Me refiero al hecho insólito de la parálisis patrimonial de nuestros 25 concejales, alcalde incluido. Llegamos a un momento en el que no se si nos toman a los vecinos por tontos, o son ellos tan listos que pretenden que su nivel de inteligencia resulta inalcanzable por el resto de los mortales censados.
Estamos en el mes de julio del año 2017, pues bien, según el Decreto 191/2010 de 19 de noviembre, del Consell, por el que se regulan las actividades de los miembros de las entidades locales de la Comunitat Valenciana, dice literalmente en su Artículo 2. Publicación de las declaraciones: El contenido de las declaraciones de actividades, bienes y derechos patrimoniales será publicado en el Boletín Oficial de la Provincia que corresponda, en los términos que fije el estatuto municipal y, en todo caso, en el plazo de tres meses desde la toma de posesión o del cese cualquiera que fuera la causa del mismo. Asimismo, se publicarán anualmente, dentro de los primeros tres meses del año natural, las modificaciones que se produzcan en el año precedente. ¿Alguien ha visto publicada modificación alguna durante todo el año 25016?
Para que se publicara en la página oficial del Ay-untamiento hubo que recurrir al Consell de Transparencia y lleva fecha de 7 de agosto de 2015. Han transcurrido no tres sino dieciséis meses desde la fecha en la que habría que actualizar con las modificaciones correspondientes (de enero 2016 a julio de 2017) la declaración de actividades y patrimonio de nuestros concejales, al efecto como el propio Decreto apunta de una mayor transparencia a la actividad que desarrollan los miembros de las corporaciones locales.
El hecho concreto es que no se ha publicado modificación alguna, lo que supone o bien una preocupante parálisis absoluta, tanto de actividades como patrimonial del colectivo consistorial, o bien que a pesar de haber jurado o prometido cumplir y hacer cumplir las leyes en el acto de toma de posesión de los cargos, se han conculcado promesas y juramentos por motivos no confesados. En el primer caso una pena y profundo dolor ante semejante parálisis económica, en el segundo una burla a la ley y a todos los vecinos. Los cargos fueron aceptados voluntaria y libremente como marca nuestra Constitución, que al parecer no es la suya.
En ambos supuestos el problema es muy grave e indica sin lugar a dudas cual es el concepto que con la tan aireada “transparencia” se arropan nuestros concejales y en especial el equipo de gobierno. Sabemos que hubo una crisis económica pero no teníamos noticia alguna sobre una inadvertida e indeseada parálisis patrimonial de nuestros concejales. En buena lógica algunos de ellos tendrán diferencias en su activo o su pasivo, incluso alguno cabe se encuentre con un milagroso “lo comido, por lo servido”… pero no crea este colectivo por ello, que vamos a permitir “lo callado, por olvidado”. Si no queda otro remedio con el hilo de la democracia llegaremos al ovillo de la transparencia.
Queda clara la parálisis patrimonial -que no aclarada-, pero la vergüenza… ¿está igualmente paralizada?. Parole, Parole…
José Antonio Corachán Marzal
Vecino anquilosado
Categorías:Benidorm / deportes












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