Alfaz del Pi

EL VIERNES 13 ES HOY UN CUENTO DE NIÑOS

El viernes 13 es hoy un cuento de niños 13/11/2020  

Leopoldo Bernabeu

La incertidumbre que antaño producía la llegada del viernes 13 ha mutado en el terror que nos inocula la realidad de un socialismo travestido que se arrodilla, cual síndrome de Estocolmo en los altares, aplaude e idolatra a sus propios asesinos reciclados en Bildu, y a quienes quieren la independencia del país que ellos han defendido durante 140 años. Una gudari infiltrada en el Consejo de Ministros finiquita hoy al español en las aulas y cercena el dinero para continuar con la educación especial y concertada de millones de chavales. Arrieros somos… Hoy tenemos una fotografía, que muta a diario, pero que muestra en este momento lo que está pasando, sin conocer como se ha podido llegar hasta aquí ni que pasará mañana.

Aún habrá que pedirles disculpas. El gobierno del marketing acudió a este nuevo acto con los deberes hechos. Lo importante no era conseguir el rechazo o la aprobación de las enmiendas de unos presupuestos irreales, donde la alianza de incivilizados ya había puesto su firma, sino hacer ver a la adormecida sociedad que los malos son los otros, porque ellos no sólo bajan el iva a las mascarillas, sino que también reducen su coste final, además de aprobar la realización de una prueba a todos los que vienen a España. Olvidando sus medios afines, contrarios a la unidad y la paz social añadir, que existía permiso de la UE para bajar ese iva desde mayo, pudiéndonos haber ahorrado 1.500 millones de euros, y que esas pruebas de control aeroportuario es algo que ha venido reclamando el sector turístico desde el mismo día en que se levantó el primer estado de alarma, a finales de Junio.

La cuadratura del círculo es perfecta, por lo que no es de extrañar el acierto de los padres de Iván al apellidarle Redondo. Consiguen que no se hable de la piedra angular, el contenido de los propios Presupuestos Generales del Estado, un documento de ciencia ficción que sólo sirve a los intereses de una izquierda acostumbrada a repetir el éxito de su propia historia, gastar a manos llenas lo que no tenemos y tendrán que prestarnos, conscientes de que para resolver ese inmenso caos ya vendrán los de siempre más adelante, antaño llamados derecha y hoy simplemente acomplejados. Los españoles no aprendemos.

Y para que eso siga siendo así, se redactan leyes como la de Celaá, que hoy se aprueba para analfabetizarnos un poco más, piedra angular en su proyecto de conquista hacia un país de anestesiados, volviendo a repetir los pecados que nos conducen de nuevo al caos y la desesperación, capítulos de los que sólo nos acordaremos cuan Santa Bárbara vuelva a tronar.

La historia es conocida. Presupuestos que mienten en su imposible capítulo de ingresos en un país que amenaza ruina, pero que a la perfección ejecuta el de gastos porque “el dinero público no es de nadie”. Sigue sin escribirse el epitafio que certifique la entrada en la cárcel de un solo político que haya despilfarrado. Saben que su etapa pasará y ya vendrán otros a tapar esas sangrantes heridas que tanta miseria y desolación traerán a las siguientes generaciones. Ejemplos los hay a patadas donde los queramos buscar. Añadamos como colofón que esta acomplejada democracia premia estos desmanes con salarios y parabienes de por vida, como los que cobran Zapatero o Torra, por citar dos ejemplos de personajes públicos contrarios a la unidad de España y la más mínima capacidad de gestión.

Un empresario privado en iguales circunstancias, acabaría arruinado de por vida, con todo su patrimonio embargado y siendo perseguido hasta el final de sus días por la misma hacienda pública que paga con nuestros impuestos a estos mismos desaprensivos causantes de las mayores crisis sociales y económicas vividas en este país en los últimos, convulsos e insoportables doce años. Todavía tendremos que pedirles perdón por no apoyar sus presupuestos, esos que vienen sellados con la sangre de los asesinados por los coetáneos de Bildu y la desesperación de miles de empresarios que tuvieron que huir de la Cataluña asediada por los de Esquerra y su “apreteu”.

Nos queda la sensación de estar viviendo escenas imaginarias que nos despiertan de golpe a la realidad y momentos congelados que creíamos olvidados. La biografía de un iluminado al que nadie puso coto, haciéndonos creer que era un poeta del crepúsculo convirtiendo lo sobrenatural en ordinario. Los exagerados éramos todos los que nos negábamos a verlo así. Aunque no es todo malo en la pandemia, la historia nos recuerda que se cumplen ahora 100 años de la fecha en la que Valle Inclán, contagiado de peste negra y confinado, escribió Luces de Bohemia. Sanchinflas y Coletavirus tienen pocas luces en su país de las maravillas. Sigamos disfrutando de lo votado.