Zona que se ha hundido en Nueva Montaña./Sane
Zona que se ha hundido en Nueva Montaña. / SANE
Los vecinos oyeron «dos explosiones» y el parque infantil de la calle Tomás y Valiente se vino abajo por completo a las 6:30 horas
ANA DEL CASTILLO
Los vecinos de Nueva Montaña se han despertado esta mañana entre el caos. A las 6:30 horas se ha hundido el parque infantil de la calle Tomás y Valiente sobre el parking subterráneo que hay debajo, un aparcamiento en el que guardan sus vehículos 500 residentes de una gran urbanización cercana al centro comercial Bahía de Santander. Aunque agentes de la Policía Local, efectivos de la Policía Nacional, bomberos y sanitarios han estado buscando posibles víctimas, hace escasos momentos han confirmado que no falta ningún vecino de los tres bloques más afectados, lo que hace suponer que no hay que lamentar daños personales pese a la magnitud del suceso y de los daños materiales. Perros de la Policía Nacional rastrean en estos momentos el aparcamiento para asegurarse de que nadie quedó allí atrapado.

A primerísima hora de la mañana, la alcaldesa, megáfono en mano, ha pedido a los jefes de escalera de los edificios más cercanos que fueran piso por piso preguntando si faltaba alguien. Se ha establecido un puesto de mando en el centro cívico de la zona, al que se han ido incorporando técnicos y autoridades en la última hora. El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, acaba de llegar al área siniestrada.
«Estaba en la cama y he escuchado dos explosiones y un temblor», ha descrito uno de los afectados. Todos asisten con incredulidad a lo que ha pasado. El bloque 3 y, dentro de éste, los portales A, B y C son los más afectados por el suceso. Los bomberos se encuentran ya comprobando la estructura del garaje afectado y, por el momento, no se echa de menos a nadie, aunque en los primeros momentos de confusión y miedo se ha trabajado con la duda de si algún vecino madrugador estaría cogiendo su vehículo cuando se ha venido abajo el suelo del parque.

La alcaldesa se dirige a los vecinos por la megafonía de un coche de policía
La alcaldesa se dirige a los vecinos por la megafonía de un coche de policía / ANTONIO ‘SANE’
Pero sobre las 09.00 horas se ha descartado ya que hubiera alguien en el parking. Los bomberos están comprobando que el forjado caído de la zona no afecta a toda el área adyacente para empezar a intervenir asegurando los espacios de alrededor y para poder empezar a desescombrar todo lo derruído. César Díaz, concejal de Fomento del Ayuntamiento, ha informado de que a la luz del día se va a revisar bien todo el perímetro del barrio para certificar que se pueda volver a las viviendas sin riesgo. Aunque la preocupación es enorme: el agua entra a chorros en la parte hundida por unas tuberías rotas y se viven escenas que acongojan. «Mamá, ¿verdad que esto tiene que ser un sueño», dice uno de los niños que han llevado al centro cívico. «Sí, hijo, una pesadilla», le contesta la madre.
«Ha sido como un terremoto»
Los vecinos describen un momento angustioso cuando, hace menos de una hora, se han presentado en los edificios agentes de la policía llamando a las puertas con insistencia e instando a la gente a salir de las viviendas. Muchos estaban todavía en la cama. «Tienen que salir, que ha habido un hundimiento», ha relatado María Rosa Anero, que urgían los policías. Esta mujer señala que primero, cuando aún todo el mundo estaba durmiendo se ha oído una explosión. «He notado que se ha movido el edificio, como si fuera un terremoto. Una chica gritaba dentro del ascensor porque subía y bajaba y no paraba». De forma muy parecida lo ha descrito otra residente en la zona. «oté que se movía la cama y ves que se hude la tierra. Te asustas».
Los comentarios de los corrillos de la gente, que está en shock, van todos en la misma dirección. «Llevábamos años reclamando revisiones, había charcos en los garajes y unas humedades horrorosas», han señalado en un grupo de afectados. Olga González ha lamentado que ha perdido dos coches y Javier Conde, del bloque 1D decía que, «si esto llega a pasar a las 18.00 horas de cualquier día, aquí hay 100 muertos porque este parque es donde hacen la vida los niños del barrio».
La Policía ha permitido a los afectados subir a sus casas hace varios minutos, pero ha prohibido utilizar los ascensores. Muchos de los autorizados a ir a sus pisos tienen el miedo en el cuerpo y, por el momento, no se atreven a subir. «Yo estoy en shock», admite una vecina (Cristina Balza) que tiene un bebé de un mes y cinco días en los brazos, y no quiere subir. «Te asomas al balcón y dan ganas de llorar». De los tres bloques más cercanos a la zona hundida, en dos ya se ha localizado a todos los vecinos, para alivio de todos, también de las autoridades.

En el centro cívico de Nueva Montaña, los agentes de todos los cuerpos de emergencia quieren empezar a trabajar ya a trabajar con planos de la urbanización para decidir los próximos pasos a dar y se los han solicitado a Gesvicán, la empresa pública de Vivienda de la Administración regional. Se ha establecido una mesa de mando en el que están los mandos de la Policía Local, Nacional, Bomberos de Santander, el concejal de Fomento, César Díaz, y el consejero de Obras Públicas del Gobierno cántabro, José Luis Gochicoa, así como la consejera de Presidencia, Paula Fernández.
Los vecinos no dejan de contar los momentos de caos que han vivido cuando todavía no había amanecido en Santander mientras se preguntaban los unos a los otros por si faltaba alguien. «A mí me ha despertado mi mujer. Salía a trabajar y he notado un ruido raro. La puerta del garaje salió volando cuando se hundió el parque porque la onda expansiva ha reventado todas las puertas. Al principio pensé que era una fuga de gas», ha relatado Andrea Pilia, un residente en el bloque 13B, rodeado de personas en pijama con los niños en brazos forrados con los edredones de las camas. Lucía Lamadrid también lo ha vivido con ansiedad. «Me despertó la explosión. Me asomé y veía mucho polvo, sonó la alarma de los garajes y los vecinos empezaron a salir. Cada vez lo veo más hundido», se lamenta.
El suceso ha ocurrido antes de que amaneciera/Antonio ‘Sane’
El suceso ha ocurrido antes de que amaneciera / ANTONIO ‘SANE’
«Primero se ha caído el parque y luego la pista de futbito»
Dos vecinos del bloque 1B cuentan que, cuando todo ha ocurrido, estaban durmiendo porque eran las 6.10 horas y lo poco que han podido ver (era todavía de noche), cuando oyeron el primer golpe se asomaron y viernon cómo caía todo. «Primero cayó la zona norte, que es el parque infantil y luego la parte sur, que es la pista de futbito«, ha relatado Daniel González, que cree que ha perdido una moto que se había comprado hace poco y el coche de su madre. Estaba todo lleno de humo y casi no se veía. «A los 10 minutos empezaron a llegar los coches de policía» y a encintar toda la zona para que no pasara nadie. Los agentes se dedicaron también a desalojar a todos los residentes en los bloques cercanos. A Ismael González ke despertó a timbrazos su suegro y le urgió a bajar con su mujer y su hija a una zona segura. «Allí estaba ya todo el mundo, la policía, los bomberos. Bajamos con lo puesto, muy asustados».
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