( Oh Happy Day, It’s the 25th  Anyversary?)

Fue sin duda alguna la mejor noticia de los últimos tiempos, ratificada como no durante la cena-exaltación que el pasado sábado celebró la cúpula del PP:

Toni Pérez repetirá como candidato del PP a la alcaldía de Benidorm

La semana pasada fue el periódico INFORMACION quien publicó la noticia y hoy leo en PUNTA CANFALI que tanto la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, como el presidente provincial, lo han dejado no listo para sentencia, sino sentenciado:

«Toni Perez volverá a ser el Alcalde de Benidorm en mayo del próximo año»

Si señor, con un par, con un par de comentarios, uno de la presidenta y otro del presidente, no vayan a pensar otra cosa. Y es que tienen toda la razón, no algo o una parte de razón, la tienen absolutamente toda la razón, porque no hay mejor ejemplo de alcalde que él. Es serio, comedido, prudente, próximo, integrado (que no integral) y si por el momento no reside en Benidorm es porque lo encuentra un poco sucio, pero eso sí en cuanto encuentre un concejal de limpieza ¡limpio!… volverá… si llega a tiempo.

Me resulta dificil encontrar palabras para explicar al lector lo bueno que es como xirimitero, pero tampoco me voy a entretener en ello, porque hoy lo que toca no es la solfa, sino la alcaldía. Y tampoco hay que calentarse mucho la cabeza, porque si lo dicen la Sra. Bonig y el Sr. Císcar, no hay borrego que les lleve la contraria, con lo que ellos saben de alcaldes ¡faltaría más!.

Ademas en Benidorm cuando nos toca votar, no lo hacemos con contenedores de basura, sino con cajas de plástico transparente (me da la impesión de que he metido la pata hablando de transparencia) y si el resultado de las urnas no da la victoria al PP siempre tenemos a mano alguna Maruja o algún Ciudadano por Benidorm dispuesto a poner el cazo, que para eso están. Recursos siempre nos quedan, puentes Bañuls, carriles bici, comisarías, casas de cutura, Armanellos, estaciones de autobuses, calles por asfaltar, presupuestos participativos… incluso en caso de necesidad perentoria podemos pagar con dinero de los contribuyentes las deudas que generó su propio gobierno. Si soluciones, hay, lo que no hay es vergüenza (perdón, quise decir oposición), porque amigo lector ¿para que está la oposición? Para oponerse, para oponerse a todo aunque no valga para nada, como es el caso. A fin de cuentas, al final (al final de cada mes) todos a cobrar… y la casa sin barrer.

Pero volviendo al meollo de la cuestión, como decía la pareja de dirgentes, gestionar una ciudad como Benidorm, gobernando en minoría, es todo un exito y un ejemplo a seguir… y todo ello a pesar de que ya tengamos 6.000 parados mas, sino ¿para que está el INEM? que por cierto ahora se llama LABORA (de ilusión también se vive) y si el Labora se atasca siempre queda el recurso del personal de confianza para ocupar a los palmeros,  portacirios y querubines sin trabajo.

Inevitablemente cuando el rio se llena de parabienes, lisonjas, halagos, adulaciones y jabón, llega el momento de hinchar pecho y autocomplacerse y largar en lugar de callar… ¿que en tres años y medio ha pagado 44 millones de euros? Sr. Perez, ¿le recuerdo quien estaba en el equipo de gobierno cuando se generó esa deuda millonaria? Una cosa es que me guste o no la Ley de Memoria Histórica, otra muy distinta que no tenga memoria.

Si es lo del Destino Turístico Inteligente, la cosa tiene gracia, ni haciéndome cosquillas logro sonreirme ¿pero de que va? Si con un presupuesto de 100 millones es incapaz de pagar la Promoción Turística de Benidorm y ha de recurrir a la iniciatriva privada, ¿quien es el Inteligente, usted? Disculpe pero en todo caso el inteligente será quien con su voto el próximo 26M lo envíe a usted y a su rebaño a la calle, de la que nunca debieron salir.

Y hasta ahí podíamos llegar señoras y señores políticos populares, vuelvan a sus lares, dejen de molestar, conténganse en su alquería, descansen en paz y que los dioses les sean propicios. A nosotros dennos una tregua  de una vez por todas, no nos hastíen, no nos molesten con sus falacias.

José Antonio Corachán Marzal