La violación grupal, simultánea y grabada en vídeo a una joven de 19 años la noche de Año Nuevo arrancó con fuerza.Sin embargo, la petición para analizar otros dos móviles en busca de más vídeos ha frenado esta dinámica. El análisis está resultado laborioso y muy complicado.

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La investigación judicial por la presunta violación simultánea y grupal de cuatro jóvenes a una chica de 19 años en Callosa d’En Sarrià el 1 de enero de 2019comenzó con buen pie. Los cuatro agresores fueron detenidos tras ser sorprendidos in fraganti mientras abusaban de la víctima y lo grababan en vídeo y la juezles envió rápidamente a prisión. Sin embargo, ese impulso inicial fue un espejismo que se vio frenado cuando la magistrada solicitó que se investigaran dos móviles más de los acusados ante las sospechas de que pudieran haber grabado más imágenes.
Es justo ahí donde el proceso se estancó. Los terminales se enviaron hace meses a la Guardia Civil para que los desencriptara y, de esta manera, poder despejar las dudas. El estudio todavía no ha finalizado y está resultando dificultoso por el desbloqueo al que tienen que ser sometidos los teléfonos móviles. Mientras tanto, no hay nuevas diligencias a la vista. Todo gira en torno al estudio de los dos móviles en cuestión.
Hasta el momento, la magistrada tiene en su mano los informes toxicológicos y otras diligencias, con lo que la recepción del análisis de los nuevos móviles supondrá una novedad en una instrucción que, a día de hoy, está parada y que la juez declaró compleja para ganar tiempo ante su dificultad.
Las imágenes de esa hasta ahora única grabación, muy crudas y explícitas, eran incontestables por lo que la juez no tuvo ninguna duda en enviar a prisión a los cuatro hombres. La joven apenas podía maniobrar pero en el vídeo se aprecia claramente cómo opuso una fuerte resistencia.
Los hechos ocurrieron en la noche de las campanadas de fin de año. Al parecer los agresores se encontraron en Benidorm con la víctima, quien conocía a dos de ellos. Entonces, y con la excusa de continuar la noche de fiesta, sugirieron a la chica acudir a la casa de un conocido de la madre de ella. Al parecer una vez allí, y tras tomar varias copas, comenzaron los abusos.
La joven aseguró que no recordaba nada de lo que sucedió, pero uno de los residentes de la vivienda, violentado por la actitud de los ahora detenidos, dio la fiesta por finalizada. Los cuatro hombres, decidieron ir entonces a Callosa, al local de uno de ellos, llevándose a la joven, «que estaba en tal estado que apenas podía andar sola», según informó la Guardia Civil en un comunicado.
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