SUCESOS Tres años después
PREMIUM
- GEMA PEÑALOSA
La Audiencia de Alicante pone fin al caso de la caída al vacío de la escocesa de 25 años desde un décimo piso de un hotel de Benidorm

- Informe. La Policía cierra el caso: ‘se asustó y se lanzó al vacío’
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El pasado 29 de abril hizo tres años desde que la escocesa Kirsty Maxwell, de 25 años, se precipitó al vacío desde el décimo piso de un apartahotel del barrio inglés de Benidorm (Alicante) donde estaba alojada junto a un grupo de 20 amigas para celebrar una despedida de soltera.
Eran cerca de las siete de la mañana cuando Kirsty entró por error en la habitación de cinco hombres ingleses -con una hoja de antecedentes en la que hay condenas de distinta naturaleza- hospedados en el mismo edificio y cayó por el balcón. No les conocía
En los primeros compases, la investigación acumulaba muchas dudas y pocas certezas que con el transcurso de los meses se fueron recolocando, hasta que ahora laAudiencia de Alicante le ha puesto fin, cerrando el caso. La muerte de Kirsty no tiene culpables por más insólita que fuera.
Fue un «episodio extraño» eso sí, tal como puntualiza el tribunal, pero no se le puede atribuir a los cinco investigados. La caída al vacío de la joven, añade, se produjo de manera «accidental y atribuible a las consecuencias asociadas a su afectación alcohólica en el momento de los hechos».
Los jueces recalan en el cambio de versión que dio uno de los imputados -primero dijo que estaba en un apartamento y después cambió su ubicación a otro-, aunque inmediatamente indican que «no puede traducirse en un serio indicio de criminalidad».
Entonces, ¿qué pasó aquella madrugada?, ¿qué sucedió en la habitación? Y lo más importante, ¿qué provocó su caída? La justicia no ha hallado respuestas precisas para una muerte que causó tal revuelo en Reino Unido, que incluso la diputada Hanna Burdell urgió al Gobierno de su país a que intercediera para aclararla.
Horas antes de fallecer, Kirsty y sus amigas habían estado bailando y bebiendo -«hasta 10 combinados de alta graduación», según recoge la Audiencia en su auto- en distintos pubs de la conocida como zona guiri de la ciudad.
Sobre las cinco de la madrugada, la joven comenzó a sentirse mal y, junto a algunas de sus amigas, decidió regresar al apartahotel. Habían alquilado dos habitaciones: una en el noveno piso y otra en el décimo.
Kirsty entró en el apartamento y se durmió. Alrededor de las siete de la mañana, decidió subir a la habitación del resto de compañeras. Iba descalza y vestida. Pero se equivocó y tras llamar a la puerta del apartamento de al lado del de sus amigas, acabó en el de los cinco hombres, culturistas, que estaban aún de celebración consumiendo alcohol y drogas.
LOS HECHOS INVESTIGADOS
Minutos después, cayó por el balcón. Tras el suceso, laPolicía Nacional firmó un informe en el que concluía que Kirsty se había lanzado al vacío por ella misma. Para los agentes no había caso ni posible homicidio.
Según reflejaba el documento policial, la mujer se asustó cuando se equivocó de habitación, quiso irse de allí, salió al balcón y cayó. Es la misma tesis que siempre ha defendido el letrado de los investigados, Roberto Sánchez, que recuerda que no se ha encontrado ni una sola prueba que involucre a sus clientes.
«Por motivos que se desconocen, tal vez por error y pensando que accedía al apartamento de sus amigas, se introdujo en el que ocupaban los investigados y, posiblemente, debido a su estado de intoxicación etílica y la corpulencia observada en los chicos que estaban en su interior, entró en situación de pánico, desorientada, encontrando como única vía de escape la puerta corredera que se encontraba parcialmente abierta, asomándose y saltando quizás con la intención de caer dentro del agua», decía textualmente el informe de la Policía.
Pese a esta postura, la juez continuó con su investigación, tomó declaración a los cinco hombres y les dejó en libertad. Dos años después sobreseyó las actuaciones. Concluyó que las «numerosas» diligencias policiales y judiciales realizadas para aclarar la muerte de Kirsty descartaban que los cinco investigados cometieran delito alguno. «No existen indicios de su participación en el fallecimiento», zanjaba.
«FUE ACCIDENTAL»
La familia Maxwell recurrió a la Audiencia de Alicante, que ha respaldado a la juez: «Indiciariamente, la mecánica de los hechos fue accidental sin existir suficientes indicios de delito en ninguno de los hasta ahora investigados».
A lo largo de estos tres años, el asunto ha sido un carrusel de petición de pruebas y un tira y afloja de los padres de la joven con los investigadores, de quienes siempre han recelado. De hecho, contrataron a detectives privados que se han desplazado en Benidorm e intentaron asentar una especie de investigación paralela a la que la juez nunca dio recorrido. El tribunal, no obstante, dice que la intención de la familia de reabrir el caso «lógica y legítima».
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