¡GONE WITH THE WIND!
Por JOSE ANTONIO CORACHÁN

¿Mande…? ¿Que a la Fundación Cortés-Toig se la llevó el viento? ¿qué viento? ¿el viento del Este, del Oeste? ¿tal vez el Monzón, el Siroco? ¿el viento de Poniente, el de Levante? ¿no será la Tramontana…? Todos y ninguno de ellos. Nada tiene que ver el viento con la lenta, continuada y pertinaz pérdida de una fundación, la Fundación Cortés-Roig de Benidorm, que hace prácticamente un siglo preparó su singladura pero que nunca navegó, nunca arribó a puerto alguno. Fue como un velero navegando sin viento, sin velas, palos ni jarcias. Su brújula nunca llegó a orientarse, su rumbo por falta de timón se perdió en un mapa enmudecido por la codicia, el deseo y la avidez humanas que como espesa niebla cegaron su horizonte, le dejaron navegando al pairo de la corrupción en un nuevo Triángulo de las Bermudas, en el Mediterráneo de Benidorm.

Falto de arboladura, sin rumbo, sin timón, sin capitán, batido por olas a babor, a estribor, a popa y a proa, su destino era el ser engullido para siempre silenciosamente en el fondo de la fosa del olvido. Era de esperar, permaneció lustros y décadas varado en el astillero de la omisión y el tiempo pudrió inclemente sus cuadernas, desencajó sus costados, abrió vías de agua hasta en la cubierta, en una palabra la dejadez, la falsedad, la inacción truncaron su destino y al final naufragó sin haber navegado una sola milla, se hundió para siempre.
El mástil y la botavara nunca llegaron a ser punto de sujeción de las velas. Estas y obenques nunca fueron tensados para fijar el mástil. Drizas, escotas, amantillos y trapa brillaron por su ausencia. Da la impresión que sobre el muelle del astillero de Benidorm se construyó un barco fantasma. La fortuna de los armadores puesta a disposición de su construcción, pasó como ellos, a mejor vida. La tripulación… ¿que fue de la tripulación? Parte de ella hizo las Américas, otra parte indebidamente enriquecida disfrutó y disfruta al día de hoy de la franquicia y mientras tanto los pobres pasajeros (niños y ancianos) han quedaron en tierra mendigando y acurrucados en su miseria.
Del soñado Hospital-Asilo para niños pobres de Benidorm auspiciado por la Fundación Cortés-Roig, nadie sabe nada. Del evocado geriátrico asistido con los fondos de la Fundación Cortés-Roig y destinado a los ancianos pobres de Benidorm tampoco tenemos noticia alguna. En cambio si sabemos donde está el panteón de la familia Cortés-Roig: desaparecido bajo una losa de granito. También sabemos bajo que nombre funciona la Guardería Infantil antaño a nombre de la Fundación Cortés-Roig. Igualmente sabemos a quien alberga la Residencia próxima a la Guardería, presumible alojamiento de los ancianos pobres de Benidorm según declaraba en su día la Fundación Cortés-Roig. Y ahora en el Colegio ¿ha cambiado la Fundación, ya no es la Fundación Cortés-Roig? ¿Ya no es la que era…? ¿Ha cambiado su nombre y su función?
¿Quién se la llevó? ¿El viento…? ¡Sí, it is gone with the wind!
José Antonio Corachán Marzal
Diplomado en Anticorrupción
Categorías:Benidorm, Benidorm / deportes











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