JORDI MATEU 
Barcelona

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Un joven australiano de 23 años «adicto a los videojuegos»ha matado a su bebé de siete semanas, tras sacudirlo violentamente porque lloraba y no lo dejaba jugar a la consola. El imputado, Joseph McDonald, se ha entregado a la justicia australiana y se ha declarado culpable del homicidio de su hijo recién nacido, Lucas McDonald.

Un gamer golpea y mata a su bebé

Joseph McDonald estaba en tratamiento para su adicción al juego y a las drogas. Días antes de la tragedia, el padre envió un mensaje a su mujer, Samantha Duckmanton, pidiéndole disculpas por ser el “peor padre del mundo”. Y estaba en lo cierto. Según reveló la investigación, el hombre golpeó a su bebé porqueel llanto no le permitía jugar a la PlayStation.

El fiscal del caso, Mark Gibson, detalló que el padre de Lucas lo mató «golpeándolo directamente en la cabeza o haciendo que se golpee la cabeza con otro objeto». Luego de eso McDonald continuó jugando con su consola y se quedó dormido. Pero la condición del bebé se deterioró tras el fuerte golpe en el cráneo y su madre, Samantha, al ver que la criatura no paraba de llorar, lo llevó al hospital. Cinco días después, los médicos declararon muerto a Lucas.

Un gamer mató a su bebé por no dejarle jugar a la consola / Cedida

Las pruebas revelaron que el bebé tenía una hemorragia cerebral fulminante. Además, los médicos confirmaron que las heridas que sufrió el difunto fueron provocadas por temblores, sacudidas o traumatismos bruscos. No fue un accidente, por lo que Samantha cuestionó a su novio, quien reconoció que le apretó la cabeza para que dejara de llorar.

La madre del bebé asesinado ha manifestado que «Lucas era inocente y no podía defenderse» y ha añadido que lo que hizo su marido fue «un acto de cobarde«, ya que él era su padre y se suponía que debía protegerlo: «No me imagino qué había dentro de su cabeza en ese momento», ha lamentado.

El bebé ha muerto en el hospital por muerte cerebral / Cedida

Mcdonald se declara culpable

McDonald se declaró culpable ante la Corte Suprema de Victoria, un estado en el sur de Australia. En su confesión, el gamer aseguró que se sintió frustrado durante una partida y arremetió contra el menor, su hijo, sin darse cuenta.