
Cada año más de tres mil kilos de pólvora llenan de luz la bahía alteana coincidiendo con las fiestas de San Lorenzo. Una cofradía, la del Castell de l’Olla, creada casi tres décadas por un grupo de amigos, se encargan de la organización hasta el último detalle.
El Castell de l’Olla es un espectáculo que reúne a más de cincuenta mil personas en la playa deseosas de contemplar el juego de luz, pólvora y música, en una combinación de maestría y luz en la que también participan paralelamente, la danza y otras artes escénicas.
Con casi 30 años de historia a sus espaldas el castillo pirotécnico y musical que sumerge Altea bajo el fuego durante casi media hora siempre ofrece alguna novedad. No es vano es uno de los castillo experimentales más grandes del mundo en el que los pavos reales, las palmeras, los anillos, los giratorios o las cascadas, siempre tienen algo novedoso.
Ven a l’Olla de Altea antes del crepúsculo, busca un buen lugar y disponte a ver el Castell de l’Olla. Te emocionará, seguro.
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