El presidente de lobby aéreo mundial IATA, Alexandre Juniac, ha alertado de que si se impone la distancia social en los aviones, que como mínimo obligaría a las aerolíneas a dejar vacío el asiento de en medio, “los viajes baratos terminarán”, y avisa de que que la única salida que tendrán las aerolíneas de corto y medio radio, según El Economista, será subir un 50% el precio de los billetes

Este aumento sería para “asegurar un beneficio mínimo” que les permita operar, puesto si se obliga a dejar el asiento de en medio vacío, tal y como por ejemplo Easyjet asume que pasará, las aerolíneas podrán ocupar el 66% del avión, mientras que las aerolíneas de corto y medio radio necesitan una ocupación de al menos el 72% para no perder dinero con la operación.

Ante este escenario de una ocupación inferior a un 75%, a muchas aerolíneas les compensará dejar los aviones en tierra. El presidente de Ryanair, Michael O’Leary, ve una “locura” la idea de bloquear un tercio de cada avión ya que no será sostenible, y además no servirá para luchar contra los contagios ya que no se asegurarán los dos metros. 

Las aerolíneas, además, están reduciendo flota ante la previsión de una bajada de la demanda durante varios años hasta que se vuelva a niveles de 2019. La reducción de la oferta de plazas aéreas, así, fruto de menos aviones, menos asientos, y menos aerolíneas ante previsibles quiebras, se antoja que va a suponer un lastre para una rápida recuperación de los flujos turísticos, como reveló preferente.com (Billetes de avión más caros con menos flota y menos asientos por aparato).

Las aerolíneas, no obstante, van a contar con la ventaja de que el precio del petróleo es mínimo tras las enormes caídas de las últimas semanas, y que quizás durante un tiempo también tengan el apoyo de dinero público, pero su transformación a causa de esta crisis del coronavirus es inevitable, como ya están demostrando IAG (matriz de Iberia y Vueling), Delta, Lufthansa o Easyjet.