Benidorm

UN POLVO MUY CARO

Patrulla nocturna de la Policía Nacional
Patrulla nocturna de la Policía Nacional – ABC

Detenidas una prostituta y su «madame» por exigir 820 euros a un cliente que se echó atrás

La regente del negocio extorsionó al hombre chantajeándole a cambio de no contar que pidió un servicio sexual

ALICANTEActualizado:

Según un comunicado policial, además de las dos detenidas, siguen las gestiones para detener a dos varones que actuaban de testaferros y eran titulares de las cuentas bancarias en las que se hacían efectivos los cobros de los servicios de este entramado, tejido por la regente del negocio, que ha sido desmantelado.

Las pesquisas se iniciaron tras la denuncia de un cliente, quien contrató telefónicamente un servicio tras ver el anuncio de una mujer que se ofrecía como «escort» -prostituta de lujo- y concertó una cita en una vivienda que solo usaban para los encuentros íntimos pero que en la misma puerta se arrepintió y se marchó sin mantener relaciones sexuales.

Pagó 300 euros

La víctima, por miedo a que su familia lo descubriera y siguiendo las instrucciones de su extorsionador, realizó dos pagos de 150 euros, en días alternos y a cuentas bancarias diferentes, con los que, a priori, se daba por zanjada la deuda.

Pero luego no fue así, porque días más tarde, volvió a recibir mensajes por parte del mismo varón que le reclamaba el resto de la deuda cuyo total era de 820 euros, por lo que, o pagaba los 520 euros restantes o su familia se enteraría de todo.

Una vez interpuesta la denuncia, la investigación fue asumida por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta que no tardó en identificar a todos los integrantes de la banda.

Así, averiguaron que la persona que extorsionaba al denunciante era la «madame», que para infundir más temor se hacía pasar por un hombre.

Con todos identificados que puso en marcha un operativo policial formado por agentes de paisano en torno a los domicilios de los investigados, que concluyó con la detención de dos mujeres, de nacionalidades ecuatoriana y peruana, de edades comprendidas entre los 30 y los 41 años de edad.

Las arrestadas fueron puestas en libertad con cargos y las investigaciones continúan para detener a las dos personas que actuaban como testaferros y que eran titulares de las cuentas bancarias a las que iba a parar las ganancias de la banda.