Alfaz del Pi

Un viejo rival de Pedro Sánchez reaparece para romper en mil pedazos la mordaza que pretende imponer a los medios críticos

EDUARDO MADINA RECHAZA POR COMPLETO LA ‘PREGUNTA TRAMPA’ REALIZADA EN EL CIS DE TEZANOS

El que fuera competidor del actual presidente del Gobierno por liderar el PSOE tiene claro que hay que defender la libertad de expresión dentro de los límites de la Constitución

 

Un viejo rival de Pedro Sánchez reaparece para romper en mil pedazos la mordaza que pretende imponer a los medios críticos

Eduardo Madina reaparece como la gran pesadilla de Pedro Sánchez y desde luego el palo que le propina es de los que se escuchan hasta enGanímedes.

El político socialista, viejo rival del hoy presidente del Gobierno de España por liderar a mediados de la década pasada el PSOE, muestra su total desacuerdo con la cuestión planteada en el último CIS sobre la regulación del derecho de los ciudadanos a informarse libremente.

Ese interrogante planteado por el Centro de Investigaciones Sociológicas tenía su miga porque, aunque es verdad que pretendía circunscribirlo al capítulo de la pandemia por el coronavirus, seguramente tenía voluntad de perpetuarse en el tiempo con cualquier asunto que desde La Moncloa socialcomunista considerasen esencial tener controlada:

¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?

Madina no comparte en absoluto esa regulación que se propone desde el organismo dirigido por José Félix Tezanos y por ello contraataca con otra pregunta de mucha relevancia y que supone destrozar en mil pedazos la estrategia censora del Ejecutivo de Pedro Sánchez:

UN TUIT MUY APLAUDIDO

Los seguidores de Eduardo Madina han jaleado esta publicación y entienden, sin duda alguna, que el Gobierno no es quien para estar controlando lo que se dice en los medios. Que, en todo caso, si hay falsedades, ya están los tribunales de Justicia para reparar el daño que esas noticias falsas, en el caso de demostrarse tal condición, pudieran causar.