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CÓMO TOMAR DECISIONES COMERCIALES ACERTADAS EN LAS CIRCUNSTANCIAS ACTUALES

CÓMO TOMAR DECISIONES COMERCIALES ACERTADAS EN LAS CIRCUNSTANCIAS ACTUALES

Estamos acostumbrados a utilizar los datos para tomar las mejores decisiones comerciales pero ahora los datos son escasos y la incertidumbre muy elevada.

Cada uno lo lleva como puede, hay personas muy preocupadas mientras otras prefieren esperar antes de tomar posiciones.

El problema es que preocuparse requiere esfuerzo y, a diferencia del enfoque, el aprendizaje o la acción, la preocupación no logra nada de valor.

Al mismo tiempo, también es tentador simplemente esperar a que las cosas vuelvan a la normalidad, pero corremos el riesgo de que todo el tiempo que pasamos esperando por una normalidad que puede no producirse, al menos en el medio plazo, es un tiempo que no aprovechamos para aprender, liderar y conectarnos con la realidad.

Imagina cuánto podríamos descubrir y aprender si cambiamos de actitud y aprovechamos este tiempo para prepararnos.

Una pequeña empresa no es simplemente una versión en pequeño de una grande.

No solo tenemos menos reuniones, menos recursos y menos restricciones sino que contamos con la gran ventaja de poder mirar a los clientes a los ojos y viceversa.

El camino a seguir en una pequeña empresa es descubrir lo que la gente necesita y ayudarla a conseguirlo.

Nunca ha sido fácil ser una pequeña empresa y es aún más difícil en estos momentos, pero la resistencia y la flexibilidad van de la mano.

Tomar decisiones acertadas y rápidas es un desafío en las mejores circunstancias, pero cuando se tiene encima una crisis de incertidumbre como la actual, el desafío puede resultar paralizante.

Empieza dando un paso atrás para hacer balance, anticipar y priorizar.

Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. En un ambiente de crisis es tentador saltar de una tarea urgente a la siguiente para hacernos cargo de lo que tenemos inmediatamente frente a nosotros, pero podemos perdernos información relevante, una perspectiva más amplia, observar el paisaje desde arriba.

Y si nos preguntamos, qué es lo más importante en este momento, qué podríamos estar perdiéndonos, cómo podrían desarrollarse las cosas y en qué podríamos influir ahora para que valga la pena más adelante.

Muchas veces, algunas decisiones que parecen pequeñas y rutinarias pueden tener grandes implicaciones a largo plazo.

Esta capacidad de anticipar cómo se desarrollarán las cosas y de comenzar a actuar en consecuencia, puede ayudarnos a evitar reacciones instintivas que conducen a malos resultados.

Por supuesto, nadie tiene una bola de cristal y es posible que las predicciones más específicas sean equivocadas porque todo está cambiando muy deprisa, pero puede resultar muy útil estudiar posibles vías de desarrollo de los acontecimientos y los obstáculos a los que tendríamos que enfrentarnos si suceden.

Presentar escenarios alternativos desde el peor hasta el más favorable.

Siempre es saludable abrir nuestra mente a nuevos puntos de vista que nos proporcionen una visión más amplia, este enfoque puede conducir a decisiones más audaces.

Dirigir un negocio, inevitablemente, implica tomar decisiones difíciles, sin embargo, ahora, su número y el riesgo que conllevan es mayor.

Las crisis sin precedentes exigen acciones sin precedentes. Las lecciones de las crisis pasadas sugieren que es necesario tomar medidas audaces y rápidas que podrían verse como demasiado arriesgadas en tiempos normales.

La caída de los ingresos y la incertidumbre futura supone que tendremos que tomar decisiones comerciales tan importantes como endeudarse o cambiar el enfoque de lo que hace el negocio.

Cada situación es diferente y depende de las circunstancias específicas de cada negocio pero existen algunos principios generales que pueden ayudarnos.

Veamos algunos pasos para tomar decisiones difíciles.

La toma de decisiones se vuelve más importante en tiempos de crisis pero también se vuelve más desafiante durante los periodos de estrés y más difícil cuando los resultados son inciertos.

Paso 1. Organizar y comprender la decisión.

Puede ser que tengamos que decidir entre dos opciones posibles o que podamos resolver el problema de varias formas diferentes.

Por eso, es importante tomarse el tiempo de comprender y organizar las posibles opciones para asegurarse de que tenemos en cuenta todas las posibilidades.

Piensa en las posibles soluciones al problema o en las formas de abordarlo para tener más opciones. Puede que más opciones hagan la decisión más difícil, pero te aseguras de no restringir tu decisión a las más obvias.

