La estrofa de una popular canción alicantina comienza diciendo: “La manta al coll i el cabasset, mon anirem…” así que me dije, para, ponte la manta al cuello, pero deja el capazo y no te vayas, ¡quedate! De “arreando xim-pam-pum” nada de nada. No te muevas de aquí, no abandones a esos niños ni olvides a los ancianos pobres y trata de averiguar donde fue y donde va a parar el patrimonio que estaba a ellos destinado desde hace cien años y que todavía no sabemos donde está. Y aquí estoy, querellado, acusado de un presunto delito contra el honor y buen nombre de quien dice actuar amorosamente con los pobres y  con ternura hacia los niños y por no tragarme el camelo gracias a las pruebas documentales en mi poder, me demandan pidiéndome 50.000,00 € por los supuestos daños y perjuicios. Así que no me voy, me quedo para ver en que queda esta rocambolesca historia por la que se ha volatilizado un patrimonio millonario y a estas alturas parezco ser yo el reo culpable de su desafortunada volatilidad. En esta historia, el que no corre, vuela. Con lo sencillo que resulta reconocer que no se ha cumplido ningún objetivo de la Fundación, explicar a continuación dónde ha ido a parar la mayor parte de su patrimonio, en lugar de sacar un señuelo, una añagaza para despistar. Dice el refrán popular que la mejor defensa es el ataque y en eso deben estar.

Con seguridad que aquellos niños pobres que necesitaban de alimentación y enseñanza ya pasaron a ser muy mayores, tan mayores que reposan en el cementerio juntamente con los ancianos pobres ya fallecidos y todos ellos a mejor vida. Quedan ahora los niños escolarizados en un colegio concertado y unas religiosas mayores alojadas en una residencia exclusiva que no les pertenece ni de hecho ni por derecho.  No es que llueva sobre mojado, es que diluvia, si añado que la mayor parte de las hermanas fallecidas están enteradas en un panteón que no es de su propiedad. Parece ser que en este caso concreto la ternura, el amor, la apropiación y liquidación andan de la mano, y el honor y el buen nombre en paradero desconocido.  

Aquí llover, lo que se dice llover no llueve mucho, pero en cambio “mojados”, mejor dicho, “pringados” en esta historia hay mas que moscas, aparecen untados hasta debajo de las piedras. El caso es que hoy estoy aquí por otra razón conexa con la anterior. Un amigo me ha hecho llegar un impreso dirigido a los padres de los niños escolarizados en el Colegio Ntra. Sra. de los Dolores, colegio concertado, al objeto de que voluntariamente entreguen una cantidad fija anual en concepto de donativo destinado a la Fundación Educativa Madre Micaela HHDC que al parecer se dedica a desarrollar sus fines de interés general ¿educativos?. Anima a efectuar la donación argumentando que es fiscalmente desgravable, como si se tratara de una entidad benéfica de utilidad pública como lo es la Cruz Roja. Claro está que esta idea de la donación voluntaria (desconozco si existen donaciones obligatorias, involuntarias, forzosas o ineludibles) esta donación en concreto parece estar más próxima al conocido “impuesto revolucionario”, incluso a la voluntariedad de la famosa División Azul, que al propio espíritu del donativo, óbolo, dádiva o limosna.

Si a todo ello añadimos que adjuntan al impreso una orden de domiciliación bancaria  para efectuar la voluntaria donación, y complementan los datos con el nombre del niño escolarizado y su curso y se asesora que la donación y los datos que le acompañan no tienen carácter discriminatorio para el niño escolarizado… que venga Dios, que lo vea y a continuación explique al auditorio si tiene carácter discriminatorio, censal, estadístico o es un simple cómputo la petición de tal cúmulo de datos. Explica el impreso  destacándolo en negritas:

1. La donación tiene carácter voluntario, pero es importante entender que es necesaria para el buen funcionamiento del centro.

De acuerdo, pero si tan importante es entender que es necesaria para el buen funcionamiento del centro, habrá que explicar por que razón o motivo lo es, puesto que da la impresión de que  caso de no realizar la donación, peligra su buen funcionamiento, es decir hace falta necesariamente una cantidad de dinero desconocida, no cuantificada, para que el centro funcione bien. ¿Conoce este extremo la Consellería de Educación? Ella es la responsable del buen funcionamiento, no los padres de los alumnos.

2. La donación no se realiza para abonar la educación, que es absolutamente gratuita, ni para el pago de servicios, ni actividades complementarias ni extraescolares.

Está claro una vez “entendido” el párrafo anterior pero para “digerir” el actual ¿será necesario saber para qué se realiza? ¿No era para el buen funcionamiento, o lo era para los difusos fines generales? ¿O sí lo sabemos? El concepto de buen funcionamiento es absolutamente subjetivo. Se advierte al leer esta párrafo su negatividad, lo cual no ayuda en absoluto a la consecución del donativo.

