Benidorm

BENIDORM.- SOBRE EDUSI POR CORACHAN

EDUSI, PARTICIPACION Y ANTIFRAUDE

 Dime algo, y lo olvidaré.

Muéstrame algo, y lo recordaré.

¡Hazme participe de algo, y lo aprenderé!.

Esta es la clave, no hay otra. El problema es que para hacerme partícipe has de ser transparente y esa cualidad, de la transparencia, de la nitidez, de la diafanidad es una entelequia, una utopía, un sueño, en nuestro caso concreto, en nuestro Ay-untamiento. Es decir, hacerme partícipe del EDUSI que cual maná divino parece habernos caído del cielo europeo, es participar desde el comienzo hasta el final. Algunos ciudadanos han participado solo desde el principio en el EDUSI y no saben mas, los conocemos, los vemos sonrientes en las fotos de rigor del día a día y nos conocen, al menos por nuestras críticas.

El brete es que no son solamente las “afotos” nuestro medio de conocimiento. Siempre de una u otra forma es su presunta inteligencia colectiva la que nos lleva al desastre económico, la que nos esquilma nuestros bolsillos, la que nos hace pensar en el como, en el cuando y en el por dónde nos van a dar el próximo acabose. Han habido tantos y tan variados ejemplos, que ya no nos fiamos ni de nuestra sombra: El nuevo edificio del Ayuntamiento, la Estación de Autobuses, el Centro Cultural, el Parque de L’Aigúera, el Palacio de Deportes, el…, la…, lo último el EDUSI. ¿Que para que me den diez millones de euros, yo tengo que poner otros diez? ¿Pero se han parado a pensar de dónde los saco? ¿de las deudas que generasteis? ¿de los intereses millonarios que debo, originados por tus despilfarros? ¿con mas impuestos recaudatorios? ¿con mas retranqueos fraudulentos? ¿con los derribos a medias?… ¿será que en el Ayuntamiento hay untamiento… lo hubo… lo hay… lo habrá?

Se da por supuesto que un Ayuntamiento debe administrarse como un padre administra a su familia. Un “buen padre de familia” ¿deja de pagar sus deudas para obtener una subvención? ¿deja crecer y crecer los intereses de su deuda en lugar de amortizarla? Creo que no, o tiene un aujero en las manos por donde se le escapa el dinero, o tiene un “lío”.

Hasta el momento todo eso y mucho más es lo que me ha dicho, mostrado y enseñado mi Ayuntamiento (su equipo e gobierno y oposición). Consecuentemente, eso es lo que he aprendido, a convivir con el fraude y la mentira ¿o no? Cuando me decía que la inversión era de cinco, la convertía en veinte. Cuando un proyecto estaba firmado, sellado y bendecido por todos los técnicos habidos y por haber, siempre se quedaba algo en el tintero por añadir, por sumar, por anexar. Cuando una auditoría externa e independiente hacía sonrojar hasta las piedras, se escondía bajo siete candados ¿quedaba algo por corromper? Que otra cosa podemos pensar, no ha dejado espacio para más. Piensa mal y acertarás. Y la verdad ya tenemos ganas de pensar bien: Por una vez, solo una vez, dadnos la oportunidad, políticos y palmeros, de no vernos obligados a pensar mal para acertar.

Esta puede ser la oportunidad, el EDUSI, evitando la partición de obras, vigilando la inversión, la ejecución y el buen fin. Orillando a los palmeros, esquivando medalleros, eludiendo a los empresarios mafiosos de siempre. Vosotros cumplir con vuestra obligación, sed transparentes y honrados. Nosotros vamos a cumplir nuestro compromiso de filtrar cada operación, cada contrato, cada transacción con las medidas antifraude que se suponen anexadas al Programa Operativo del EDUSI.

Me refiero al Apartado 2.1.4 del Anexo III del Reglamento n.º 1011/2014 de la Unión Europea. En ese Reglamento como parte inseparable del Programa de Gestión de las Entidades intermedias del DUSI se establecen entre otras cosas y copio literalmente:

“deberán, disponer lo necesario para prevenir, detectar y corregir las irregularidades, incluido el fraude, y recuperar los importes pagados indebidamente, junto con los posibles intereses de demora correspondientes”.

             En otras palabras hay que adoptar medidas antifraude, medidas eficaces en la lucha contra la corrupción. Es decir, desde el ámbito de la prevención:

  1. Declaración pública de intenciones.
  2. Establecer un código ético y de conducta de los funcionarios.
  3. Formar en materia antifraude a los funcionarios.

Desde el entorno de la detección:

  1. Control de todas las operaciones.
  2. Abrir un canal público de denuncias.

Y desde el área de corrección y persecución del fraude, comprometerse formalmente a corregir y evitar todo tipo de irregularidades durante todo el proceso.

Cuando vea que se están cumpliendo todas y cada una de estas medidas, estaré participando plenamente y aprenderé, aprenderé a vivir en una ciudad inteligente y limpia gracias al antifraude. Ya va siendo hora.

¿Lo conseguiré?. Llevo mas de 70 años esperando, pero… tiempo al tiempo.

José Antonio Corachán Marzal