Pese a que la incidencia acumulada de casos y el nivel de ocupación hospitalaria es inferior, el porcentaje de ingresados en UCI es el mismo que antes de la fiestas navideñas

Laura Albo

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La tercera ola de coronavirus, con los contagios en descenso, parece remitir en España, sin embargo, a 10 días del inicio de la Semana Santa, las fiestas se presentan como el principal obstáculo para evitar una cuarta ola de coronavirus. Ante el temor de que ocurra lo mismo que tras las anteriores vacaciones, las de Navidad, el plan presentado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) es más restrictivo que el de las anteriores fiestas.

Tal y como se observa en los siguiente gráficos, tras la celebración de la Navidad se desarrolló una tercera ola de Covid-19 que resultó ser más mortífera que la segunda. Las reuniones sociales provocaron un pico de contagios que tuvo consecuencias

 tanto en el número de hospitalizados, como el de ingresados en UCI y en los fallecidos.https://flo.uri.sh/visualisation/5000361/embed?auto=1A Flourish chart

Por ello, en esta ocasión, el plan actual prevé el cierre perimetral de todas las comunidades (a excepción de Canarias y Baleares) desde el 26 de marzo al 9 de abril, además de establecer el toque de queda entre las 23:00 y las 6:00y un límite de cuatro personas para las reuniones en interiores y de seis en espacios abiertos.

Al contrario de lo que ocurrió en Navidad, momento en que se permitieron desplazamientos entre la mayoría de autonomías, en estas fiestas el país estará blindado. ¿Está justificado?

La situación este lunes, tal y como se observa en el mapa superior y en el siguiente gráfico, presenta mejorías con respecto a los momentos previos a las anteriores fiestas: la incidencia acumulada de casos, según el último informe de Sanidad, a 10 días del Jueves Santo, es de 129 casos por 100.000 habitantes, inferior de lo que era el 15 de diciembre, con 199. Sólo Canarias, Ceuta y Melilla presentan una incidencia superior a la que se registraba antes de Navidad.

Por su parte, la ocupación hospitalaria se sitúa más de dos puntos y medio porcentuales por debajo del periodo anterior, con una ocupación media nacional del 6,94% frente al 9,60% de diciembre. Sin embargo, cabe destacar, que tanto Madrid (con una ocupación del 12,88% de camas Covid-19), como Ceuta y Melilla registran actualmente una situación peor a la previa a las Navidades.

El dato que presenta mayores similitudes, y el que más preocupa, es el de la ocupación UCI, que es el mismo ahora que a finales de 2020, el 21%. Sin embargo, cuatro comunidades (Cataluña, Galicia, Canarias y Madrid) además de Ceuta registran ahora porcentajes de ocupación más altos que antes de Navidad.https://flo.uri.sh/visualisation/5569796/embed?auto=1A Flourish chart

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, señalaba este domingo en una entrevista en La Sexta, que esperaba que la población entendiese los «riesgos» a los que se expone durante las vacaciones de Semana Santa y alertaba de que «el punto de partida» del sistema asistencial es «peor» que el de la segunda ola.

«Estamos en un nivel de ocupación similar a las UCI, si volvemos a empezar de nuevo, el riesgo de colapso será más grande», aseguraba.

Asimismo, en su comparecencia de este lunes el epidemiólogo incidía en la situación de estabilidad en la que nos encontramos actualmente: «Llevábamos varias semanas de descenso, y en los últimos días se observa una estabilización en prácticamente todo el territorio nacional».

Sin embargo, avisaba del aumento de casos que se podría registrar en los próximos días. «No tenemos garantías de que no pueda haber repuntes», señalaba y alertaba de la posibilidad de una cuarta ola: «Vamos a tratar de controlar entre todos la transmisión para evitar, o retrasar, la cuarta ola para que el impacto de la vacunación sea cada vez mayor en la reducción del riesgo de transmisión. Estamos empezando a entrar en ese riesgo que en algunos países de la Unión Europea ya se está observando», sentenciaba.