3. La donación no tendrá ninguna incidencia en la escolarización del alumno en el centro.

Si es así para que piden el nombre y el curso del escolar. ¿Para qué necesitan ese dato? O se da una explicación fehaciente o siempre quedará la duda. Es mas, acepto que no incida para nada en la escolarización del escolar, per insisto ¿en qué incide? ¿para que lo necesitan?.

4. La donación es desgravable.

Me extraña enormemente que no digan en qué porcentaje lo es. No me lo puedo creer a no ser que lo diga la Agencia Tributaria o su servicio de Inspección. Confundir una donación con una limosna puede traer malas consecuencias y tienen un nombre: Declaración Complementaria que siempre va acompañada de la correspondiente sanción.

Tratando de profundizar algo mas en el conocimiento de la nueva Fundación Educativa de las Hermanas de la Doctrina Cristiana acudo a la Guía de colegios privados católicos concertados de la Generalitat Valenciana que me dirige a su web, entro y en el menú pincho “Historia”, leo “El colegio ayer” y comienzan las sorpresas cuando al comparar el texto que estoy leyendo con los originales de las Escrituras de la Fundación del Hospital-Enseñanza Ntra. Sra. de los Dolores y del Refugio para pobres naturales o vecinos de Benidorm, compruebo que no coinciden. Una historia es la que se relata en la página web de las Hermanas de la Doctrina Cristiana y otra muy distinta la historia que conozco, la historia real, en este caso documentada de la A a la Z con actas notariales.

Intentan dar protagonismo al párroco de la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, obviando la existencia del matrimonio Roig-Cortés, verdaderos mecenas del Hospital y Refugio al que cedieron su millonario patrimonio y del que solo quedan después de cien años, un Colegio, una Guardería y un Albergue exclusivo para las hermanas, de los niños y ancianos pobres de Benidorm, no queda ni el recuerdo. Si añadimos que la obligación de la congregación religiosa era la de cuidar del panteón familiar, que la obligación se ha convertido en la ocupación del mismo por las hermanas fallecidas en toda la congregación, terminamos de poner la guinda al pastel.

Los términos se han invertido, se ha tomado el predicado como sujeto y se ha transformado la intención, el propósito caritativo del matrimonio Roig-Cortes hacia el colectivo de familias pobres de Benidorm, en el modus vivendi de parte de la congregación religiosa Hermanas de la Doctrina Cristiana. Esa inversión, esa  interpretación equivocada a todas luces, es la que denuncio, sumándole el consentimiento tácito de los patronos de la Fundación Roig-Cortés y de la entidad pública de la Generalitat Valenciana “Protectorado del Registro de Fundaciones” obligada a su seguimiento y control. Lógicamente no estoy dispuesto a aceptar una “sanción caritativa” por haber denunciado públicamente un desaguisado del que no soy protagonista y en el que la caridad está permanentemente ausente tratando de aflorarla con mi dinero.

Volvamos a la “Historia del Colegio ayer”. El 12 de enero de 1921 el matrimonio Manuel Cortés Lloret y Ana María Roig Llorca fundaron un establecimiento benéfico en Benidorm denominado Hospital Enseñanza de Nuestra Señora de los Dolores al objeto de atender gratuitamente a los enfermos pobres nacidos o vecinos de Benidorm y dar enseñanza gratuita a los niños y niñas pobres, establecimiento que seía sostenido por la caridad del pueblo y de cuantos a ello quisieran contribuir. El 4 de noviembre de 1922 el Sr. Cortés Lloret dispuso en su testamento que una vez fallecida su esposa todos sus bienes, derechos y acciones pasarían a ser propiedad de las Hermanas de la Doctrina Cristiana, para que con las rentas y productos de las mismas fundaran un Refugio para pobres naturales o vecinos de Benidorm y dieran enseñanza a los niños y niñas de dicho pueblo. Esta es la historia del Colegio, cualquier otra versión es pura fantasía, burda manipulación.

Regresemos a la actualidad. La libertad de pedir está obligada a acompañarse de la “transparencia” debida, puesto que ante la falta de claridad prevalece la libertad de no dar. Eso es lo  que hay, si los “fines generales” figuran en los Archivos Secretos del Vaticano… abran, liberen el secretismo, sean TRANSPARENTES, digan de una vez por todas cual es el destino de los donativos y con ello el destino de la Fundación Cortés-Roig, abran de par en par la puerta de la ternura y el amor por los niños y ancianos pobres de nuestro Benidorm. Estamos cien años esperando.

José Antonio Corachán Marzal