Alfaz del Pi

La isla de las tentaciones se salió de madre: Fani y Andrea, sin control

No me creo que por mucha relevancia que te vaya a dar elreality o por mucho dinero que te puedan pagar -que tampoco es tanto- puedas montar este peliculón y llegar hasta tales extremos y tanta humillación. Ahora sí que sí, La isla de las tentaciones es Sodoma y Gomorra

Si tras el ya famoso «¡Estefaníaaaaa!» de la semana pasada alguien me hubiera preguntado si creía que La isla de las tentaciones podía ir a más, hubiera contestado con toda seguridad: ‘falta rematar la faena’. Pero después de lo de anoche, eso no es rematar la faena, eso es convertir el reality en una página de Pornhub, pero en late night y en Mediaset. No seré yo quien me escandalice por un par polvetes «chulos» -en palabras de sus protagonistas-, pero no puedo negar que anoche viendo el programa me agarré a la manta y no pude evitar que se me ruborizaran hasta los párpados viendo a Fani y Andrea dándolo todo, pero todo, todo y todo. Ni en los buenos tiempos de Rocco Siffredi.

Juro que no es ni porque se las viera como Dios las trajo al mundo, ni porque imploraran al mismísimo Onán, ni porque dieran rienda a la pasión sabiendo que en la villa de al lado está quien se supone que es tu pareja; sabiendo que ellos están destrozados y sabiendo que más pronto que tarde van a ver las imágenes delfolleteo.

Sí, folleteo porque La isla de las tentaciones ya no es elreality que pone a prueba tu relación, o el reality que busca superar los celos, o el reality donde descubrirás si la persona que está a tu lado es la correcta. La isla de las tentaciones es descontrol, instintos primarios, pero sobre todo y por encima de todo una falta de escrúpulos que como vuelva a oír a Mónica Naranjo lo de «haced lo que os dicte el corazón», me subo a una palmera de las de la isla y me dejo caer.

Lo que te dicte el corazón es la frase más trillada en La isla de las tentaciones para excusar lo que no tiene excusa. Es increíble que con eso de que «estoy haciendo lo que siento», «me estoy dejando llevar» o «es que no me he podido contener» ya esté todo absuelto y perdonado. Aquí ni se está intentando descubrir si quieres seguir con tu pareja, ni se está intentando superar unos problemas de celos, ni se está intentando averiguar si él o ella son la persona adecuada, ni se está buscando el amor. Aquí de amor no hay nada. Aquí lo que se ha venido a hacer es a apagar el calentón que desde el día uno en el que se separaron las parejas, se apoderó de Villa Montaña -la villa de las chicas-.

Aquí de amor, corazón, sentimientos hay lo que yo tengo de monja. Fani y Andrea tenían un objetivo claro desde el mismo instante en que pisaron Villa Montaña: ‘mi pareja me la trae al pairo y yo de aquí no me voy sin echar un polvo’. Pero si anoche, después de la hoguera de las chicas, fue llegar a casa, preparar una fiesta de disfraces y jugar a verdad o chupito con una sola y única pregunta que Andrea se encargó de remarcar a fuego:«¿Quién ha follado en La isla de las tentaciones?». En ese momento sólo bebió Andrea, pero el trono de ‘la única’ le duraría poco. Esa misma noche, Fani caía rendida a los encantos de Rubén después de llevar varios días jugando a comando. Y lo peor no es que hayan cometido todas las infidelidades posibles, es la falta de escrúpulos que ambas demuestran. No sé si anoche me daba más vergüenza ver este Pornhub de medio pelo o ver como lloraban porque se sentían culpables y al segundo se estaban rebozando cual filete empanado con el otro.