El PP de nuevo vuelve a poner a Benidorm en portada relacionándola con la corrupción.
La detención de Eduardo Zaplana por el presunto delito de blanqueo de capitales pone en primera página de la actualidad la gestión del Partido Popular al frente del Ayuntamiento de Benidorm.
Recordamos que en 1991 llegó a la alcaldía de Benidorm tras plantear una moción de censura contra el equipo de gobierno del PSPV-PSOE gracias al apoyo de una concejala tránsfuga de dicho partido, Maruja Sánchez.

El propio Rajoy bendijo la operación y arropó al entonces joven aprendiz de político durante una visita a Benidorm. Fue el 12 de noviembre de 1991. Ese día, Rajoy- por aquella época vicesecretario general del PP- viajó a Benidorm enviado por Aznar para presidir la reunión. El resto de la cúpula de Génova respaldaron con entusiasmo la moción de censura que, de la noche a la mañana, coronó alcalde al hasta entonces desconocido Eduardo Zaplana.
La herencia de Zaplana es un modelo económico marcadamente insostenible y desigual basado en la corrupción y en los pelotazos urbanísticos. Son muchos los asuntos conflictivos en los que se ha visto envuelto el ex alcalde de Benidorm: el caso Naseiro, el pelotazo de Terra Mítica, las derivaciones del caso Brugal, etc.
Tras el juicio de Enrique Ortiz y Sonia Castedo y las irregularidades de la Estación de autobuses de Benidorm, el remate Zaplana apunta a un lodazal municipal de dimensiones considerables.
Benidorm es una de las principales ciudades de la Comunitat Valenciana que todavía está gobernada por el PP.
Desde Podemos Benidorm pensamos que es necesario articular una alternativa de gobierno para nuestra ciudad que limpie el Ayuntamiento de corrupción, que plantee un modelo de ciudad más moderno, justo y sostenible. Una proyecto municipal que ofrezca un futuro mejor a nuestros vecinos y vecinas sin no tener que cargar con la losa del pasado de
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