EL TAMAÑO DE ESTOS DEDOS LO DICE TRODO DE TÍ
Examínese los dedos de la mano: ¿cuál es más largo? ¿El índice —el que usamos para señalar, y técnicamente el segundo dedo de la mano si empezamos a contar por el pulgar— o el corazón (el del anillo o el cuarto dedo)?
La longitud relativa entre estos dos dedos se conoce como ratio 2D:4D. Por ejemplo, si su dedo índice mide 7,4 centímetros y el corazón 7,9 centímetros, su ratio 2D:4D es de 0,9367 (el resultado de dividir la longitud del índice entre la del corazón). Los hombres suelen tener el dedo corazón más largo que el índice, mientras el cuarto dedo es igual o más corto que el índice en las mujeres; es decir, ellos tienen ratios más bajas (inferiores a 1) y ellas iguales o superiores a 1.
Este resultado apenas cambia con la edad. De hecho, existen evidencias indirectas de que el balance entre la testosterona y los estrógenos determina esta ratio ya en las primeras fases del desarrollo del feto, concretamente en el segundo trimestre del embarazo. El dedo corazón tiene un alto número de receptores de testosterona: cuanta más produzca el feto, más crecerá y más baja será la ratio 2D:4D.
Nuestro equipo de investigación quiso llevar estos estudios un paso más adelante: ¿pueden las diferencias de tamaño predecir la habilidad de una persona para los deportes? Y de ser así, ¿de qué manera?
Desde la esgrima hasta el sumo: ganan
En general, aquellas personas con una ratio 2D:4D inferior, es decir, aquellas cuyo dedo corazón sea relativamente mayor que su índice, tienen más probabilidades de ser buenos en un amplio abanico de deportes y pruebas atléticas. Esto quedó patente por primera vez en un estudio bien detallado que se llevó a cabo entre futbolistas profesionales en Inglaterra.
En 2001 John Manning y Roger Taylor probaron que los futbolistas profesionales tenían una ratio inferior a la del resto de los mortales, más aún: los jugadores del primer equipo daban un resultado aún inferior a los reservas o los juveniles, también los que habían jugado en la selección con respecto a los que no, y aún más los que habían salido más al campo con el equipo de su país que el resto.
Aunque los resultados varían entre disciplinas, estudios posteriores han demostrado que las personas con bajas ratios 2D:4D son mejores en fútbol americano (gridiron), baloncesto, esgrima, balonmano, kabaddi (un deporte de contacto que se practica en la India), remo, rugby, carrera de sprint y campo a través, slalom, sumo, surf, natación, tenis y voleibol.
Las medidas de los mejores
Aunque la relación entre el rendimiento deportivo y la ratio 2D:4D es mayor entre hombres que entre mujeres, también en ellas se ha visto una vinculación importante. Por ejemplo, nosotros publicamos un estudio en 2015, durante el campeonato de remo en Australia, que mostraba que las mujeres con ratios más bajas remaban considerablemente más rápido que el resto.
La relación entre esta característica física y las habilidades en el deporte es más fuerte en las disciplinas individuales, como el remo, la natación, o correr, que en aquellas de equipo —como el baloncesto, el fútbol o el voleibol—; esto se debe probablemente a que el éxito en estos últimos depende de muchos factores que vienen determinados por las acciones colectivas de todos los jugadores.
Aún así, en un estudio reciente entre jugadores de baloncesto en Australia, demostramos que los hombres con ratios 2D:4D más bajas tenían más probabilidades de alcanzar los niveles más altos de competición y participar en los Juegos Olímpicos.
Otro resultado interesante es que el tamaño relativo entre el índice y el corazón es más sensible a las hormonas esteroides cuando se trata de la mano derecha, lo que explicaría por qué la ratio 2D:4D en esa mano está más estrechamente relacionada con el rendimiento deportivo.
¿Por qué se les dan tan bien?
Aunque el tamaño de los dedos de la mano no confiere por sí solo una ventaja deportiva, se considera un marcador biológico del nivel de testosterona en el feto, lo que tiene poderosos efectos a largo plazo en el desarrollo del cuerpo y del cerebro. Por ejemplo, influye en el crecimiento de diversos órganos, incluidos el cerebro, el corazón, los músculos o los huesos, que son importantes para la práctica deportiva.
Varios estudios han demostrado que las personas con ratios más bajos en el tamaño de los dedos tienden a disfrutar una mejor visión espacial y capacidad cognitiva, presumiblemente debido a un mayor desarrollo del lado derecho del cerebro. Estas habilidades son importantes en deportes en los que los jugadores tienen que seguir el recorrido del balón en el aire, leer el juego y tomar decisiones tácticas.
La fortaleza mental también tiene un papel importante en el éxito deportivo, ya que quien la posee tiene un deseo insaciable de ganar, una confianza inquebrantable, están muy motivados y se adaptan bien a las situaciones estresantes. Un estudio entre atletas británicos llevado a cabo en 2011 encontró que aquellas personas con bajas ratios 2D:4D también tenían una resistencia psicológica mayor, más determinación y confianza y eran más optimistas.
La condición física es decisiva cuando se trata de obtener resultados en los deportes. También se ha encontrado una relación directa en hombres entre la resistencia cardiorrespiratoria y la fuerza muscular, y la ratio del tamaño del índice y el corazón. En un estudio reciente entre chicos de instituto en Minnesota, se vio que aquellos que arrojaban ratios más bajas tenían más fuerza en la mano, sin importar el tamaño de su cuerpo o su edad. Dado que la forma física es un indicador de buena salud, podría sugerirse que las personas con un determinado tamaño del índice y el corazón tienen mejor salud.
Por último, se considera que el tamaño de estos dedos es también un reflejo de la salud hormonal en los adultos, debido a su estrecha vinculación con el desarrollo hormonal del feto. Aunque no hay suficientes evidencias que apoyen esta afirmación, los hombres con ratios más bajas experimentan picos más altos de testosterona cuando se enfrentan a un reto, como puede ser una competición deportiva. Los hombres con esta característica física también tienden a ser más agresivos y asumir más riesgos. En resumen: el éxito deportivo está en sus manos.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation.
(*) Grant Tomkinson es profesor en la Universidad de Dakota del Norte; Makailah Dyer es graduada por la misma universidad.
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