERTASe acerca la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea del 23 y el 24, de la que Ucrania espera una respuesta positiva a su aspiración a convertirse en candidato oficial a la adhesión. El 71% de los ciudadanos europeos consideran a los ucranianos “de la familia”, sostiene Volodímir Zelesnki para apremiar a un plácet que los Veintisiete quizá no están en condiciones de otorgar. Sí lo ha hecho la Eurocámara, por 438 votos a favor y 65 en contra. Seguramente el presidente ucraniano no ayuda con la historia de amor que mantiene con Boris Johnson. Es de las pocas personas en el mundo que se alegró del resultado de la moción de confianza contra el ‘premmier’. “Las palabras del Gobierno de Reino Unido siempre se convierten en hechos”, soltó ayer ante el secretario británico de Defensa, para que tomara nota Bruselas.LOS ENREDOS DE ERDOGANNo contento con bloquear la entrada en la Alianza Atlántica de Suecia y Finlandia, a los que considera protectores del “terrorismo” kurdo, Recep Tayipp Erdogan sigue complicando el horizonte de la cumbre de la OTAN del 28 de junio en Madrid con declaraciones que encienden su tradicional conflicto con Grecia, otro miembro del club. El presidente turco echa leña al fuego del contencioso por las islas del Egeo con amenazas de momento verbales: “Que (Atenas) evite sueños, declaraciones y acciones que lamentaría y recupere la sensatez”, recomienda el miembro más incómodo de la organización defensiva, que para colmo de males tiene con un herpes a su secretario general Stoltenberg.MEJOR NO HUMILLAR A NADIEEl presidente francés insiste en las entrevistas en que “no hay que humillar a Putin” en la guerra de Ucrania, y se ofrece ya como mediador entre los dos países cuando cesen las hostilidades. Ucrania entiende que estas manifestaciones de Emmanuel Macron en realidad “humillan a Francia” y se escandaliza de que los dirigentes europeos hablen del futuro de su país sin contar con él. De Alemania mejor no hablar. En Ucrania ya ha hecho fortuna la expresión ‘hacer un Scholz’: prometer continuamente algo (armas pesadas) sin tener intención de hacerlo. Ahora resulta que el Gobierno de Berlín “retrasará las entregas de lanzacohetes hasta el invierno”. Y quién sabe dónde estaremos entonces, si la Inteligencia ucraniana dice que el país “ha agotado la munición’ y esto es una guerra de artillería. |
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