Aquí es importante hacer un esfuerzo para salir de nuestra forma de pensar habitual y pensar diferente.

✅ Paso 2. Prepararnos para tomar la decisión.

Recopilar la información que necesitamos para tomar una decisión es importante.

Poca información puede ser perjudicial. Evalúa las opciones y piensa en la información que necesitas para decidir. Piensa también en las implicaciones posteriores, ¿qué significa cada una para el negocio dentro de un año?

Demasiada información puede conducir a la parálisis por análisis.

La regla del 40/60 puede ayudarnos:

  • Tomar una decisión con menos del 40% de la información disponible es demasiado arriesgado y probablemente nos avoca a tomar malas decisiones.
  • Sin embargo, si esperamos a tener más del 60% de la información potencialmente disponible, seremos demasiado lentos y nunca nos sentiremos preparados del todo porque siempre se puede obtener más información.

Con una cantidad de datos dentro de estos parámetros debemos confiar en nuestra experiencia e instinto para tomar una buena decisión.

La esencia de la intuición es sintetizar los datos limitados con nuestra experiencia, perspicacia y buen juicio.

Antes de tomar una decisión también debemos tener en cuenta nuestros sesgos.

Como seres humanos todos tenemos prejuicios, muchas veces nos ayudan a tomar decisiones más rápido pero, a veces, nos llevan a elegir sin tener todos los factores en cuenta.

Sesgos comunes que enmarcan nuestro pensamiento:

Las creencias y la intuición impulsadas por emociones son muy poderosas a la hora de tomar decisiones, al comprender nuestros prejuicios, tenemos más oportunidades de calmarlos y avanzar hacia mejores opciones.

  • El sesgo del status quo implica considerar el estado actual de las cosas como óptimo y cualquier cosa diferente como una pérdida.
  • Sesgo de confirmación. Uno de los sesgos de decisión más comunes es el de confirmación, en el que buscamos y prestamos más atención a la información que respalda nuestros puntos de vista.
  • Efecto de encuadre. A menudo parece que las soluciones pasan por tomar una decisión entre dos opciones enfrentadas sin tener en cuenta otras alternativas.
  • Efecto de arrastre. Cada día vemos cómo unas ideas cobran fuerza por encima de otras hasta que un pensamiento más claro las apaga.
  • Sesgo de atribución hostil. Cuando alguien no está de acuerdo con nosotros en un momento de alto estrés tendemos a atribuirles una intención hostil. Asumir una intención hostil solo aumenta los niveles de estrés para todos.
  • Sesgo de la normalidad. Este sesgo supone la creencia de que las cosas siempre continuarán siendo como han sido en el pasado, lo que nos lleva a la incapacidad de planificar circunstancias nuevas.

✅ Paso 3. Tomar la decisión.

Cuando se trata de tomar la decisión, reserva un tiempo de calidad para hacerlo sin distracciones.

Las investigaciones demuestran que la mayoría de las personas toman mejores decisiones por la mañana, antes de estar fatigados.

Piensa en los pros y contras de cada opción y en la importancia que tiene cada una a corto y largo plazo.

Finalmente, intenta tomar cierta distancia de la decisión imaginando cómo asesorarías a otra persona que se enfrenta a la misma decisión. De esta forma consigues distanciar lo emocional de lo real.

Las decisiones siempre son emocionales y como líder empresarial conoces tu negocio y tu instinto, es lo que te ha ayudado a construirlo. No las ignores pero sé consciente de tus emociones cuando tomes una decisión.

✅ Paso 4. Comunicar la decisión.

La comunicación de la decisión ya sea a tu equipo, clientes o socios, es una parte vital para que la decisión se materialice.

Piensa en quién necesita que le informes, cuándo lo harás y cómo. Ensaya lo que dirás y piensa en las preguntas que pueden surgir y en las respuestas adecuadas.

Muchos expertos han advertido que la imprevisibilidad va acompañada del fenómeno psicológico de la ceguera por falta de atención.

A veces, no vemos lo obvio porque nos centramos en otras cosas, lo que puede impedirnos valorar oportunidades o detectar amenazas, por ejemplo.

Uno de los experimentos más conocidos que demuestran este fenómeno es «la ilusión de los jugadores de baloncesto». Si no lo conoces… ¡Haz la prueba, seguro que te sorprende!

Esta crisis en particular requiere enfoques diferentes, actualmente estamos en un periodo ambiguo donde necesitamos un pensamiento adaptativo y soluciones creativas.