
Ponencia presentada en “El Faro de Alejandría Benidorm” por: Vicente
Simal Morales el pasado 26 de marzo. Licenciado en Filología Hispánica
por la Universidad Autónoma de Madrid.
El ponente dio comienzo desde el punto de vista de un observador
imparcial, concretando que ambas celebraciones son periodos temporales
íntimamente unidos y enfrentados por la tradición. Vienen celebrándose
desde tiempos inmemoriales.
El término cuaresma es una abreviación de la palabra latina
quadragesimum, que significa el día que hace el número de orden 40º.
Es el periodo litúrgico de preparación de 40 días previos a la Pascua de
resurrección. Se inicia con el miércoles de Ceniza y finaliza el sabado
Santo. El color litúrgico de este tiempo es el morado que simboliza luto,
penitencia, arrepentimiento, expiación de la culpa y de conversión, donde
los fieles deben reforzar su fe.
Los musulmanes procesan el Ramadán, mes sagrado del Islam, que se
caracteriza por un ayuno estricto de alimento, bebida, relaciones sexuales
y critica, ya que el chismorreo y las malas palabras dañan al prójimo.
Vicente explica las diferencias que existen entre distintas religiones y la
tradición de comer o no comer determinados alimentos como el cerdo, la
oveja y el cordero en ciertos periodos.

La cifra de cuarenta días, tiene un importante simbolismo de acuerdo a
distintos fragmentos de la Biblia. Por ejemplo, Noé durante el diluvio,
estuvo 40 días y sus noches en el Arca, Moisés condujo durante 40 años
por el desierto hasta llegar a la tierra prometida. Jonás predicó en Nínive
por 40 días. Cristo estuvo 40 días en el desierto siendo tentado por el
Diablo. Después de resucitar estuvo 40 días entre los hombres predicando
antes de su ascensión.
Mostró representaciones pictóricas de la cuaresma: una vieja con siete
piernas, enjuta con un bacalao en la mano y que pierde una pierna cada
semana, a medida que pasa la Cuaresma. Data de 1810 y procede de la
comarca de Cataluña donde se le llamaba “La bacaladera” o “La
sarracena”. Muestra otras pinturas y las explica.
La palabra carnaval viene del italiano (carnevale). Fiesta popular que se
celebra en los días anteriores a la cuaresma con mascaradas, bailes,
comparsas, disfraces etc. se remonta a más de 3000 años antes de Cristo.
A pesar de las diferencias de celebración en todo el mundo, su
característica común es la de ser un período de permisividad y cierto
descontrol. En sus inicios, probablemente con un cierto sentido del pudor
propio de la religión, aunque fue evolucionando hasta su forma actual.
El origen de su celebración parece probable que esté en las fiestas
paganas, como las Bacanales, en honor al dios romano Baco, Saturnales y
las Lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en
Egipto.
Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se
remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguo, hace más de 5.000 años, con
celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano, desde
donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por
los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV.
Todas ellas con un denominador común: el paso de unas ceremonias de
origen espiritual-religioso, sagrado-ritual, a ser fechas en donde el
desenfreno, la sátira y el desorden civil era la norma.
Una de las divinidades más antiguas de la religión romana fue Luperco,
Pan en la antigua Gracia, dios campestre, promotor de la fertilidad y
protección de los campos. Algunos autores apuntan que en origen se le
ofrecían sacrificios humanos, que luego fueron sustituidos por cabras y
perros, mientras se acompañaban con cantos. Inmediatamente después
los sacerdotes lupercos efectuaban un desfile desnudo. Las pieles de los
animales se cortaban formando correas con las que golpeaban a las
mujeres que ofrecían sus espaldas para ello, dentro del concepto de
fecundidad que tenía dicha fiesta. Un banquete con la carne de la víctima
ponía fin a la fiesta.
Todas estas festividades tenían en común la época de su celebración:
febrero, una época de transición del invierno a la primavera y en la que
tenían lugar ritos de purificación, coincidiendo con los últimos días del
letargo invernal de la naturaleza.
En la actualidad el Carnaval es una de las fiestas más populares, divertidas
y queridas por todos, desde los más pequeños a los no tan niños, ya que
es un día en el que los disfraces llenan las calles de color y de alegría.
Vicente Simal desmenuzó todos los detalles tanto de la Cuaresma como
del Carnaval. Terminó con un sonoro aplauso de agradecimiento por su
buen hacer. Gracias Vicente por tu buena exposición.
“Misericordia quiero y no sacrificios”. María Isabel López
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