CURIOSO

Maesba

En nuestra ciudad, localidad de Zaplana, nadie ha alzado su voz pidiendo clemencia por Eduardo Zaplana. Es curioso que sabiendo su popularidad y lo mucho que hizo por sus amigos que estos tengan, incluso dentro del propio colectivo político, la BOCA COMPLETAMENTE CERRADA.

Por lo visto el cacique local, primero gran amigo de Zaplana y después enemigo a muerte, presuntamente Perez Fenoll, no siente interés alguno por el estado de enfermedad de Eduardo.

El PP reclama «humanidad»: la vida de Eduardo Zaplana «está en serio riesgo»

La formación alerta del agravamiento del estado de salud del expresidente valenciano

El Partido Popular reclama «un poco de humanidad» hacia el que fuera ministro de Trabajo y expresidente de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana después de que haya sido ingresado en el Hospital la Fe al detectar un empeoramiento en su estado de salud.

Zaplana ha sido trasladado desde la cárcel de Picassent tras un chequeo rutinario en el que se controlaba su estado de salud por la leucemia que padece. Según han informado a Europa Press fuentes próximas al exministro, un médico ha detectado que su estado había empeorado.

«La vida de Eduardo Zaplana está en serio riesgo. Se debería tener en cuenta esta circunstancia para que siga tratándose su enfermedad desde un hospital y no desde un centro penitenciario. Un poco de humanidad», ha sido el mensaje que ha escrito el PP en su cuenta oficial de Twitter un día después del traslado. Un llamamiento similar al pronunciado semanas atrás por José María Aznar en Va

Zaplana se encuentra en la cárcel de Picassent desde finales del mes de mayo, cuando la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia acordó para él prisión provisional, comunicada y sin fianza en el marco de la ‘Operación Erial’, por la que fue detenido por presuntos delitos de blanqueo de capitales, malversación y prevaricación.

La defensa de Eduardo Zaplana ya ha interpuesto varios recursos de reforma contra el auto de prisión de la jueza en el que alegaba que la medida era «innecesaria y desproporcionada», ya que, a su entender, no existía «ningún riesgo objetivo de destrucción de pruebas» ni de fuga, y, además, alegaba la «grave enfermedad» que padece desde hace años el exministro –leucemia– y que requiere cuidados «continuos y periódicos»