Alfaz del Pi

Condenada por pegar a una mujer que portaba la bandera de España: «Española de mierda»

JUSTICIA 

Desafío independentista

Un tribunal aplica a la agresora el agravante de odio y califica la persecución sufrida como «extremadamente grave»

Antidisturbios en una de las manifestaciones de Valencia.
Antidisturbios en una de las manifestaciones de Valencia.BIEL ALIÑO

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  • GEMA PEÑALOSA

La Audiencia de Valencia ha aplicado el agravante de odio en la condena a una conocida activista local de 64 años, Amparo Molina, por insultar y agredir a una mujer, de 62 años, que sacó la bandera de España durante la concentración de protesta del 1 de octubre de 2017 en la ciudad contra las cargas policiales en Barcelona durante la jornada del referéndum independentista. El tribunal le impone una multa de 3.690 euros.

En su sentencia, los jueces atribuyen a Molina dos delitos de lesiones, con el «agravante de obrar por motivos ideológicos», y también la condenan a hacerse cargo de las heridas que sufrió la víctima, los desperfectos de su vestimenta y los daños morales que, dice, la actuación de la agresora le causó a ella y a su marido, que la acompañaba.

La condenada le gritó «asesina, puta fascista» y «española de mierda», además de empujarla y escupirle tras una virulenta persecución por las calles deValencia que la Audiencia califica de «extrema gravedad». Además, también la considera responsable de un delito de malos tratos contra el marido de la víctima. Los hechos se registraron el 1 de octubre de 2017.

El ambiente estaba enrarecido en el centro de Valencia, donde ese día se celebraron dos manifestaciones: una a favor y otra en contra del referéndum de Cataluña. Casi coincidieron en espacio y tiempo, por lo que la Policía Nacional realizó un despliegue intenso en la zona.

Por la tarde, un numeroso grupo de personas -entre los que estaba la condenada- se había concentrado en la Plaza del Ayuntamiento en apoyo a los ciudadanos catalanes que defendían el derecho a la autodeterminación.

A esa hora, y a escasos metros, acababa de terminar la protesta antagónica que clamaba por la defensa de España, en la que habían participado la víctima y su marido. Cuando regresaban a su casa, se toparon con Molina y el resto de manifestantes.

Al encontrarse con ellos, la mujer agredida sacó de su bolso una bandera de España y la enarboló. Molina, acompañada por un numeroso grupo de personas, «se desvió del itinerario de la manifestación y se dirigió al matrimonio». La pareja quedó acorralada.

La acusada, recoge el fallo, «llamó al matrimonio fascista, asesinos» y después fue a por la mujer. «Puta fascista, española de mierda, sois unos hijos de puta, españoles de mierda», le gritó, tal como refleja la sentencia.

UN ASEDIO «AGÓNICO»

A continuación, precisa el tribunal, llegaron los zarandeos y los gritos que dieron lugar a un asedio en el que la Audiencia ha ahondado y, dice, «fue agónico» . «Con ánimo de menoscabar su integridad física (de la víctima), se abalanzó sobre ella, le pisó, le escupió y le increpó diciéndole que esa no era su bandera».

Molina también insultó y empujó al marido de la mujer. Al verse rodeado, el matrimonio trató de marcharse y entonces, indica el escrito, «fue perseguido (por los manifestantes) que seguían insultándoles, escupiéndoles y golpeándoles».

La mujer y su esposo llegaron hasta otra calle donde un agente de Policía local «les protegió y escoltó» hasta una zona donde había varios vehículos policiales.

«La extrema gravedad de los hechos es debida al peligro que corrieron las víctimas de llegar a padecer males muy superiores, inermes ante el grupo que los asediaba y padeciendo una situación angustiosa y agónica durante el largo tiempo y espacio que duró el recorrido por las calles de Valencia», concluye