Esta definición de ambos conceptos, tan precisa, concisa, escueta y sucinta no es mía sino del filósofo S. Brake y viene a cuento del viejo y manido asunto del Burguer King de la multinacional Quick Meals Ibérica, quien desde los mas diversos y conocidos paraísos fiscales vino ha hacer las américas a nuestra tierra hace ya varias décadas.

Nacida en el estado americano mas proclive a la evasión fiscal, fue extendiendo sus redes por los cinco continentes y como no llegó a esta tierra de promisión y nos embarcó con sus hamburguesas a 5 euros con su turbulento marketing del toma dos y dame tres, en el que andamos navegando hace ya demasiados años.

Hace unos meses en un Pleno del Consejo Vecinal se intentó cerrar entre otras la actividad de la Comisión de Patrimonio que presido, los votos salvaron la descarada voluntad del Presidente y Vicepresidente. Tuve que recordar a los presentes que el asunto del Burguer King no estaba acabado, pese a la “brillante” intervención de la Movilidad Municipal, puesto que había una diferencia entre los metros cuadrados de la parcela donada y los realmente ocupados por la construcción del Burguer King.

Es decir, los números cantaban, si la parcela donada era de 575 m² y el edificio ocupaba 330 m² y desde la era terciaria no había ocurrido movimiento tectónico alguno en la zona, faltaban aproximadamente 245 m² en la cuenta. Previamente en varios Plenos del Consejo Vecinal había preguntado en Ruegos y Preguntas por el uso y destino de esos metros cuadrados erráticos y la única respuesta que obtuve por parte del portavoz municipal Sr. Zárate fue que la diferencia estaba en los viales. No soy topógrafo, pero a ojo de buen cubero me dio la impresión de que los viales habían menguado, fenómeno poco corriente en nuestra orografía, o el Sr. Zárate había mentido públicamente.

Tal vez otra persona con verbo mas dócil hubiera pensado es una verdad a medias, pero a mi no me gustan esas medias, soy mas radical, o blanco o negro. Cuando las perspectivas sobre cualquier asunto son tres: La tuya, la mía y la verdad, y no son coincidentes, algo va mal, hay algo que no funciona. Toda mentira nace con fecha de caducidad y al final TODO se sabe, sale a la luz. Santo Tomas de Aquino, distinguía tres clases de mentira: La humorística, la útil y la maliciosa, pero con mas profundidad era San Agustín quien ampliaba la clasificación de esta manera: La mentira religiosa, la que surge por el puro placer de mentir, la que no hace daño y protege a alguien, la que hace daño y si favorece a alguien.

Y en esta última fijamos la diana cuando aparece la noticia de que la diferencia de metros cuadrados estaba no solamente en los viales sino en 116,40 m² malditos vendidos por la módica cantidad de 9.492.739,00 Pts., precio de oferta, de última oportunidad, o mas bien de cierre por derribo, el metro cuadrado alcanzó las 81,550,00 Pts., y luego dicen que “el pescao va caro”…

Por otra parte no hay que olvidar que toda venta tiene dos protagonistas: Vendedor y Comprador. En esta caso concreta el vendedor era nuestro Ay-untamiento y el comprador era el promotor del Hotel Tres Coronas, la fecha de la venta el 14 de julio de 2001, pero siempre hay peros, el Ay-untamiento no era en esa fecha el propietario del terreno objeto de la venta como hemos comprobado en el Registro de la Propiedad, es mas no consta la segregación de los 116,40 m². Paralelamente en un alarde de magia administrativa (tuvo que intervenir, Suma Gestión Tributaria, la oficina del Catastro y el Mago) el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles IBI, aparece a nombre de Quick Meals Ibérica.

Esta transparencia impenetrable de los equipos de gobierno de PP y PSOE queda diáfana con la colaboración de Ciudadanos cuyo Concejal Eugenio García era en el 2001 gerente de Quick Meals Ibérica y en la actualidad es consejero, ha conseguido el cerramiento de la zona de retranqueo del nuevo Burguer King en la Av Jaime I y en buena lógica no está dispuesto a votar una moción de censura contra quien no ve la irregularidad que beneficia a su empresa.

Por ahora voy a seguir investigando en que Pleno Ordinario o Extraordinario se aprobó la venta de los 116,40 m² y dónde se publicó la subasta pública de la misma, o el decreto de Alcaldía de adjudicación directa, ya que de no ser así nos encontraríamos ante una complicada situación con supuestos delitos de Cohecho, Malversación de fondos Públicos, Prevaricación Administrativa y Administración desleal del Patrimonio Público.

En este supuesto no haría falta moción de censura, porque la verdad existe y la mentira se inventa.

José Antonio Corachán Marzal