Benidorm.- EN CASA DEL FESTER.-CONFERENCIA DE RAFAEL DOMENECH-ORGANIZA EL FARO DE ALEJANDRIA

. El pasado martes 8 de enero “El Faro de Alejandría Benidorm” daba comienzo a un nuevo ciclo de Conferencias. El invitado fue, Rafael Domenech Pardo, `patriarca de la música´, maestro, director, compositor, gran músico. En su ponencia trató sobre: “La Importancia de la Música y su desarrollo en Benidorm”. Acompañado por su familia, relajado y con la sala repleta de amigos, Rafael dio paso a las palabras, sin escogerlas, con la sencillez que le caracteriza conectó con el público. Abrió su corazón compartiendo vivencias, anécdotas de su niñez en Anna, su lugar de nacimiento y donde se habituó a la música desde la tierna infancia, de tal manera, que hasta hoy, ha ocupado todos los espacios de su día a día iluminando la oscuridad. Domenech hizo un resumen sobre sus 30 años de trayectoria. Definió las generalidades de la música, la sensibilidad, la fantasía, el despertar de la inteligencia, dándole la importancia que tiene, incluso antes del nacimiento, en el vientre de la madre, más tarde en el son de las nanas, ¡ea, ea! el bautizo, los cumpleaños, fiestas, ceremonias, e incluso se utiliza en pequeñas dosis para amenizar algunos momentos específicos. Destaca el ponente una de sus muchas experiencias personales, éstas relacionadas con la música para el adiós y que le sacudieron las entrañas. Ocurrió en el fallecimiento de sus padres, con el féretro a hombros recuerda a la banda de Anna, su pueblo, tocando la marcha fúnebre. Fue en el 1925 cuando surge la idea de aglutinar las inquietudes musicales y formar una Banda. Dicho y hecho. Un grupito de ciudadanos Benidormenses y otros aficionados de pueblos cercanos, se lo comunicaron al Sr. Alcalde de la época D. Vicente Llorca Alós, que los ayudó, hasta que al fin la formaron encabezada por el maestro Vives, que venía en bicicleta desde Villajoyosa a dirigir los ensayos. Tenían mucha ilusión pero acompañada de dificultades y problemas con los instrumentos, no había dinero tampoco entonces, pero poco a poco, el 3 de junio de 1926 presentan la Banda ante el pueblo por primera vez, salieron a tocar en las calles de esta Villa marinera. Con el tiempo y por desavenencias de dividió esa Banda y se formaron más tarde dos nuevas, que desaparecieron cuando llegó la Guerra Civil. Pasada esa época, se agrupan de nuevo algunos veteranos, y sobre el año 1946, los músicos de esas 2 Bandas junto con Pepe Fuster, gran músico, mejor persona y emprendedor como pocos, preparó a Paco el Picorro y a 22 niños acoplados. Volvieron a tener nueva Banda. Y fue en los años 1970 cuando se produce el inicio de su mejor etapa, dirigida por Don Bernabé Sanchís, en 1974 se compra el local de la UMB con Pérez Barceló como presidente y D. José Such Ortega como Alcalde. Desde 1976 dirige D. Rafael Doménech Pardo. En 2006 D. Francisco José Rovira Peretó, desde principios de Diciembre de 2007 D. Juan Iborra, en 2011 D. Miguel Ángel Mas Pérez y en 2016 Pedro Salinas Robles que dirige actualmente la UMB. Quiso destacar aquellos comienzos, cuando eran como una familia y juntos atravesaron una gran tragedia, faltaron 3 músicos jóvenes en meses contiguos, febrero, marzo y abril. Adela Teuler, Arturo Peris, Pepe Llorca el Picorret.

Rafael compungido levantó los brazos para empezar la marcha fúnebre y, en las 3 ocasiones la banda no sonaba… El mundo por unos minutos quedó en silencio. Los músicos lloraban apenados por sus compañeros. De las semanas culturales a Santa Cecilia, contó que hace 90 años no existían en Benidorm. Actualmente varias Bandas y Corales ofrecen conciertos. En el fondo, todo permanece casi igual, aquellos niños que acudían a los ensayos en la Alameda o al Torrechó, son los bisabuelos de estos que hoy acuden a la Escuela de Educandos de la Unión Musical de Benidorm, la cual citó Rafael en varias ocasiones con mucho cariño. Rafael, tuvo el satisfacción y la suerte de conocer a músicos de otras épocas, Simeón el fotógrafo, Pepe el del Mistral, Luis Mayor, Pagés y el tío Jaime Climent y otros más. Siguió narrando sus vivencias. Unas 90 personas, tuvimos el placer de percibir cuando esbozaba alguna sonrisa de complicidad con los presentes, y le vimos derramar alguna lágrima. Es difícil medir el dolor. Estos y muchos temas más, fueron los que el ponente fue explicando hasta llegar al tiempo de las preguntas, donde Domenech las contestó una por una. Los merecidos aplausos de agradecimiento emocionan a Rafael, la gente le muestra respeto por lo que es y le admiran por lo que fue. Gracias y hasta siempre maestro. “El hombre bueno se retira con calma, sin hacer ruido, el malo no”

María Isabel López Villanueva.