07/12/2020 Leopoldo Bernabeu Blog
Leopoldo Bernabeu
Los Presupuestos Generales del Estado ya están aprobados y años para lamentarnos por ello, tendremos. Si son unos números imposibles de cumplir, sobre todo en el capítulo de ingresos, da exactamente igual, nadie en este país va a la cárcel por falsear este fundamental documento público y endeudar/arruinar con ello a toda una generación. ¿Quién ha dicho que haga falta sensatez?, si acaso que la aplique el que venga.
El político tiene solo una gran dificultad en su prolija carrera hacia lograr su objetivo, alcanzar el poder. Una vez ahí aposentado, todo lo demás da igual, por aquí me entra y por allí me sale. De ahí la importancia de conocer el pasaporte psicológico del sujeto al que vamos a votar. Debería ser de obligado cumplimiento. Adolf Hitler fue elegido en varias ocasiones como líder del partido nacionalsocialista hasta por fin proclamarse Fürher. Luego ya fue tarde, aunque tiempo tuvieron de sobra, para descubrir que tuvo una infancia perturbadora desde el punto de vista psiquiátrico. Antes de alcanzar el poder nadie se interesó por estudiarlo, y después de sus doce años de masacre con decenas de millones de muertos fruto de su locura, lo hemos estudiado tanto que lo hemos convertido en un estereotipo. Es el personaje más seguido en los documentales de historia.
Lo de Pedro Sánchez supera el patrón, tiene incluso más mérito. Nadie sabe como llegó a ser secretario general del partido socialista, otra de esas carambolas estilo Zapatero, pero llegó. Todavía a tiempo, los suyos le conocieron lo suficiente como para liquidarlo, y he ahí que hizo algo que ni el amigo Adolf, volvió y ganó. ¿Cómo?, estudió milimétricamente su partido con visión de psicólogo/analista. Sabía por donde había que atacar las bases. No es el mismo discurso el que se da a una nación que a un puñado de afiliados. Con buenos asesores, el tema salió redondo.
Mientras toda España, Felipe González y Susana Díaz incluidos, en la intimidad se burlaban viéndolo recorrer España con su viejo Peugeot, él tenía ya articulado ese plan que, cuatro años después, muchos sigues pensando que nunca existió y que acaba de alcanzar su cénit. Su mejor éxito ha llegado emparejado con su mayor venganza, presupuestos que garantizan tres años más de poder y el viejo socialismo con la vena hinchada, aniquilado. Un plan que siempre existió y que ahora ha culminado, con algo de suerte y alguna carambola, pero que nunca han sido claves para conseguir ese órdago con el que termina este 2020 triunfante para el dúo apocalíptico, justo al contrario de lo que sucede al resto de españoles, un mal menor que tampoco ha sido nunca un problema para ellos.
Los más incrédulos pensaron que aquel joven inexperto no duraría mucho después de tumbar a Rajoy en aquella moción de censura trufada de argumentos falsos. Qué ignorantes, su andadura no había hecho más que iniciarse. Aquello sólo fue un paso intermedio. Mentira tras mentira, a cual más gorda y cada vez con menor intervalo entre una y la siguiente, Sánchez ha ido verificando lo que siempre imaginó, que España es un país de grito alto pero paso corto. Otros dicen arrancada de caballo y parada de burro. Dos años y medio después de conseguir ser el primer Presidente aterrizado en la Moncloa sin haber ganado elección alguna y cuatro después de aniquilar a la vieja guardia del centenario Psoe, se ha hecho invencible en la idea de que no le sacan del poder ni con agua caliente. Ladran, luego cabalgamos, le dice cada mañana Sancho Redondo.
Al contrario, los presupuestos más irreales de la democracia, no sólo han sido aprobados por los Gemeliers del poder, unidos por el pegamento del precipicio, sino que ha sumado más votos que la propia investidura Frankenstein del pasado Enero. Ahora explíquense como. Sencillo: Hamelin Sánchez ha aplicado a los líderes de los once partidos que le han apoyado, dame pan y dime tonto, la misma medicina que en su día dio a la militancia socialista, sólo que en sentido inverso. Tanto monta, monta tanto. A los suyos les convenció de que los barones no eran más que antiguallas inútiles bien acomodadas que tomaban decisiones al margen del afiliado, y a los once del patíbulo (el duodécimo es él) les ha hecho ver que los que deciden son ellos y no quienes les votaron. El orden de los factores no altera el producto.
Desde los catalanes de Esquerra, hasta turolenses y cántabros, me retumban los oídos con solo imaginar en lontananza el monumental cabreo que han de tener esos millones de ciudadanos que les votaron confiando en una mejora de sus entornos, y no en que sus votos sirviesen para apoyar a dos perturbados que sólo sueñan en cargarse la Monarquía, instalar su propia República de ensueño y convertirse en Jefe del Estado uno y de Gobierno el otro, a ser posible de manera indefinida. Ya se han hecho hasta hueco en el Valle de los Caídos. A disfrutar lo votado.

Categorías:Alfaz del Pi, Altea, Benidorm, Callosa, Finestrat, La Nucia, Polop, Villajoyosa













